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¿Cuál es el panorama de la mujer trabajadora en Egipto?
Viernes, Junio 17, 2016 - 19:44

De acuerdo con un sondeo oficial del Centro de Encuestas de Opinión Pública de gabinete egipcio realizado en el 2010 y vuelto a emitir en el 2016, el 87% de los hombres y el 78% de las mujeres del país árabe más populoso prefieren a las amas de casa sobre las mujeres que trabajan, si la situación económica de la familia es buena.

Cada mañana de día hábil en Egipto, las calles, las estaciones de autobuses, los microbueses de pasajeros y los vagones de metro están llenos de mujeres que salen a trabajar en una comunidad dominada por hombres que prefiere a las amas de casa sobre las mujeres que trabajan.

De acuerdo con un sondeo oficial del Centro de Encuestas de Opinión Pública de gabinete egipcio realizado en el 2010 y vuelto a emitir en el 2016, el 87% de los hombres y el 78% de las mujeres del país árabe más populoso prefieren a las amas de casa sobre las mujeres que trabajan, si la situación económica de la familia es buena.

"Prefiero que mi esposa se quede en casa y que no salga a trabajar. En general, que una esposa se quede en la casa es mucho mejor debido a los degradantes modos de hoy y a la falta de respeto entre las personas, lo que hace que un esposo se preocupe por el lugar de trabajo de su esposa", dijo Ashraf Ibrahim, un hombre casado de 36 años y con hijos, en una estación de autobuses de la provincia de Giza cerca de la capital, El Cairo.

Ibrahim sigue pensando que el trabajo de una mujer es útil siempre y cuando trabaje en un ambiente seguro "como el de maestra de escuela, enfermera en un hospital, etc".

Pero Hany Victor, farmacéutico, tiene una opinión diferente pues cree que las mujeres tienen derecho a trabajar y a no ser sólo amas de casa. "¿Para que las educan? Si una mujer es educada, culta y civilizada, ¿por qué tiene que quedarse en casa?"

El sondeo señala que el 95 por ciento de los hombres y el 98 por ciento de las mujeres considera importante que una mujer complete la educación secundaria, pero el porcentaje baja en relación con la educación universitaria con 80 por ciento de hombres y 88 por ciento de las mujeres que creen que una mujer debe recibir educación superior.

"Mi madre era empleada y nos crió a todos con educación. El deber de la mujer no se limita a la cocina y la cama. Es humillante. Una mujer tiene los mismos derechos que un hombre y tiene derecho a establecerse", dijo a Xinhua el joven de treinta y tantos años.

De acuerdo con el sondeo, la mayoría de los hombres egipcios rechazan a mujeres en empleos masculinos. El 71% de los hombres y el 43% de las mujeres rechazan a una mujer como jefa de Estado.

"Esto es un reflejo de la esquizofrenia de un país en el que las mujeres constituyen el 30 por ciento de la fuerza laboral oficial y el 70 por ciento de la no oficial. Casi todos los hogares de Egipto tienen una mujer que trabaja", dijo a Xinhua Nehad Abol-Komsan, directora del Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres (CEDM).

Abol-Komsan señala que los egipcios se oponen en teoría al trabajo femenino, pero que la realidad es diferente.

"A las mujeres no les disgustaría quedarse a descansar en su casa, pero no hay garantías en cuanto a los derechos financieros de una mujer desempleada si se divorcia. ¿Qué haría una mujer si su esposo muriera en una sociedad que no ofrece ningún derecho o garantía?", preguntó.

También dijo que no culparía de esto a la sociedad "dominada por hombres" porque hay mujeres que se oponen con firmeza a los derechos de las mujeres y recordó que el 78 por ciento de las mujeres prefieren un ama de casa sobre una mujer que trabaja.

Hala Yassin, maestra de cuarenta y tantos años, dijo que si el trabajo de una mujer casada afecta sus deberes en el hogar, entonces lo mejor es quedarse en su casa.

"Yo he trabajado durante 22 años como maestra y logré equilibrar el trabajo con los deberes en el hogar", dijo Yassin a Xinhua, e indicó que la ley la ayudó porque cuando sus hijos eran pequeños ella trabajaba medio tiempo y recibía la mitad del salario con lo que podía atender su casa y aún así mantener su empleo.

Un taxista viejo de una de las concurridas calles de El Cairo, dijo que su generación aprendió de sus abuelos que lo mejor es casarse con una mujer que se quede en su casa y no con una mujer que trabaje.

El profesor de sociología Ali Hassan de la Universidad Ain Shams considera que el sondeo es preciso y su interpretación es simple.

"En las sociedades pobres, los niños que no tuvieron la suerte de que sus madres hicieran un sacrificio y se quedaran en casa son en su mayoría niños de la calle, drogadictos, pacientes en clínicas psiquiátricas y personas con vidas miserables", dijo el profesor a Xinhua.

"Si la recompensa financiera es débil es mejor quedarse en casa", dijo el profesor Hassan. "Una mujer en casa es una especie de seguridad para sus hijos pues los hijos de las mujeres que trabajan están socialmente más sujetos a desviaciones, adicciones a las drogas y vagancia".

Imágenes | Pixabay

Autores

Agencia Xinhua