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Términos y condiciones en Internet: ¿Aceptaste algo y no lo sabes?
Viernes, Noviembre 21, 2014 - 15:52

Una firma de seguridad incluyó como prueba el requisito de pedir un hijo primogénito por sus servicios. Seis personas aceptaron...

Si los usuarios de Internet leyeran todo lo que aceptan cuando se conectan a algún servicio, utilizan alguna aplicación o entran en alguna red social, les costaría un mes de trabajo cada año, es decir, tendrían que dedicarle 180 horas, un tiempo que los consumidores no están dispuestos a invertir. 
 
Esto demuestra que la afirmación: "He leído y acepto los términos y condiciones de uso" es falsa. La inmensa mayoría de internautas desliza el ratón por la pantalla para llegar por la vía rápida al botón, ignorando lo que está escrito. Así, en la mayoría de ocasiones, el consumidor no es consciente de las implicaciones que eso conlleva, sobre todo para su privacidad.
 
Prohibiciones Ocultas
 
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha realizado un análisis, junto a la Red Global de Control de la Privacidad (GPEN), para examinar las condiciones de privacidad de más de 1.200 aplicaciones gratuitas. Su objetivo ha sido fomentar el cumplimiento de la legislación de protección de datos y privacidad y promover la concienciación de los usuarios de que "hay que leer todo lo que se acepta".
 
En este estudio destaca el organismo que, en el 59% de las aplicaciones (apps) no les resultó fácil a los consumidores encontrar los términos y condiciones de uso, donde se incluyen las informaciones relativas a la privacidad. 
 
Por su parte, la firma de seguridad F-Secure, lo demostró incluyendo en las condiciones de una Wi-fi pública la "Cláusula Herodes" que especificaba que quien aceptara el servicio cedía "a su hijo primogénito" a la empresa "para toda la eternidad". 
 
El experimento consiguió "engañar" a seis personas, un cifra poco elevada comparado con lo que logró la empresa Game Station, que se apropió de 7.000 almas inmortales en 24 horas, tiempo en el que su contrato decía: "Al hacer una compra en esta web usted acepta la condición intransferible de que podamos reclamar ahora y para toda la eternidad su alma inmortal". 

Instagram y Facebook: Los casos emblemáticos
 
En 2012, Instagram actualizó sus condiciones de uso atribuyéndose el derecho de vender fotos colgadas por los usuarios, ¡sin compensarles por su utilización! Esto significaba que un usuario podía encontrarse, de pronto, con un aviso publicitario en el cual las imágenes podían ser del usuario mismo, de su pareja o de su hija cuando perdió un diente el mes pasado.

Con esta medida, la empresa perdió casi un 25% de usuarios en una semana, por eso, decidió retractarse parcialmente.
 
La red social Facebook también abrió a los vendedores el tesoro de sus datos, que delatan los gustos, hábitos e intereses de más 1.320 millones de usuarios de todo el mundo.  Una vez más, la iniciativa cayó como un jarro de agua fría en la comunidad cibernética.
 
En aquella ocasión, Facebook implantó una nueva plataforma, "Atlas",  dedicada a almacenar la información y de enviarla a webs externas, de manera que, desde hace unas semanas, si un usuario pulsa un "Me gusta",  puede visualizar anuncios sobre productos vinculados con sus gustos en otros portales. 

Ahora, la compañía de Marck Zuckerberg anunció hace solamente unos días, que la nueva política de privacidad de Facebook clarifica que, si se usan los servicios de la compañía para compras o transacciones, la empresa puede recopilar información tal como el número u otros datos contenidos en la tarjeta de crédito y otros datos de sus cuentas, así como detalles de facturación, envío o datos de contacto. 

Autores

EFE