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Los planes del nuevo líder regional de las firmas de telecomunicaciones
Miércoles, Febrero 15, 2012 - 16:20

De proteccionismos, monopolios, impuestos, 4G y nuevas regulaciones, entre otras materias, habló con AETecno el nuevo secretario Ejecutivo de la Ahciet, gremio iberoamericano que reúne a más de 50 grandes empresas del sector telecomunicaciones.

Hace un par de años el chileno Pablo Bello encabezaba el debate en el país sudamericano sobre qué norma de TV digital se debía adoptar. Finalmente se eligió la japonesa-brasileña (ISDB-Tb), pero Bello, quien era subsecretario de Telecomunicaciones en ese entonces, no pudo seguir trabajando en su implementación (hecho que aún no ocurre), pues dejó el gobierno tras la llegada al poder del conservador Sebastián Piñera.

Tras radicarse un año en Madrid para estudiar en la Escuela de Negocios Esade, el también economista asumió recientemente como secretario Ejecutivo de la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (Ahciet), lugar desde donde está promoviendo los principales debates regionales en lo que respecta a regulación del sector.

En conversación con AETecno, Bello aborda la agenda del gremio, el proteccionismo de América Latina, los monopolios en el sector y la necesidad de impulsar rápidamente el 4G en la región.

- Entiendo que hace poco definieron la agenda de la Ahciet. ¿Cuáles son los puntos más relevantes?

- Nuestro rol es generar un diálogo público-privado para poder impulsar el desarrollo de las telecomunicaciones. Para ello, tenemos una agenda de trabajo orientada a cuatro ámbitos que se complementan. En primer lugar, queremos consolidar en América Latina la importancia estratégica de las Tecnologías de la Información (TICs) como un factor fundamental de desarrollo. Los otros tres temas también son muy relevantes (derivan del primero) y uno de ellos tiene que ver con el despliegue de infraestructura, es decir, para poder cerrar la brecha digital en América Latina se requiere inversión que pueda traducirse en redes de telecomunicaciones de alta capacidad; otro aspecto relevante, es el espectro radioeléctrico pues la región aún está muy por debajo de Europa y los países más desarrollados en materia de asignación de espectro para servicios de telecomunicaciones; y un último tema, tiene relación con la tributación, ya que en algunos países hay mucha presión.

- ¿Hablamos de una baja de impuestos en ese último punto?

- Lo que pasa es que, por ejemplo, en Brasil casi el 50% del precio final a público de los servicios de conectividad de internet, tienen que ver con impuestos que se dividen a nivel nacional, federal y local. Entonces, si uno compara los precios en América Latina con otros países, se da cuenta que son un poco más altos y nuestra idea es que la tendencia vaya a la baja con una mayor competencia y las nuevas posibilidades que brinda la tecnología. Pero también lo que nostros pedimos es que los gobiernos hagan de su parte y no vuelvan más caros los costos de las prestaciones, tanto para el acceso a internet y telefonía, como para los dispositivos como computadores, donde algunos países tienen aranceles muy altos para las importaciones.

- ¿Como Argentina y su industria ensambladora de tecnología en la Patagonia?

- Efectivamente. Tratan de que se produzca internamente, pero no están las economías de escala suficientes, y en definitiva son los consumidores los que terminan pagando los precios más altos por los computadores y servicios de conectividad. Entonces, lo que nosotros estamos haciendo es una revisión de las estructuras tributarias en América Latina y estamos conversando con los gobiernos para que hagamos todos un esfuerzo.

- En términos tributarios, ¿qué es lo que busca concretamente la Ahciet? ¿Un marco rígido como el chileno u otro adaptable como el uruguayo, argentino y brasileño?

- Lo fundamental es que las estructuras tributarias favorezcan los menores precios, en términos tanto de dispositivos (computadores y teléfonos, por ejemplo), como de conectividad. Para ello, lo que se requiere es que ojalá las estructuras tributarias sean lo más reducidas posibles, tomando en consideración evidentemente lo que son las necesidades de financiamiento de los gobiernos. La industria no pide en ningún caso exenciones tributarias especiales ni tratamientos asimétricos a su favor, lo que se está planteando es que no sea al revés, que no se cargue en forma desmedida tributariamente a las empresas de telecomunicaciones, pues eso finalmente termina afectando a los consumidores.

Los mecanismos proteccionistas de Brasil y Argentina, lo que en definitiva hacen a través de la vía arancelaria es dificultar el ingreso de tecnología. Básicamente esos países están orientados a que se produzca internamente...

- Claro, y ahí hacen exenciones de impuestos también...

- Efectivamente, hacen exenciones de impuestos a quienes se instalan a producir en esos países, pero el problema es que dificilmente se logran las economías de escala que tienen países que se han especializado en este ámbito como China, Corea e India, y por tanto, los precios finales terminan siendo igualmente más caros a pesar de las exenciones.

- ¿Pero abandonar esa senda no condena a América Latina a ser un mero consumidor de tecnología? Quizás el camino está en incentivar la industria y esperar que madure para que genere innovación y economías de escala que repercutan en los precios...

- Yo tengo la convicción que es mucho más relevante el lograr usos intensivos de las TICs para todos los procesos productivos, que lo que se puede lograr por el desarrollo de una industria que requiera protección y mecanismos fiscales de beneficios. Es decir, es mucho más importante que los países sean capaces de incorporar las TICs y desarrollar gobiernos electrónicos, comercio digital, etcétera, que introducir routers u otros dispositivos, porque estamos hablando ahí de manufactura, ni siquiera estamos hablando de inversión en ciencia y tecnología. No aportan mucho valor agregado. Entonces, en nuestra visión, que es lo que ocurre en Chile por ejemplo, el uso intensivo de las TICs en los ámbitos productivos, educacionales y de servicios públicos, generan aportes para la economía nacional y el desarrollo regional, que son mucho más valiosos que tener una política proteccionista que permita desarrollar, parcialmente además, un sector. 

