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¿Por qué una empresa de realidad virtual vale US$2.000M?
Jueves, Marzo 27, 2014 - 11:31

El anuncio de Facebook de que adquirirá la empresa Oculus por ese valor reavivó el interés y debate sobre esta tecnología.

Basta ver las reacciones de las personas que prueban el Oculus Rift para hacerse una idea de para qué sirve este aparato, que se coloca en la cabeza y pesa como un gran libro de tapa dura. Básicamente, el producto estrella de la empresa californiana de realidad virtual Oculus VR, que Facebook comprará por US$ 2.000 millones, utiliza una pantalla HD muy cerca de los ojos del usuario y sensores que siguen el movimiento de la persona.

En esa pantalla aparece el mundo virtual creado por computadora, y los sensores permiten que el usuario lo vea incluso cuando mueve la cabeza. Así, el dispositivo logra que este se sienta inmerso en ese mundo virtual. Es decir, no solo puede verlo, sino estar dentro de él.

Según el nivel de inmersión, el usuario puede interactuar con el mundo virtual que lo rodea, e incluso existe la posibilidad –o al menos la intención- de reproducir todos los sentidos, no solo el de la vista y la audición. Esta es una de las posibilidades de la realidad virtual, que desde sus comienzos funciona de forma similar en los diferentes headsets (por ejemplo, en el que Sony lanzó recientemente).

Según los creadores de Oculus, su dispositivo potencia la sensación de inmersión debido a una “latencia baja”, es decir, que no hay atraso entre el movimiento de la cabeza en la vida real y la visión dentro del juego; y una “baja persistencia”, lo que significa que las imágenes no se ven borrosas debido al movimiento al mirar, informa The Independent.

 

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Sin embargo, hay quienes sostienen que el Oculus Rift podría ser el producto que ayude a despegar finalmente a esta tecnología, que nació entre los brazos de la ciencia ficción y que de a poco se acerca más al mundo real.

En concreto, el Oculus Rift permite una experiencia inmersiva en tres dimensiones, especialmente pensada para videojuegos. Sin embargo, la compañía de Marck Zuckerberg aclaró que los juegos son solo el comienzo, y que en el futuro la usará en otras áreas, como los medios de comunicación, la educación y el entretenimiento.

Según dijo Zuckerberg cuando realizó el anuncio de la nueva adquisición, esta tecnología es capaz de revolucionar la forma en que las personas interactúan online y será un insumo más para su ambicioso plan de conectar a todo el mundo.

“Oculus tiene el potencial de ser la plataforma más social que haya existido”, dijo el fundador de Facebook, e invitó a los espectadores a imaginarse “no solo compartiendo momentos con sus amigos, sino experiencias enteras”, publica Mashable.

Los otros mundos

La tecnología de realidad virtual es la puerta de entrada a infinitos mundos. “El único límite es la imaginación”, sostuvo la vicepresidenta de Facebook, Nicola Mendelsohn, en el evento FT Digital Media en Londres. “Tan solo imagínense sentados en un partido de fútbol, pero sin estarlo. Están en sus casas y están disfrutando del contenido a través de Facebook, a través de la tecnología de Oculus”, dijo Mendelsohn como ejemplo, recoge The Next Web.

Otro escenario posible podría ser en el campo de la medicina. La realidad virtual podría, por ejemplo, permitir a un usuario conversar con su médico incluso estando en diferentes lugares. O en educación: un usuario podría “ir a clase” sin moverse de su casa.

Por ahora, Oculus Rift permite experiencias de juego y ver películas en 3D con un ángulo de visión de 360 grados, pero ese parece ser solo el primer capítulo de la historia.

Pero ante el gran objetivo de Facebook de permitir que la gente interactúe entre sí gracias a esta tecnología, algunos se preguntan si la misma no provocará todo lo contrario, es decir, que cada uno se meta en su propio mundo. Los más optimistas, sin embargo, podrían ver a herramientas como esta como una manera de desarrollar empatía por el otro, ante la posibilidad de “vivir” en su mundo al menos por un rato.

La plataforma de pasado mañana

Para Facebook, esta será la “próxima gran plataforma”. Sin embargo, tal vez no sea la tecnología de mañana, sino la que va después de eso. Es decir, no es una apuesta tan directa como la de WhatsApp para ponerse a tiro con el mundo móvil, sino una que vislumbra un futuro bastante más lejano.

Pero además de las promesas, Oculus ha sido criticado por “venderse” al gigante Facebook (sobre todo por parte de los primeros entusiastas que lo apoyaron cuando era tan solo un pequeño proyecto en Kickstarter), y por el recelo que suele generar la red social de Zuckerberg por ser afín a los avisos y a colectar información de sus usuarios. Además, hay quienes no terminan de entender cómo funciona esta tecnología y se preguntan quién querría usar ese aparato además de para divertirse un rato jugando.

Más allá de los discursos, poco se sabe del futuro de la nueva adquisición de Facebook, cuyo producto –que todavía no está a la venta– promete ser un boleto hacia otros mundos.

Autores

Cromo - El Observador