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RetiDiag: la startup chilena que quiere acabar con la ceguera por diabetes
Lunes, Diciembre 15, 2014 - 16:06

Este emprendimiento consiste en una plataforma que recopila fotografías de retinas de pacientes, que son evaluadas remotamente por especialistas.

Cada vez más, la tecnología y la medicina comienzan a unirse para resolver problemas en todas partes del mundo. Algunas veces es por medio de nuevos equipos mientras que en otras veces, la solución va más allá.

Este es el caso del emprendimiento chileno RetiDiag, que si bien funciona en base a tecnología y cámaras especiales, tiene como especial objetivo servir como una plataforma que pueda diagnosticar más rápido a pacientes de diabetes que puedan desarrollar ceguera.

En AETecno.com hablamos con el creador de este sistema, Juan Alejandro Contreras, que ya ha evaluado a 12.000 pacientes diabéticos, que pertenecen a la atención primaria de salud en Chile.

- ¿Cómo es el proceso para hacer un diagnóstico a través de RetiDiag?

Lo que nosotros hacemos es asistir a los consultorios de ciertos municipios para capturar fotografías de la retina de los pacientes diabéticos, y esas imágenes se evalúan de manera remota por oftalmólogos, independiente del lugar del mundo donde estén. Finalmente llega un reporte al mismo consultorio, indicando quienes están en riesgo de ceguera versus los que no.

- ¿Qué tipo de cámaras usan para estos diagnósticos? ¿Son especializadas?

Usamos unos equipos portátiles llamados cámaras no midiátricas, especializados para la oftalmología y que toman fotografìas de la retina. Pero en sí estos equipos no son nuevos. Nuestra innovación es llegar a una serie de pacientes que dependen de los consultorios, con un proceso que en su conjunto les permita abaratar los costos y tener una evaluación abordable.

- ¿Cuánto demora el ciclo de diagnóstico desde que el paciente va al consultorio hasta que llega el resultado?

Desde la captura de la fotografía, hasta que regresa al lugar es menos de una semana. Tenemos unos tiempos variables entre 48 y 72 horas, entre que de la vuelta completa con el diagnóstico de los pacientes.- ¿Y cuánto demoraría este proceso normalmente? En el mismo centro, pero sin este sistema.En la práctica lo que sucede es que ese paciente diabético tiene dos opciones: o paga en forma privada para evaluarse con un médico de forma particular, o espera a que el consultorio le preste esa solución. Y la realidad, es que en el sistema de salud primaria, que son estos recintos llamados consultorios, eso no ocurre. Osea, el paciente o espera años, o paga el precio que corresponde a una atención particular.


- Hasta el minuto han atendido en diferentes tipos de centros. ¿En qué partes de Santiago y de otras regiones de Chile han implementado este servicio?

Estamos en CESFAM de comunas de Santiago, como Peñalolén, Ñuñoa, Lo Prado, Calera de Tango, Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura. En regiones, Nueva Imperial, Osorno, Huasco, Licantén, etc...El espectro va desde este último lugar, que es netamente rural, a una población de adultos mayores en comunas más grandes y con más recursos. Este problema está en todo ese espectro.

Hasta ahora hemos evaluado a 12.000 pacientes diabéticos, que pertenecen a la atención primaria de salud en Chile.

- ¿Cuál es el público al que buscan llegar con este servicio, o que se ve más vulnerable a este problema?

La estadística hoy día revela que la diabetes sigue siendo la primera causa de ceguera en el mundo, aunque ya existe tratamiento (en Chile por ejemplo, está en el AUGE). Pero la cifra sigue existiendo y es porque la detección no llega a los consultorios públicos. Por eso nos enfocamos en esta área.

- Me imagino que la idea surgió porque en el equipo fundador hay varios doctores, pero ¿cómo fue el sistema de financiamiento para materializar RetiDiag?

Nosotros estuvimos trabajando en la atención primaria, específicamente en el CESFAM Cristo Vive, que queda en la comuna de Recoleta y fue ahí que empezamos a ver el problema, aunque en ese lugar sí existían oftalmólogos voluntarios. Pero había que optimizar el proceso, en ese caso.

En 2013 postulamos nuestra solución a este problema a Start-up Chile cuando todavía era una idea, un concepto. Había pasado recién de nuestras cabezas a tres páginas de papel y con eso nos adjudicamos los fondos.

Luego comenzamos la fase de implementación y de ejecución. Nuestros primeros pacientes comenzaron a evaluarse ya por agosto de 2013. Todo fue muy rápido desde que comenzamos el año pasado, ahora estamos terminando el 2014 y estamos en Washington trabajando con el BID. En poco más de un año sucedió todo.

- ¿Qué esperan lograr para el próximo año? ¿Tienen la idea de llegar a nuevos países?

Queremos continuar fortaleciendo lo que estamos haciendo en Chile. Pero ahora, con el apoyo del BID, hemos visto que éste es un problema que existe en toda la región. Queremos fortalecer nuestras conexiones para poder replicar este modelo en otros países. Estamos pensando, inicialmente, en naciones que se asemejen en estructura a la organización de salud de Chile, y en ese sentido tenemos pensado Perú, Colombia y México. Ellos también tienen licitaciones públicas, atención primaria y un sistema público-privado.

Creemos que pueden ser países que pueden adoptar nuestra metodología más rápido. Nuestra apuesta es que esta tecnología llegue a estos lugares en 2015.

-¿Han pensado implementar smartphones dentro del sistema de diagnóstico, como ya se ha hecho con otros tipos de evaluaciones oftalmológicas?

Técnicamente es posible. Para nosotros la verdadera pregunta no es lo que puede hacer la tecnología sino para quienes.  Hay equipos que se están adaptando al uso de los smartphones, que son más portátiles, eso no es lo que queremos responder. Nuestro foco es para quienes, y en eso hemos querido diferenciarnos. Si es un sistema para los mismos, que son los que hoy sí tienen acceso a una evaluación por oftalmólogo, que son los pacientes con un buen plan de salud o que pudieran pagarlos, o si nos vamos a enfocar en los otros, a los que hasta el día de hoy explican la estadística. Nuestro foco es lo segundo.

Técnicamente existe la posibilidad, de que se use el smartphone. Esto es factible. Pero nosotros hemos aprendido que el problema en Chile es tan grande, es tanta la gente que necesita ser evaluada, que independiente de la tecnología que se use, se debe lograr evaluar a la población total.

Eventualmente sería muy interesante de explorar esta tecnología. Pero la pregunta al final del día es si estamos logrando la cobertura a la que queremos llegar.

- Ya para finalizar, y volviendo a casa. ¿Cuáles son sus expectativas de cobertura con este sistema en Chile y para 2015?

Nuestro norte final es que ningún diabético en Chile quede ciego por no haber tenido acceso a una evaluación oportunidad. Si lo aterrizamos, esperamos expandirnos en más comunas de Santiago y participar de manera más activa de las licitaciones públicas que se realizan desde las regiones.

Podríamos decir, si hoy dia evaluamos a 12 mil pacientes, que una meta del próximo año podría ser aumentar esta cifra en 5 veces.

Autores

AETecno.com