- A propósito del eterno debate sobre el rol de lo público y privado en la región, hace poco Brasil propuso en el UNASUR la creación de un anillo de fibra óptica sudamericano y el debate gira en torno a si debe ser público, privado o mixto. ¿Qué visión tiene la Ahciet al respecto?  

- Nostros en Ahciet tenemos operadores públicos y privados, por lo que debemos representar la visión de ambas partes. Ese es uno de nuestros valores, pues representamos de forma transversal a la industria. Dicho aquello, creemos que mientras más abiertas sean las iniciativas que se plantean desde los estados es mucho mejor. En general, la región debiese tener una posición muy pragmática y ver cuál es el mejor instrumento para resolver los desafíos de conectividad que indudablemente siguen existiendo en América Latina, donde países como Bolivia y en menor medida Paraguay, tienen severos problemas de conectividad. A nosotros nos gustaría que se hicieran convocatorias mucho más amplias y se pudiera participar de forma competitiva entre los distintos operadores, para lograr mayor eficiencia, menores costos y evitar que se generen monopolios. No me gustan los monopolios, ni públicos ni privados...

- A propósito de los monopolios, recientemente se sumó a la Ahciet la empresa América Móvil, operador que tiene un gran monopolio en México. ¿El gremio promoverá debates para terminar con este tipo de figuras económicas y fomentar así la competencia entre los diversos actores?

- Ahciet es una asociación que tiene una representación evidentemente muy amplia y de hecho tenemos algunos operadores, ya sean públicos o privados, que tienen un posición de dominancia en sus respectivos países. Nuestra aproximación en términos generales, es que nuestros consumidores están más beneficiados en la medida que los mercados sean más competitivos, y parte de lo que nos hemos planteado como agenda de trabajo es precisamente que los marcos regulatorios de los países sean favorables para el desarrollo de las inversiones de los diversos operadores. 

- A su juicio, ¿los Operadores Móviles Virtuales (OMV) dinamizan el mercado?

En general yo diría que son actores de caracter complementario que tienen una orientación escencialmente comercial y no de desarrollo de infraestructura. Desde ese punto de vista pueden generar alternativas comerciales importantes y eso siempre es bienvenido. Pero lo fundamental en América Latina es que se pueda seguir desarrollando infraestructura de redes y que haya más competencia en alternitivas tecnológicas distintas.

El debate sobre la banda 700MHz. Hace pocos días el ministro de Comunicaciones de Brasil, Paulo Bernardo, mantuvo firme la desición de continuar con la dilatoria en lo que respecta a la entrega de la frecuencia de 700MHz, descartando la posibilidad de analizar nuevos usos del espectro en el corto plazo.

"Todo el mundo está interesado en 700MHz. Las radiodifusoras y televisoras la quieren; los operadores la quieren... Tenemos que llevar adelante este tema con mucho cuidado", dijo Bernardo. Pese a ello, las empresas de telecomunicaciones siguen firmes en dinamizar este debate pues dicha banda les permitirá optimizar sus servicios 4G en la región.

Según Pablo Bello, "si queremos consolidar un círculo virtuoso, se requiere que compitan diversas tecnologías como las alámbricas e inalámbricas (4G), y ahí la asignación de espectros es fundamental".

El secretario Ejecutivo de la Ahciet asegura que los estudios así lo confirman. De hecho, junto a la GSM Association (GSMA) prepararon un informe donde se revela una alta valoración social en América Latina para que se asigne rápidamente la banda de 700MHz para servicios de conectividad.

"Lo que estamos planteando es que en los países en los cuales hay disponibilidad en esas bandas, ojalá en el presente año ya se puedan hacer los llamados a concurso para que se puedan implementar las tecnologías 4G en el acceso inalámbrico móvil de América Latina".

- Pero, por ejemplo, en Brasil el debate sobre la banda de 700MHz se dilata pues aún no se define si lo ocuparán las radiodifusoras, televisoras u operadores de telecomunicaciones...

- Sí, se debe resolver en América Latina a quién se privilegia la asiganción de esta banda. Es muy importante, porque al ser una banda de frecuencia baja tiene mucha capacidad de propagación y, por lo tanto, es ideal para poder cubrir bastos territorios y sectores rurales de la región. Lo que se discute es si se asigna para tener más canales de televisión o para conectividad. Nosostros hemos hecho un estudio conjuntamente con GSMA que permite hacer una valoración respecto qué es más conveniente para los países y nostros tenemos la convicción que asignar este espectro para conectividad a banda ancha móvil es, indudablemente, mucho más valioso que asignarlo para televisión... la televisión del futuro seguramente va a ir también sobre banda ancha, entonces, es de sentido común.

- En Brasil el gobierno ha dicho que el debate sobre el uso de esa banda está congelado hasta que se complete la digitalización de todos los canales brasileños, lo que debería ocurrir en julio del 2016. En ese sentido, ¿cómo lo hará la Ahciet para promover un debate más rápido?

A nosotros nos interesa un debate amplio con los actores políticos, pero también con los actores sociales. Nos interesa que la ciudadanía también valore de forma adecuada la conveniencia de que exista mayor oferta de internet a mejores precios, como un factor fundamental para el desarrollo de América Latina. Y por tanto, en el caso de Brasil, como en muchos otros países de la región, es un tema que está en la agenda y que estamos conversando con ellos.

Autores

Sergio Jara Roman