El cerebro electrónico procesador de datos y de procedencia alemana llegó a Chile en 1962 y aunque no fue el primer computador en el país, sí sentó un importante precedente para la formación de los primeros ingenieros especializados.

Santiago. Aunque el primer computador traído a Chile en 1961 fue uno que prestaba funciones aduaneras en su limitada memoria y ocupaba una habitación completa, el siguiente peldaño fue más ambicioso. Fabricado por la empresa alemana Standard Elektrik Lorenz, el ER-56, familiarmente llamado "Lorenzo", fue traído por la Universidad de Chile en diciembre del año siguiente. Celebra así medio siglo de vida en la Escuela de Ingeniería de la casa de Bello como un aporte fundamental para el desarrollo de la era informática en nuestro país.

Conocido entonces como un cerebro informático, el ER-56 contaba con una formidable memoria de tres mil palabras de siete dígitos y un lector de cintas de papel perforado, único idioma común entre hombres y máquinas por entonces.

Los encargados de escogerlo fueron parte de una comisión presidida por Joaquín Cordua, director del Instituto de Investigaciones y Ensayes Eléctricos (IIEE) de la casa de estudios. Por su parte, el profesor Guillermo González impartió cursos de capacitación, escribió los primeros apuntes y viajó a Alemania, junto con Jean Marie de Saint Pierre del IIEE y José Dekovic del CEC.

Para la ocasión, "Lorenzo" mostró su capacidad calculando en medio de un segundo qué día cayó el 18 de septiembre de 1810 o cuánto pueden ganan 30 empleados de una tienda en un mes de trabajo, por ejemplo, labores que para la época eran un fenómeno de proyecciones insospechadas.

Durante sus 5 décadas de vida, "Lorenzo" ha prestado servicios procesando información hidrológica y estudios de energía en Endesa, analizando recursos de agua para la Dirección de Riego o interpretando mediciones de terreno para determinar yacimientos en la ENAP, además de otras labores para Vialidad y la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.

Según explica el profesor Juan Álvarez Rubio, del mismo departamento de Ciencias, fue el uso de este computador el que detonó la incorporación de la informática en los planes de estudios y la formación de ingenieros en éste ámbito.

Finalmente, el trabajo formal de "Lorenzo" terminó a mediados de los años 70 luego de varias actualizaciones y de ser reemplazado por una pieza IBM/360-40. Convertido en una reliquia que es visitada con fines didácticos, hoy celebra el cumpleaños de su bienvenida, la de un viejo crack que marcó un antes y un después en la experiencia tecnológica de nuestro país.