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Asocian seis nuevas variantes genéticas con la celiaquía
Miércoles, Octubre 11, 2017 - 12:00

La enfermedad celíaca (EC) está causada por una reacción de base inmunológica frente al gluten, o proteínas similares de los cereales trigo, cebada o centeno.

Un equipo de científicos del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de la Universidad de Valladolid y el CSIC, la Universidad del País Vasco (UPV) y del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid ha determinado la implicación de diversas variantes de los genes de la IL-15 y de su receptor IL-15Ra en la enfermedad celiaca (EC). En el caso de este último, el gen de IL-15Ra, los hallazgos indican que podría relacionarse con la edad a la que se produce el diagnóstico.

La enfermedad celíaca (EC) está causada por una reacción de base inmunológica frente al gluten, o proteínas similares de los cereales trigo, cebada o centeno, que ocurre en individuos genéticamente predispuestos y se manifiesta por una inflamación de la mucosa del intestino delgado (enteropatía), que es el principal órgano diana.

Como apuntan los investigadores encabezados por Eduardo Arranz, responsable del Laboratorio de Inmunología de las Mucosas del IBGM, aunque la enfermedad celiaca es poligénica, es decir, está causada por la acción conjunta de varios genes, destaca la fuerte asociación con genes localizados en la región HLA (siglas en inglés de antígenos leucocitarios humanos); en concreto con HLA-DQ2.5 y DQ8.

“Estas variantes genéticas están presentes también en alrededor del 35% de la población general sin haber desarrollado la enfermedad, por lo que son necesarias para el desarrollo de la EC, aunque no suficientes, y tiene que haber otros factores genéticos o ambientales, además del gluten de la dieta, que expliquen su presentación en un individuo determinado”, explica Arranz.

El experto subraya además el interés por explorar otros posibles genes que podrían contribuir, además de HLA-DQ2.5 o DQ8, a la susceptibilidad o riesgo de un individuo a desarrollar esta enfermedad.

Hasta el momento, la mayor parte de los trabajos en este tema han identificado genes que en muchos casos están relacionados con el sistema inmunitario. El equipo de científicos se ha fijado en uno concreto, el gen de la interleuquina-15 (IL-15), citoquina que desempeña un papel fundamental en la activación de respuestas inflamatorias en el intestino.

“Sabemos que la IL-15 tiene un papel fundamental en la inflamación secundaria a la presencia de gluten en el intestino de los pacientes con EC. Puede incrementar la permeabilidad del epitelio, favoreciendo además el transporte de los péptidos de gluten, que se generan en el intestino como resultado de la digestión”, detalla Arranz.

Estas variantes genéticas están presentes también en alrededor del 35% de la población general sin haber desarrollado la enfermedad

Por ello, el equipo se centró en estudiar en qué medida puede contribuir el gen de la IL-15 y de su receptor (IL-15Ra) en el desarrollo de la enfermedad en estos pacientes.

Seis variantes genéticas implicadas

Los resultados alcanzados por los investigadores sugieren que hay dos polimorfismos de un nucleótido (SNPs), o variantes del gen de la IL-15, que podrían estar asociadas con la predisposición a padecer la EC.

En el mismo estudio, identificaron también otras cuatro variantes en el gen del receptor (IL-15Ra) que podrían relacionarse con la edad al diagnóstico, es decir, con el momento en el que se manifiesta la enfermedad, sea en la edad infantil o adulta.

“La implicación de estos genes es, como muchos otros, moderada. El interés de la IL-15 se extiende también a otras enfermedades autoinmunes, pero los estudios genéticos en la EC y en otras enfermedades relacionadas nunca se habían enfocado en el gen de su receptor específico”, recuerda Arranz.

“Con nuestro trabajo, damos cierta importancia también a este gen. Estos estudios son necesarios para comprender mejor las enfermedades mediadas por el sistema inmunitario y para dirigir los pasos en futuras investigaciones, con el fin de confirmar su posible implicación y contribución al riesgo de la enfermedad”, concluye.

Autores

SINC