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Festividades corporativas: La mejor inversión
Viernes, Diciembre 21, 2012 - 13:07

Algunas empresas optan por realizar cenas navideñas, pasos de oficina y eventos masivos para hacer un balance anual de lo realizado por la organización. Estas actividades pueden ser un gran gasto económico, cuando no se ve como una inversión al potenciar el compañerismo, la fidelidad y la comunicación en un grato ambiente laboral.

Ya estamos en época navideña y muchas empresas han organizado eventos de fin de año para sus empleados. Estas instancias buscan preferentemente velar por el fortalecimiento de valores corporativos tales como la camaradería, colaboración, compañerismo y la lealtad. En algunos casos, se organizan con el propósito de realizar un balance final de la empresa y del desempeño colectivo.

Una cena navideña, un paseo de oficina o un asado en un restaurante pueden ayudar significativamente a la fidelización de los empleados hacia la compañía. El mes de diciembre es la fecha en donde las organizaciones permiten tomarse un respiro y realizar eventos que terminan por agasajar a los trabajadores. En este sentido, estas festividades son un preámbulo para lo que vendrá en navidad y año nuevo. La idea es festejar y divertirse, teniendo un momento especial con los colegas y en algunos casos, con los jefes.

Todos son iguales

No se trata de un encuentro laboral más, pues lo que buscan los directivos es generar un óptimo ambiente que promueva la integración y el esparcimiento. Se trata de fomentar la vinculación entre los colegas y con los jefes. 

Lo que hace de estas iniciativas un momento especial, es que todos son iguales y no existe un nivel jerárquico que determine la participación dentro de la celebración. Por lo menos, así debería ser, explican los entrevistados, si se espera generar un escenario de relajo y distintos al que se vive de forma corporativa. 

Por ello, en el espacio recreativo se debe optar por hacer sentir a los empleados un sentimiento de equipo y familia, en el que se rescaten valores importantes como la confianza y la fidelidad.

La consultora Adecco ha realizado estudios que revelan que el 72% de los trabajadores considera que las celebraciones mejoran las relaciones dentro de la empresa, lo cual reafirma que es una muy buena instancia para generar lazos internos que se ven traducidos en mayor productividad y compromiso.

Sin embargo, para escoger que es lo que se hará es necesario definir en un principio qué es lo que se desea transmitir a los trabajadores en las festividades.

Para Rodrigo Ramírez, socio de BW Comunicación Interna en Chile, “los mensajes y razones claras del por qué se celebra, consiste en que son prácticas esenciales para el éxito de una reunión de fin de año”, pues en estas fechas existe una gran falta de información en cuanto a lo que se hará, por qué se hará y dónde se llevará a cabo. Las decepciones pueden provocar que el evento no se realice tal como se había pensado.

Es por esta razón que es necesario tener una buena comunicación interna dentro de la empresa, en que se debe tener claro cuál es el motivo por el cual se realizan estas festividades y la forma en que se promocionará dicho evento. La comunicación debe disminuir la incertidumbre, entregando información a cada uno de los mandos dentro de la organización. El cómo dar a conocer la actividad, puede realizarse mediante informativos, correo electrónico, diario mural y reuniones que permitan la participación de todos los trabajadores.

Existen diversas causas por la que las empresas aceptan realizar estos actos. Las compañías optan por gastar dinero que muchas veces no está presupuestado en los dineros que se invertirán para establecer un espacio emocional donde se realicen balances, destacando los puntos positivos de los funcionarios y la compañía.

También se puede reconocer a los funcionarios y entregar premios por los valores corporativos de la compañía y hacer un balance en cuanto a lo que sucedió en el año, de forma de premiar los principales hitos y a personas destacadas.

¿Evento masivo o personalizado?

En ocasiones los dineros que se destinan para las celebraciones son grandes montos que los dueños invierten para que sus trabajadores sean premiados como corresponden. No se escatima en recursos, adornos ni premios para poder llevar a sus empleados la mejor alternativa de celebración. 

Un evento masivo puede ayudar a que los trabajadores observen la organización tal cual es, una empresa grande donde hay diversas áreas que terminan por colaborar en el desempeño eficaz durante la empresa. Según Nicole Papazian, jefa de Márketing de Adecco, “reunir a toda la organización en un solo evento ayuda a reforzar lazos entre diferentes áreas que siempre de una u otra forma terminarán trabajando juntas”.

El que sea un evento grande, no disminuye la interacción que existirá entre los trabajadores. 

Pero también es cierto que en ocasiones el dinero no es suficiente, y por diversos motivos se termina organizando un evento pequeño que logre cumplir con los objetivos de las empresas.

Un evento pequeño y personalizado puede terminar por no cumplir con todas las expectativas alcanzadas por los trabajadores. La crisis financiera en este sentido, puede provocar que en estas fiestas no se lleven a cabo por falta de presupuesto. Aún asi es necesario, según consultores de comunicación, realizar una festividad a los trabajadores en la época final del año.

Para Soledad Villarruel, directora de Recursos Humanos de Level, “es importante transmitir el mensaje de unión dentro de la compañía, más allá de que durante el año existan objetivos encontrados propios de los controles por oposición, pero en la fiesta, como decía anteriormente, somos todos colegas”.

Para Ramírez, el tomar esta decisión también depende de los objetivos que la empresa defina y planifique.“Si el valor corporativo por excelencia es la integración, probablemente la organización reúna a la mayor cantidad de colaboradores en un gran evento y quizás los junte en mesas aleatorias a su departamento o área”.

El impacto en Latinoamérica

En la región, las empresas optan por aumentar cada año el presupuesto para fin de año. Los directivos están conscientes de la importancia de las consecuencias del clima organizacional, y que por ello representa un acto que cada vez convoca a más trabajadores.

Las celebraciones de fin de año son actividades valoradas por los trabajadores y que están instauradas en la sociedad, por lo que si no se llega a realizar en un año específico, podría dañar las relaciones que se han construido durante todo ese tiempo. Cada vez más las empresas se están preocupando más de hacer eventos más grandes, en mejores lugares y con mayor producción, porque es un beneficio para todos.

Ramírez dice que dentro de la región las empresas prefieren diferentes opciones para compartir. En Chile son habituales los paseos de oficina. "Se trata de un día libre para toda la organización (generalmente viernes), donde van a algún lugar que puede ser un club de campo, quinta o centro de diversión, donde se realizan actividades lúdicas, se come y se baila, todo financiado por la compañía”, menciona.

Mientras que en Argentina y Uruguay, las celebraciones corporativas están asociadas a realizar una parrillada. “Prefieren una buena parrillada en lugares como salones y centros de eventos o en la propia oficina. No se ocupa la alternativa de los paseos de oficina”.

Autores

Daniel Fernández