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Mujeres del Canal de Panamá trabajan orgullosas en "un mundo de hombres"
Domingo, Agosto 24, 2014 - 11:04

Aunque las mujeres siguen siendo minoría y solo suponen 15 por ciento del total de 10.000 empleados, trabajan en prácticamente todas las áreas, "ensuciándose las manos" y a menudo en cargos de responsabilidad y liderazgo.

El Canal de Panamá se puede preciar al cumplir su centenario de haber facilitado el acceso de muchas panameñas a profesiones que parecían vetadas para las mujeres, algunas de las cuales están en la administración de la vía interoceánica al mando de batallones de hombres.

Las mujeres siguen siendo minoría y solo suponen un 15 por ciento del total de 10.000 empleados del Canal de Panamá y un 2 por ciento en las obras de ampliación, pero trabajan en prácticamente todas las áreas, "ensuciándose las manos" y a menudo en cargos de responsabilidad y liderazgo.

"Soy una mujer en un mundo de hombres", asegura Diana Vergara, la gerente ejecutiva de Recursos de Tránsito del Canal de Panamá, que con 2.246 empleados a su cargo es el departamento más grande de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y se encarga de la atención a las embarcaciones que pasan por las esclusas.

Vergara, que ha trabajado 23 años en la ACP en distintas posiciones, coordina el desplazamiento de prácticos y capitanes, y es responsable de la compra de combustible y de las lanchas de transporte acuático, entre otras responsabilidades.

Su trabajo "requiere bastante energía y responsabilidad" porque "en el Canal hay retos a diario", dice Vergara a Efe, al remarcar que debe asegurar "que la operación se dé de forma expedita y sin interrupciones".

Con lo más difícil que le ha tocado lidiar, relata, han sido las negociaciones de convenios colectivos "sin que se afecte la operación" del Canal.

A Vergara le gusta y considera fundamental para el éxito "hablar con la gente, estar en el campo y ver las cosas de raíz, no esperar en la oficina a que lleguen los informes".

Asegura que, aunque "siempre se cuestiona la fortaleza y la inteligencia de la mujer en un mundo machista", sus experiencias como trabajadora del Canal le proveyeron "fortaleza para demostrar que las mujeres podemos ser iguales o mejores que los hombres".

Vergara confiesa que su vida cambió cuando hace tres años cayó en coma durante 15 días y sus compañeros se volcaron con ella.

"Veo mi trabajo como algo muy mío, que me enorgullece, que me hace feliz, con los logros de un equipo de trabajo que se esmera por hacerlo mejor, que uno no está solo. Es muy bonito contar con amistades en el grupo de trabajo", expresa.

Una de las primeras mujeres en graduarse como trabajadora de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el año 2000, fue la electricista de las esclusas de Miraflores Cornelia McDonal, quien anteriormente se había desempeñado en diferentes puestos cuando la vía era administrada por EEUU.

El Canal de Panamá, construido y administrado por los Estados Unidos entre 1903 y 1999, está bajo soberanía plena de Panamá desde el 31 de diciembre de 1999, de acuerdo con los tratados Torrijos-Carter que también pusieron fin a la presencia militar estadounidense en el país centroamericano en esa fecha.

McDonal empezó a trabajar en la zanja interoceánica en 1992 como operadora de teléfonos, luego pasó a ser oficinista en uno de los departamentos de recursos humanos y posteriormente se matriculó en un programa de escuela de aprendices.

El programa impulsaba que las mujeres que trabajaban en el Canal pudieran aspirar a posiciones no tradicionales, "ensuciándose las manos".

"Me entusiasmó", recordó McDonal, quien explica a Efe que entonces estudiaba estadísticas y ciencias de computación pero fue seleccionada para electrónica y electricidad y acabó graduándose en la primera promoción para trabajar como electricista.

También ha sido inspectora de mantenimiento y planificadora de proyectos en el grupo de análisis en las esclusas de Miraflores realizando análisis de tendencias en el comportamiento de los equipos para prever problemas.

En el Canal, recuerda McDonal, ya había mujeres antes de pasar a manos panameñas. "Los hombres (del Canal) -explica- estaban más acostumbrados a tener compañeras y siempre tratan de ayudar. Es normal para ellos, que están un poco más acostumbrados que en el resto del país".

"Es gratificante cómo las mujeres estamos participando" en la ampliación del Canal, dice a Efe una de las principales jefas de ese proyecto, Ilya Marotta.

Como vicepresidenta ejecutiva de Ingeniería y Administración del Proyecto de Ampliación, Marotta lidera un equipo de 600 personas que trabajan en ingeniería, construcción, asuntos legales, contabilidad, seguridad y ambiente.

Durante 29 años trabajando en el Canal también ha pasado por diferentes áreas y ha desempeñado variadas funciones. En 2006 y 2007 participó en la elaboración del plan maestro de desarrollo que fue propuesto a referéndum.

Explica que aunque todavía la presencia de las mujeres es reducida, están "en todas las áreas" y hay pilotos, capitanas, ingenieras, supervisoras de calidad y, sobre todo, en seguridad.

Según Marotta, "los problemas de ingeniería tienen solución, los contractuales humanos son más complicados, la parte humana es la parte más difícil de llevar, lo técnico es más fácil".

Autores

EFE.