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Aumenta el promedio de libros leídos en Colombia
Jueves, Mayo 3, 2018 - 13:30

La población lectora de las cabeceras municipales leyó en 2017 un promedio de 5,4 libros al año. Los jóvenes prefieren los medios digitales para hacerlo.

Sin duda, la lectura es uno de los grandes placeres de la vida, además de un instrumento de aprendizaje. El principal desafío, en primer instancia, de los padres y colegios es el de fomentar el amor y la disciplina, además del ejemplo. Y, luego, el recorrido va de la mano de las instituciones universitarias y, claro, del interés personal.

Y aunque históricamente en Colombia el nivel de lectura no ha sido el más alentador, la buena noticia es que, según la más reciente Encuesta Nacional de Lectura 2017, realizada por el DANE, los promedios de lecturabilidad en el país aumentaron.

Los resultados, que se dieron hace pocos días, revelan que en las cabeceras municipales los colombianos leen un promedio de 2,9 libros al año, incrementando así la cifra de 1,9 libros leídos comparados con el año 2012. Dice el informe del Ministerio de Cultura que “la población lectora de las cabeceras municipales leyó en 2017 un promedio de 5,4 libros al año, mientras que en 2012 esta misma población leía 4,1 libros al año”.

La Encuesta Nacional, agrega el Mincultura, permitió establecer el rol fundamental que cumplen las bibliotecas del país en sus comunidades. Según los resultados, sólo en el año 2017, más de 12 millones de colombianos fueron a las bibliotecas del país, casi 5 millones de personas más respecto a 2012.

Teniendo en cuenta los cambios de hábitos de consumo, la encuesta también indagó sobre los escenarios digitales de lectura, concluyendo que “el celular es el principal dispositivo electrónico que las personas mayores de cinco años utilizan para leer, con un 90,2 %; mientras que el segundo más usado son los computadores de mesa, con un 41,2 %, en el promedio nacional de personas que leyeron en soporte digital”.

Para Carlos Sánchez, profesor universitario y consultor en temas de alfabetización, “la Encuesta Nacional de Lectura 2017 muestra dos datos interesantísimos. Al 60 % de los niños de menos de 5 años les encantan que les lean y tienen una actitud asertiva ante los libros y a la visita a bibliotecas públicas. En estos resultados, son claves los diferentes programas dirigidos a los niños en primera infancia, como han sido “Fiesta de la lectura”, “Leer en mi familia” y “Leer es mi cuento”. El papel de los mediadores ha sido fundamental, principalmente el de las madres (incluidas las madres comunitarias en los jardines del ICBF) y el de los promotores de lectura. La voz cálida de una mujer -he insistido- leyéndote una historia es el mejor puente para viajar al mundo de los sueños y de la posibilidad. Nada la reemplaza”.

El educador añade que “en el caso de los adolescentes, si bien el formato en que prefieren leer es el digital, y en el teléfono celular, llama la atención que los textos literarios (sobre todo ficción: novelas) prefieren hacerlo en formato impreso. En la mayoría de los casos son sagas de vampiros o zombis, pero la lectura de un ‘tocho’ de 800 páginas merece mi admiración”.

Analiza, igualmente, que “en la Encuesta Nacional de Lectura, además, el 34 % de los adolescentes señalan que les gusta escribir. ¡Excelente noticia! Están escribiendo wasaps, post en Instagram y Facebook, y etiquetan y sintetizan el contenido de sus videos de Youtube con errores ortográficos y de cohesión, pero eso importa menos si sabemos que están aprendiendo a articular el lenguaje audiovisual con la lengua oral y la lengua escrita. Estas buenas noticias se oponen a cierto pesimismo reinante entre maestros de colegios”.

Lectura rápida y con comprensión

Para quienes aún tienen a la mano la excusa de que no leen por falta de tiempo, existen en el mercado métodos de lectura avanzada con comprensión que le ayudarán. “Lo importante de este método es mejorar la capacidad del proceso de información a través de la lectura, enfocado en desarrollar las capacidades cognitivas como atención, concentración y memoria; competencias lectoras como comprensión, análisis y velocidad, el incremento de la capacidad”, explicó el vicepresidente de Avan-C, Ricardo Dussán.

“Hemos comprobado que mejoran la calidad de vida, la productividad y, sobre todo, el aprovechamiento del tiempo, porque más que velocidad es comprensión, y ésta se logra con rapidez. El pensamiento crítico, la visión analítica, es lo que buscamos a través de una serie de herramientas. Y, sin duda, le ayudará en su autoestima”, puntualiza.

FOTO: PEXELS.COM

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ELESPECTADOR.COM