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Astrología psicológica: algo más que un simple horóscopo para enfrentar el futuro
Miércoles, Diciembre 30, 2015 - 11:03

A fines de año abundan las lecturas de horóscopos que anuncian el mañana. Ante eso, psicólogo explica nueva perspectiva para entender lo que viene.

El horóscopo ha sido una sección tradicional en todos los periódicos del mundo. En ella, un astrólogo le asigna a cada uno de los doce signos zodiacales una predicción de lo que le va a pasar durante el día o la semana. La credibilidad en ellos pareciera que aún existe, de lo contrario no formarían parte de los medios de comunicación. La pregunta es por qué.

Para el psicólogo chileno Juan Carlos Saumont, creer en los horóscopos "es una manera que tenemos los seres humanos de intentar ordenar el caos. Es una forma de querer anticiparse a lo que viene y, en ocasiones, de querer controlarlo. Desde tiempos inmemoriales el hombre ha querido prever lo que va a suceder y para eso ha consultado a astrólogos”.
 
Y es que la necesidad de saber qué va a pasar en el futuro acompaña al ser humano desde el principio de los tiempos y perdura hasta hoy. Aunque los científicos critican permanentemente el horóscopo, la gente continúa incólume comprando predicciones para el 2016.

“La creencia en el horóscopo y predicciones se sustenta en una intuición ligada a una concepción mítica de la realidad, en la que se ve el tiempo de una manera cíclica. Esto referido a los ciclos de la naturaleza como las estaciones del año y cómo esos ciclos resuenan de manera simbólica en el ser humano, en este caso los signos del zodíaco”, señala Saumont, quien también es académico de la Universidad del Pacífico en Chile.

Cada vez es mayor la cantidad de gente que dice no creer en los signos zodiacales ni en las predicciones, argumentando que las descripciones son generales y no es posible que lo mismo le pase a tantas personas a la vez. En 1948, el psicólogo Bertram R. Forer hizo un experimento que concluyó que la mayoría de las personas aceptaba descripciones vagas -que frecuentemente aparecen en horóscopos- como personales y acertadas.

“El efecto Forer o falacia de validación personal es una suerte de sesgo cognitivo que plantea que las personas tienden a dar su aprobación a aquellas descripciones personológicas que supuestamente han sido realizadas para ellos, pero que de verdad sólo muestran detalles muy indeterminados que podrían ser aplicados a un gran número de personas", explica el docente.

Sin embargo, plantea un punto de diferencia: esa crítica puede aplicarse a los horóscopos generalistas, en los que las personas se identifican con los atributos de un signo solar que da descripciones de un gran número de personas, pero no de la singularidad de un sujeto. Saumont explica hoy existe una apuesta de astrología más profunda, llamada astrología psicológica.    

      

Esta nueva perspectiva se enfoca en cómo las personas sintonizan mejor con ciertos ciclos naturales o planetarios que están más allá de su control y de su dominio, ligándolo con una perspectiva más trascendente.

Mientras la astrología tradicional señala que el día, la hora y el año en que se nace influye en el futuro, ya que el ser humano sería afectado por los ciclos de la naturaleza y el universo, la nueva astrología suma nuevos elementos.

“Desde una perspectiva mítica, todo lo que nace en un cierto momento contiene -como potencialidad- la energética de ese momento y por eso se han trazado desde tiempos remotos cartas astrales que permiten prever cómo el ser humano resuena con esos ciclos, que van más allá de su control, para poder sintonizar con ellos”, asegura el especialista.

Más allá de predecir la influencia de los planetas o el futuro cercano, la astrología psicológica busca la mejor adaptación del ser humano a los ciclos naturales de universo. La idea es cómo las personas son capaces de identificarse psicológicamente con ciertas energías o bien rechazarlas.

"En ese proceso el sujeto no es un objeto del destino ni de los astros, sino que tiene una cierta libertad de elección y responsabilidad en sus propias construcciones”, subraya el académico.

En ese sentido, entonces, el cambio y la adaptación son procesos fundamentales para la astrología psicológica. A diferencia del horóscopo típico, la astrología psicológica -que trabaja con la carta natal- busca acceder a ciertos puntos que permiten la transformación del sujeto a partir de ciertas experiencias que vive con los otros.

La nueva astrología requiere de una entrevista y de un trabajo psicoterapéutico con el consultante. El signo solar es sólo un factor entre otros, que no da cuenta por sí mismo de todo lo que un sujeto es o no es capaz de expresar como potencialidad. Es por esto que se va requerir identificar otros elementos presentes en el mapa natal de una manera dialogada.

Así, el trabajo personalizado es clave. “El trabajar con las personas permite rastrear puntos de identificación y/o resistencia que sólo se pueden evaluar en una conversación, en donde el individuo se implica y no es un mero observador externo de los eventos que ‘le pasan’, como lo pensaría una perspectiva más determinista”, destaca el especialista.
 
 

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