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Atemorizados por violencia, turistas se alejan de Yemen
Domingo, Junio 6, 2010 - 09:43

El secuestro de dos turistas estadounidenses, por parte de miembros de una tribu cerca de la capital, fue el tiro de gracia para la industria del turismo en el empobrecido país.

Sana. Las antiguascallejuelas de Saná todavía están atiborradas. Los compradores semezclan entre sí, los comerciantes pregonan sus mercaderías y los niñosjuegan en las calles al rugido de motocicletas y bocinas de autos.

Pero hay algo casi completamente ausente en la parte más antigua y pintoresca de la capital yemení: los turistas.

"No hemos tenido clientes porun año y medio", dijo Madeleine Schaffner de Francia, quien junto a suesposo ha administrado un operador turístico por los últimos 12 años.

El secuestro de dos turistasestadounidenses, la semana pasada, por parte de miembros de una tribucerca de la capital, fue el tiro de gracia para la industria del turismoen el empobrecido país, dijo el guía turístico Mohammad al-Hubaishi.

"Así es, el 99% del turismo se ha detenido como consecuencia de los secuestro", indicó.

"El gobierno necesita tomar medidas más duras. Si estuvieran vigentes, entonces nadie lo haría", señaló.

Hubaishi, quien ha trabajado enturismo los últimos 20 años, fue secuestrado en Shabwa en el 2006,cuando fue tomado como rehén junto a turistas franceses por 16 días, unperíodo extenso para los estándares yemeníes, donde la mayoría de lossecuestros duran unos pocos días.

Yemen, que limita con el máximoexportador de crudo del mundo, Arabia Saudita, pasó a ser una de lasmayores preocupaciones de seguridad en Occidente cuando el brazo yemeníde Al Qaeda se adjudicó un frustrado atentado contra un avión que sedirigía a Estados Unidos en diciembre.

Además, el país está siendotestigo del aumento de la violencia entre las fuerzas del gobierno ylos separatistas del sur. En tanto, una tregua alcanzada en febrero conrebeldes chiitas del norte luce frágil.

Los secuestros de extranjeros yyemeníes son comunes en Yemen, donde los rehenes son a menudo usadospor miembros de tribus para llevar sus demandas ante las autoridades.

La mayoría de los secuestrosson resueltos en días sin que se inflinja daño alguno a los rehenes,pero algunos han terminado de forma violenta.

En un incidente sinexplicación, un grupo de nueve extranjeros fue secuestrado en la regiónnorte de Saada en junio pasado, de los cuales tres mujeres - dosalemanas y una surcoreana - fueron halladas muertas tiempo después.

Amantes de Yemén se alejan. La aquejada economía de Yemenestá muy necesitada de los ingresos del turismo, que contribuyen al PIBen 3%. El país ofrece a los visitantes ricos sitioshistóricos, montañas escarpadas y prístinas playas. Pero una serie deincidentes violentos han ahuyentado a muchos.

En 2008, un atacante suicidade Al Qaeda causó la muerte de a cuatro turistas surcoreanos y susguías yemeníes mientras visitaban Shibam, un sitio declarado Patrimoniode la Humanidad de la Unesco y apodado el "Manhattan del desierto", porsus torres de viviendas del siglo XVI de hasta 16 pisos de alto.

En enero del 2008, hombresarmados mataron a dos mujeres belgas; y en julio del 2007, un cochebomba provocó la muerte de siete españoles en Maarib, al este de lacapital.

Algunas de las embajadaseuropeas en Saná trataron de mantener positivos consejos turísticossobre Yemen el tiempo que les fue posible, según un diplomático, peroel deterioro de la situación de seguridad hizo que esto fuera inviable.

Todavía hay muchos extranjerosen Saná, pero la mayoría son residentes que trabajan en Yemen. Losvisitantes que llegan a menudo lo hacen por razones profesionales ofamiliares.

"Nunca estoy asustada, no sépor qué, pero nunca lo estoy", dijo Segolene Belier, quien estaba devisita por cuarta vez en Yemen y planeaba crear una entidad privada deayuda.

"Vivo en París y me digo a mímisma que puedo ser víctima de un atentado allí también", explicómientras tomaba té en un café sobre los límites de la ciudad antigua deSaná.

Restricciones más severas paralos visitantes a Yemen, impuestas tras reportes de que el nigerianotras el intento de ataque en diciembre había visitado el paísrecientemente, redujeron el número de turistas.

Los británicos solían obtener visas al llegar, pero ahora deben solicitarlas en las embajadas yemeníes en su país.

"Al principio nos afectó. Todaslas agencias e instituciones no estaban preparadas para esteprocedimiento. Ahora es más fácil", dijo Soraya Abu Monassar, gerentegeneral de Burj Al Salam, un popular hotel ubicado en uno de losedificios altos de la ciudad antigua.

La funcionaria dijo que lamayoría de los clientes de su hotel, que cuenta con espectacularesvistas de Saná y de las montañas circundantes, eran profesionales quetrabajaban para organizaciones gubernamentales y no privadas.

Para Yemen, donde más del 40% de sus 23 millones de habitantes vive con menos de 2 dólaresal día y la mitad de los jóvenes está desocupado, la pérdida deingresos para una industria de US$900 millones es otro grangolpe.

"Este es un problema muy muygrande para Yemen. Mucha gente trabaja en turismo, es uno de los únicostrabajos aquí", dijo Schaffner.

Cuando se le consultó qué podría hacer para salvar su negocio, se encogió de hombros y dijo: "Esperar, podemos esperar".