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La NASA estudiará a astronautas gemelos por un año
Lunes, Marzo 30, 2015 - 08:30

Scott y Mark Kelly serán parte de un experimento que empezó esta semana, con uno de ellos espacio y el otro en la Tierra, y que dará pistas sobre la posibilidad de vivir en Marte.

No es frecuente tener un hijo astronauta. Pero los agentes de policía Richard y Patricia Kelly tuvieron a los gemelos Scott y Mark, quienes a sus 51 años serán los protagonistas de una historia que arrancó esta semana y que busca responder varias preguntas sobre una posible vida en Marte.

Este caso es paradigmático en la historia espacial y los convierte en la pareja ideal para comparar la manera como el entorno afecta el cuerpo humano e impacta la salud de dos personas genéticamente idénticas. “Una pregunta habitual es: ¿las enfermedades o los comportamientos se deben a nuestra naturaleza, a los genes, o se adquieren por el entorno en el que crecemos o las actividades que realizamos?”, dijo Craig Kundrot, científico que lidera el Programa de Investigación Humana de la NASA, al diario ABC.

El plan de la NASA está proyectado para 16 meses. Scott despegó ayer del cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) con destino a la Estación Espacial Internacional (ISS), situada a unos 400 kilómetros de la Tierra, junto con sus colegas rusos Mikhail Kornienko y Gennady Padalka. Allí vivirá 12 meses, mientras su hermano Mark, mayor por seis minutos, permanecerá en la Tierra sometiéndose a pruebas médicas.

Pero ¿qué nos pueden decir dos astronautas gemelos sobre la vida en el espacio? Los estudios se centrarán en cuatro áreas que apuntan a descubrir la evolución en la salud de ambos: la fisiología humana (para estudiar los cambios musculares), el comportamiento (cómo influyen la percepción sensorial y el razonamiento), la microbiología (estudiada en la dieta de ambos) y estudios genómicos (cambios en los genes y las células). Para evaluarlo tomarán muestras de sangre, saliva, orina y heces.

La ciencia ya conoce algunos efectos de la estancia prolongada en el espacio, como la pérdida de volumen muscular, el desgaste de los huesos, dificultades para mantener el equilibrio y trastornos en el sueño debido a la variación del ciclo circadiano.

Sin embargo, los investigadores confían en que la duración de esta misión y la posibilidad de cotejar los resultados entre gemelos aporte muchas más claves. Por ejemplo, podría arrojar datos útiles sobre los cambios en el ADN, las implicaciones en procesos relacionados con el envejecimiento, los efectos sobre las bacterias que habitan en el tracto digestivo y que son fundamentales en la digestión, y los cambios en el sistema cardiovascular y en la circulación de fluidos, que tienen consecuencias como pérdida de visión y desarrollo de enfermedades.

“Durante la misión de los gemelos vamos a estudiar la actividad de los telómeros de los astronautas. Son los extremos de los cromosomas y ofrecen mucha información sobre el proceso de envejecimiento. Se acortan a medida que envejecemos”, aseguró Susan Bailey, una de las científicas de esta misión, al diario El Mundo.

Comparar los resultados será un reto técnico. Scott deberá tener en cuenta el calendario de entrada y salida de las naves para tomar sus muestras de sangre y enviarlas a la Tierra.

El viaje también remite a la paradoja planteada por Albert Einstein, quien señalaba que si un hermano gemelo viajaba al espacio a una velocidad similar a la de la luz y su hermano se encontraba en la Tierra, el hermano que estuvo en el espacio luciría más joven a su regreso.

Hasta ahora, el récord de permanencia en el espacio lo tiene el ruso Valeri Poliakov, quien pasó 437 días en la estación espacial Mir durante los años noventa. Lo siguen Sergei Avdeyev (380 días), Vladimir Titov y Musa Manarov (ambos con 365 días).

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ELESPECTADOR.COM