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Así se desarolla el primer exoesqueleto robótico de rehabilitación de marcha de Latinoamérica
Jueves, Enero 17, 2019 - 09:45

Juan Pablo Rodríguez, cofundador de Kiron, habla sobre el trabajo tras Akiles, el primero de su tipo en la región y los retos que enfrentan en su desarrollo.

Los dispositivos tecnológicos parecen tener la clave para la independencia de las personas problemas motrices, y los exoesqueletos parecen ser la respuesta para muchos casos.

Pero, aunque efectivos, estos aparatos pueden ser costosos y muchos de ellos se desarrollan y comercian lejos de Latinoamérica. Pero Kiron, una compañía chilena, está trabajando en Akiles un exoesqueleto que es su primer producto de uso clínico, pero que aún no termina su desarrollo.

La compañía ya tiene la experiencia ganada con Get Up, una silla de ruedas que crearon y permite a las personas volver a ponerse de pie.

En entrevista con Cluster Salud, Juan Pablo Rodríguez, uno de los cofundadores de la compañía habla sobre el uso de esta nueva tecnología y los retos que enfrenta hoy.

-¿Por qué decidieron crear Akiles?

-Hace ya varios años, cuando estudiábamos Kinesiología, fuimos voluntarios de Teletón junto a mis socios. Esta experiencia nos permitió tener grandes amigos -que presentaban algún tipo de discapacidad- y decidimos dedicar nuestras vidas a mejorar su calidad de vida.

Asimismo, nuestro paso por la Fundación nos permitió conocer el Lokomat, un gigantesco robot diseñado para la rehabilitación de personas con dificultad para caminar. Nos llamaba la atención que siempre había muchísima gente en la lista de espera para poder atenderse, y lamentablemente no todos cumplían con los requisitos para poder usarla. Quisimos averiguar, porque no se podría usar Lokomat para el tratamiento de más personas y la respuesta que obtuvimos fue de que era una máquina muy costosa y compleja de utilizar. Fue en ese momento, cuando decidimos desarrollar el primer exoesqueleto robótico de rehabilitación de marcha que se haya creado en Latinoamérica.

Nos pusimos a trabajar, David, Francisco y yo y postulamos una maqueta a escala de nuestra idea como proyecto de tesis para tener el título de Kinesiólogos. Cuando ya teníamos nuestro prototipo más o menos listo, nos invitaron a presentarlo al Congreso Iberoamericano de Kinesiología que coincidentemente se realizaba en Chile justo ese año. Luego de la presentación, se nos acercaron muchos clínicos de diferentes países a solicitarnos el producto y les comentamos que estábamos recién comenzando. Bueno, luego de ver la necesidad de muchas personas, de ver la aceptación por parte de la comunidad clínica y de obtener el 2do lugar en este Congreso Internacional, decidimos lazarnos y emprender.

-¿Cómo cambia la rehabilitación de las personas con discapacidad?

-Hoy, la forma de rehabilitar a las personas con problemas para caminar, es colgándolas con un arnés sobre una trotadora y 2 o más terapeutas le mueven los pies simulando la marcha. Como esta terapia requiere muchos recursos humanos y un gran desgaste de los tratantes, prácticamente no se realiza. Por otro lado, existen exoesqueletos robóticos de rehabilitación de marcha como Lokomat, que está en Teletón, pero estos son tremendamente costosos, por lo que solo es posible llegar a un pequeño porcentaje de la población. Además, el problema de ambas terapias es que el entrenamiento es estático y el sistema nervioso aprende en base a objetivos, y como el objetivo de caminar es desplazarse, ninguna de estas terapias logra realizar una correcta estimulación.

En este sentido, Akiles marca una gran diferencia, por que además de ser accesible para los sistemas de salud públicos de Latinoamérica, inclina y desplaza al paciente, duplicando el nivel de estimulación, lo que lo hará mucho más eficiente que las otras terapias existentes.

- ¿Cómo les sirvió en este caso la experienica con Get Up?

-Get Up ha sido la mejor escuela que podríamos haber tenido, si bien es un desarrollo mucho más simple de realizar, nos permitió comprender lo complejo que es el mundo del emprendimiento, razón que nos llevo, a mi socios y a mi, a seguir especializándonos ya que, además de ser kinesiólogos, hoy David es doctor en neurociencia, Francisco se especializó en comercio exterior y yo soy ingeniero comercial, lo que nos ha permitido llevar este bello negocio hacia adelante.

Con Get Up ya estamos en más de 6 países de Latinoamérica y esperamos llegar mucho más lejos. Toda esta experiencia nos permitirá llegar igual de lejos con Akiles y seguiremos cumpliendo nuestra misión que es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad de Latinoamérica.

- ¿Hay diferencias ahora que entran al mercado de los productos con uso clínico?

-Por supuesto, por ejemplo, Get Up, al ser de uso común no requiere validación clínica para su uso, en cambio Akiles debe cumplir con todos los requisitos que se necesitan para la su validación clínica, sumado a todo el tema de coordinación logística y complejidades de de Akiles, ya que es un “gran robot”.

- ¿Qué dificulta su utilización hoy en día?

-Hoy Akiles se encuentra en una etapa en que puede ser utilizado con persona sanas pero necesitamos mejorar el sistema de control para poder utilizarlo con pacientes. Es por esta razón que necesitamos el último empujoncito económico para poder terminarlo.

- ¿Cuál es la meta que esperan alcanzar con este nuevo dispositivo?

-La meta que nos piden nuestros inversionistas es vender 40 unidades en los próximos 5 años, pero sabemos que serán muchos más. Cada vez que viajamos y lo presentamos para ir censando la percepción de la gente nos preguntan inmediatamente cuándo lo tendremos listo. Y esto no nos pasa solo en Chile, nos ha pasado en muchas partes de Latinoamérica. Lo presentamos en el Hospital Albert Einstein en Brasil, el mejor hospital del Latinoamérica, y quedaron fascinados. Lo mismo nos pasó en la clínica alemana y en muchos otros lugares.

- ¿Qué tan complicada a la financiación de este nuevo proyecto?

-Si bien necesitamos bastantes recursos para la finalización del proyecto, lo cierto es que gracias al impacto que tiene Akiles en los pacientes, hemos recibido aportes importantes de parte CORFO por ejemplo, y nosotros mismo hemos invertido aprox $60 millones de fondos propios, pero aún nos faltan $45 millones para poder terminarlo, y que esperamos poder reunirlos antes del 31 de enero mediante el crowdfunding que hemos creado.

Autores

Juan Toro / Cluster Salud