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La era de las mascotas hiperconectadas ha comenzado
Sábado, Junio 11, 2016 - 08:08

Pantallas digitales, juegos en línea, cámaras de video y hasta mimos online, la vorágine del Internet de las cosas también afecta a los perros y a los gatos como una creciente tendencia.

Al debate de cómo las nuevas tecnologías modifican las relaciones sociales entre los seres humanos, se suma una nueva polémica acerca de cómo también están influyendo en el vínculo con las mascotas de la casa. Pantallas digitales, juegos en línea, cámaras de video y hasta mimos online, la vorágine del Internet de las cosas también afecta a los perros y a los gatos.

“Doctor, mi perro está actuando muy raro últimamente. Está distraído, por momentos, alterado por otros. Creo que se aburre de los juegos que habitualmente le gustan a los perros.No quiere su pelota, ni su hueso, come fuera de horarios y hasta lo veo dormir durante el día. ¿Qué puede pasarle?” Sobre estimulación. Esa es la enfermedad psicológica que sufren los animalitos en esta nueva era en donde no sólo enfrentan los cambios de conducta de sus dueños, sino que ellos mismos experimentan nuevos hábitos, y todo gracias a la tecnología.

La pregunta anterior se la hizo Martín al médico veterinario de su perro labrador. Martín vive solo con su perro hace un año en un departamento de dos ambientes en Capital Federal. Debido a que el departamento da a la calle, no sale mucho al balcón por los ruidos y el smock, pero una vez por día lo busca su paseador a la mañana y por la tarde, cuando Martín regresa del trabajo, lo saca a pasear. El caso es que no siempre llega temprano y para compensar no le da un hueso, ni un buen plato de alimento balanceado con mimos, sino su tableta.

“Augusto (el perro de Martín) juega con mi tableta casi todas las noches, a veces la dejo encendida y me voy a dormir, y sé que la usó todo el tiempo porque la encuentro sin batería al otro día”, nos cuenta con culpa casi como si nos dijera que le dejó la tableta a un niño de tres años. Sin embargo, lamenta no tener tiempo para pasar el rato con su perro y nota que parte de sus nervios se manifiestan cuando la tableta está sin baterías.

“Una madrugada me despertó con fuertes ladridos, no tenía hambre ni sed, sino que la batería se había terminado”. Aunque esto pueda sonar raro, y es que en verdad no son muchos los casos que se conocen, en la actualidad los animalitos también están siendo invadidos por la sobre estimulación del entretenimiento que ofrece la nueva tecnología y, por ende, responden de una manera similar a un ser humano.

Mascotas en línea

Que las mascotas tengan un perfil en Facebook o en Instagram no es voluntad del animalito que, claramente, no tiene la capacidad para ello, pero ciertamente cada vez más personas incluyen en sus actividades virtuales a sus perros, gatos o canarios. Por esta razón, el mercado del entretenimiento en línea no se puede perder un potencial nicho de negocios.

Es así como prontamente nacieron las redes sociales de mascotas, que es sólo un decir, porque en definitiva están comandadas por personas cuyos intereses son únicamente basados en sus mascotas. Sitios como Webanimales, Wuowi, Tag a cat o Mascotea, son redes que vinculan a los dueños de sus mascotas con el fin de compartir fotos, información o puntos de encuentro.

En algunos casos, se utilizan estos ismos servicios para vincular animales de una misma raza y obtener crias originales. Vale aclarar que la mayoría de estas plataformas están integradas por personas que son sumamente respuestuosas con sus mascotas, quienes hasta funcionan como moderadores cuando perciben que alguien quiere dañar o comercializar con algún animalito.

De la plaza a las pantallas

Augusto, el perro de Martín pasaba un buen rato distraido con una tableta, así sea llenándola de baba o aplastando una mosca virtual sobre el teclado, el perro dejaba de distraerse con los juegos habituales de un animal como correr o perseguir una pelota, todo lo que necesita un animal para poner en movimiento sus músculos y sus sentidos.

Tanto para él como para los gatos, existen cientos de aplicaciones que ofrecen la función de entretener a los mininos. Cat Selfie o Snapcat, según sea la versión para iPad o Android, es una función para que el smartphone tome unas cuantas selfies de tu mascota mientras éste está en sus garras. ¿Te animás a prestárselo siquiera?

Aún hay más, tu pantalla se puede transformar en un buen trozo de queso gruyere con Crazy Cat, un juego para portátiles en donde un ratón se pasea y sólo la audáz pata de tu gato puede aplastarlo. De la misma manera funciona Ant Smasher que, está comprobado, no sólo puede operarlo un gato sino también un reptil animoso por atrapar con su lengua unas hormigas virtuales.

Y si querés despertar el sentido artístico de tu mascota, con Paint for Cats pondrás al minimo a darle colores a tu pantalla. ¿Todavía te siguess preguntando a qué jugaba Augusto con la tableta de Martín? Con tanto entretenimiento a la luz de un display, claramente no atraparía jamás una pelota que le tirases al costado, pues ni siquiera la vería.

El vínculo del futuro

De la misma forma en que las personas enfrentamos una nueva manera de vincularnos entre sí, utilizando todo tipo de dispositivos y softwares que nos permiten acercarnos aún a la distancia, también los animalitos de la casa empiezan a formar parte de esta forma de relacionarse.

La domótica, por ejemplo, incorpora pantallas y hasta sistemas manejados de un celular para poder acondicionar el hábitat de las mascotas de manera que estén cómodas aún cuando no hay nadie en casa. Es que allí radica la cuestión, tanta tecnología inteligente y conectada permite manejarlo todo con unos cuantos botones, asumiendo cada vez más que las personas pasan más tiempo trabajando que fortalenciendo los lazos sociales, entre pares y con sus mascotas.

En este sentido, se han incorporado al stock del internet de las cosas pantallas que ofrecen mimos virutales a las mascotas, cámaras que controlan de manera online lo que están haciendo y dispositivos que dispensan el alimento de la manera correcta durante todo el día.

En nuestros celulares podemos encontrar cientos de aplicaciones que nos ayudan a aprender primeros auxilios para animales (Pet first aid: for your dog ) y hasta recomendaciones de alimentación (iKibble free), aunque nada de esto reemplazaría jamás el ronroneo del gato al darnos la bienvenida a casa o el correr del perro moviendo su cola de felicidad cuando le dedicamos unas buenas horas de juego.

Autores

DonWeb