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La llegada del voto electrónico a Latinoamérica
Domingo, Marzo 9, 2014 - 23:31

Las democracias en desarrollo están buscando sistemas de gestión de elecciones más elaborados e integrados con un interés cada vez mayor en sistemas de votación en línea y de transmisión de resultados electrónicos para ayudar a mejorar la eficiencia y la transparencia.

Dejando a un lado las motivaciones políticas, la burocracia del estado y algunas tradiciones ‘republicanas’, el acto de votar  y elegir a nuestros representantes continúa aún siendo una práctica retrógrada, incómoda y que cada vez aleja más al votante de las urnas en muchos países de la región. Poco o nada se diferencian el ostracón griego del clásico voto de papel junto al lápiz grafito. Sin ser un experto en innovación del estado o gobierno electrónico, podemos decir que el sufragio universal debe adaptarse a las dinámicas y tecnologías propias de la economía digital que estamos viviendo y abandonar el papel, el lápiz y la urna.

Y no es una minoría la que se vería beneficiada por el voto electrónico. Solo este 2014, un 42% del total de la población mundial participará más de 40 elecciones nacionales. Estamos hablando de unas 2.959 millones de personas que podrán expresar su voluntad a través del voto para cambiar, o continuar, el panorama político global.

Los sistemas electorales deben evolucionan para obtener resultados más confiables, legítimos y auditables. Lamentablemente el voto electrónico no se ha consolidado como una fórmula para garantizar la transparencia de las elecciones. Sin embargo, 1.100 millones de personas votan por sus gobernantes electrónicamente, es decir, 35,5% de los votantes del mundo. Las buenas experiencia a lo largo del mundo hacen que continúe en aumento el número de gobiernos interesados en implementar dichas soluciones electorales.

Para abordar un plan nacional de tecnologías electorales, debe entenderse como un conjunto de innovaciones que apelan a una modernización del proceso y no sólo a un par de dispositivos que resulten atractivos. “Llevamos un proceso de modernización electoral. No se cambia el sistema de un año para otro. Se van introduciendo tecnologías en diferentes partes del proceso”, dice Mikel Irizar, vicepresidente Mundial de Marketing de Scytl, para AETecno desde el Mobile World Congress 2014.

Las democracias en desarrollo están buscando sistemas de gestión de elecciones más elaborados e integrados con un interés cada vez mayor en sistemas de votación en línea y de transmisión de resultados electrónicos para ayudar a mejorar la eficiencia y la transparencia.

Mientras que las democracias sofisticadas se están concentrando en establecer la infraestructura y la legislación necesaria para apoyar la implementación del voto en línea a distancia para ayudar a aumentar el número de votantes.

En ese contexto, Latinoamérica no es la excepción. Incluso, figura como una de las regiones con mayor necesidad de apoyo tecnológico para proteger sus sistemas democráticos y por ello, avanza hacia la adopción del voto electrónico en lugar de las metodologías tradicionales y sus esperadas ineficiencias y vulnerabilidades.

En Latinoamérica, 9 naciones convocarán a sus electores a las urnas. En materia de avances tecnológicos, 2014 inicia con buen pie para el voto electrónico en la región: Colombia y Perú adelantarán pilotos para probar diversas tecnologías y seleccionar la que mejor se adapte a sus necesidades. Ecuador ya lo probó, mientras que Brasil, pionero del voto electrónico, una vez más desplegará su arsenal tecnológico. Por su parte, El Salvador y Panamá darán sus primeros pasos en la automatización. De los resultados de estas pruebas dependerá, seguramente, la extensión del voto electrónico dentro de estas naciones y a otros países vecinos.

Del papel a los bytes

Hasta ahora existen dos modos de voto electrónico. El primero es un quiosco o módulo que permite el voto electrónico, con reconocimiento de identidad y un PC estándar. Este sistema lo desarrolla Scytl “Pensamos que con ordenadores tradicionales, no hace falta tener un equipo o hardware caro dedicado al voto, el cual tienes que guardarlo, mantenerlo, ponerle baterías. El software hace la diferencia”, dice Irizar.

La manera, más sofisticada y resguardada, es la votación por internet. Este mecanismo es visto como el último paso en esta materia, haciéndolo adaptable incluso para plataformas móviles si se requiriera, por lo que se podría hacer desde cualquier parte. La urna electrónica, de hecho,  es identificada por Scytl como el paso intermedio hacia el voto por internet, el cual además facilitaría y brindaría la opción a los votantes que lo hagan desde el extranjero.

La ventaja de implementar esta tecnología es que “te permite en tiempo real conocer cuánta gente está votando, el perfil de esa gente”, además de actualizar la información a tiempo real para ir resolviendo las dudas según lo que esté solicitando la gente a través de redes sociales u otros medios”, dice el ejecutivo.

(Tecnología de Smartmatic utilizada en Ecuador)



En febrero pasado en Ecuador la comunidad pudo votar electrónicamente. El Consejo Nacional Electoral de Ecuador, implementó tecnología de la compañía Smartmatic para automatizar las elecciones en la provincia de Santo Domingo de Tsáchilas. “El voto electrónico utilizado en Santo Domingo de los Tsáchilas, además de seguro, permitió a los electores votar con facilidad. Esta tecnología que utilizamos ha sido probada en elecciones en otros países, lo que nos garantizó un proyecto exitoso”, explicó Alfredo Paredes, gerente del proyecto por parte del Consejo Nacional Electoral.

