Según decidió el Concejo municipal de la ciudad, el proyecto de ley prohibirá la circulación por las calles de la ciudad de vehículos privados que ofrecen transporte particular de pasajeros.

El Ayuntamiento de Río de Janeiro impondrá multas de hasta 2.000 reales (unos 55 dólares) a los conductoras y empresas de servicios alternativos de transporte como el Uber, la polémica aplicación para teléfonos móviles que permite contratar a conductores de vehículos particulares.

Según decidió  el Concejo municipal de la ciudad con 42 votos favorables, uno en contra y 5 abstenciones, el proyecto de ley prohibirá la circulación por las calles de la ciudad de vehículos privados que ofrecen transporte particular de pasajeros.

La votación se hizo en una sesión en la que las gradas de la sala de plenos del Ayuntamiento fue invadida por decenas de conductores de taxi que defendieron su derecho a ofrecer con exclusividad el servicio de transporte de pasajeros en vehículos particulares.

El proyecto tan sólo entrará en vigor cuando sea sancionado por el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, que tiene un plazo de quince días para pronunciarse sobre la iniciativa legislativa.

En un comunicado, los representantes de Uber en Brasil, que no fueron escuchados por el Concejo en audiencia pública, recordaron que iniciativas semejantes fueron vetadas recientemente por el gobernador de Brasilia, Rodrigo Rollemberg, y por el alcalde de la ciudad de Vitoria, Luciano Rezende.

La aprobación del texto se produce en un momento de gran tensión en Brasil entre taxistas y conductores de Uber, con registro de agresiones y hasta secuestros.

A finales de julio, miles de taxistas paralizaron Río de Janeiro en una manifestación para protestar contra Uber, servicio que consideran un "transporte pirata" y una "competencia desleal".