Tan sólo una hora tras haberse cerrado los centros de votación, el CNE pudo divulgar los resultados oficiales, por primera vez en la historia democrática del Ecuador.
Durante los días que antecedieron a las elecciones, las autoridades electorales organizaron tres  simulacros en 10 recintos electorales de Santo Domingo de los Tsáchilas. Dichos simulacros abarcaron tanto el voto electrónico como la transmisión de datos y contaron con la participación de votantes, partidos políticos, técnicos del CNE y personal de Smartmatic.

Además de proveer la tecnología, Smartmatic ofreció servicios integrales para garantizar el éxito del piloto, los que incluyeron: operación de un centro de soporte, configuración de las urnas electrónicas, capacitación, alistamiento de la infraestructura para garantizar el correcto procesamiento y resguardo de la información en el centro de totalización, entre otros.

En la medida que los países de la región incrementan sus esfuerzos para modernizar los procesos electorales, las iniciativas clave en 2014 incluirán una mejor integración de los procesos de gestión electoral, consolidación y transmisión de resultados, así como la visualización y el seguimiento de las finanzas de las elecciones.

Los pioneros: Brasil y Venezuela

El caso más avanzado lo protagoniza Brasil, nación pionera en su implementación (en 1996) y donde el nuevo sistema llega a la totalidad del electorado desde el año 2000. Ahora la nueva cruzada carioca apunta a la implementación de la autenticación biométrica del elector, la cual deberá llegar al 100% de votantes en 2018.

En segundo lugar está Venezuela, que aunque utilizó escáneres para el escrutinio de los votos en 1998, fue sólo a partir de 2003 cuando inició el proceso de automatización total. En 2004 el país hizo el primer referendo revocatorio en el mundo contra un Presidente, siendo también la primera elección nacional con máquinas de votación que imprimían comprobante de voto. Y en 2012 realizó la primera elección nacional en todo el mundo con autenticación biométrica del elector y la posterior activación de la máquina de votación.

El propio ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, líder y fundador del Centro Carter, dijo el año pasado que de los 92 procesos electorales que él ha monitoreado, “el venezolano cuenta con el mejor sistema del mundo”.


Más innovaciones en la región

El instituto francés de ciencia de la computación radicado en Chile, Inria, anunció en noviembre pasado la creación de la primera spin-off en el área del voto electrónico denominada E-Voting, un sistema que fue recientemente utilizado para votar el nuevo plan de desarrollo comunal de la Municipalidad de la Reina, y que actualmente, en alianza con Voto Ciudadano y Fundación Democracia y Desarrollo, entre otras organizaciones, que se usó para permitir el voto simbólico de los chilenos en el extranjero, en noviembre pasado.

(Tomás Barros de E-Voting)



“E-Voting es un sistema que brinda fuertes garantías de eficiencia y seguridad, incorporando los últimos avances en criptografía aplicada. El sistema garantiza que el voto sea secreto, y evita que una sola persona pueda acceder a los resultados o manipularlos. Además, permite que cualquiera audite el proceso, e incluso que el usuario pueda hacerle seguimiento a su voto”, explica Tomás Barros, encargado de E-Voting y director tecnológico de Inria Chile, Centro de Excelencia que desarrolla su misión en conjunto con nueve universidades nacionales, y en base al trabajo de equipos de investigadores franceses y chilenos del más alto nivel.

Una de las novedades de este sistema es que encripta el voto (lo codifica) en todo momento, permitiendo así que durante el proceso, y para cualquier persona, el contenido del voto sea secreto. Por otro lado, todos los algoritmos usados son públicos, lo cual posibilita que cualquier institución o persona pueda auditar el proceso e inclusive participar de algunas de sus etapas. El sistema brinda además la posibilidad, a través de la entrega de un número de registro, de que los mismos votantes auditen que su preferencia esté efectivamente siendo contabilizada, y que no sea modificada.

Mientras que en Perú Scytl abrió el Centro de Inteligencia y Desarrollo de Soluciones de Electoral (CIDSE), convirtiéndose en el primer Software Factory de Latinoamérica.

El centro de Perú desarrollará soluciones para el ámbito electoral en apoyo de las operaciones de Scytl tanto en la región como globalmente. Desde Lima, se aplicarán los procesos y las buenas prácticas acumuladas en más de 18 años de experiencia en el mercado así como las normas de calidad, seguridad en el desarrollo y manutención de proyectos de la empresa.

La inversión inicial asciende a US$10 millones, los que irán destinados para la primera fase del CIDSE y comprenderá tres años. Actualmente el centro cuenta con 60 empleados que ya han asistido con el desarrollo de sistema de gestión electoral de Ecuador, Costa Rica y México.

Uno de los principales desafíos que plantea la introducción del voto electrónico y por internet es la seguridad y la privacidad. Pensar en una mínima alteración por alguna manipulación o infiltración en el proceso electoral cuestionaría toda la elección, por lo que se debe actuar muy cautelosamente. Algo complejo en tiempos en que el espionaje cibernético ha colmado la agenda pública y la gestión a través de servidores comunes y corrientes podría una puerta abierta para intervenir y viciar el sufragio.

 

Autores

Pablo Albarracín y Héctor Cancino