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Aysén sale a encantar
Lunes, Agosto 13, 2018 - 16:32

La región quiere superar la estacionalidad de su turismo potenciando su oferta durante todo el año.

Es un lugar donde no hay hoteles de cinco estrellas ni edificios históricos y ese es precisamente su encanto: la chilena región de Aysén ofrece naturaleza indómita, un medio ambiente prístino y la posibilidad de desconectarse del mundo, mediante una serie de aventuras outdoors.

Esta semana, el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) de Chile y distintos operadores turísticos de la zona dieron a conocer su oferta para los meses estivales, pues se acerca la temporada alta, que va desde septiembre a marzo en el cono sur.

Todo es parte de un plan para reencantar con los atractivos de la Patagonia chilena (que comprende las regiones de Aysén y Magallanes), tanto a viajeros locales como internacionales y, de paso, empezar a romper con la estacionalidad de la industria turística local, de acuerdo al Seremi de Economía de la región, Carlos Pacheco.

Luis Pérez, director regional subrogante de Sernatur región Aysén indicó que la meta es posicionar el destino aysen patagonia dentro y fuera del país. "Para ello potenciaremos el turismo de reuniones, seminarios, conferencias y de festivales. Nos hemos puesto la meta de ser sede de turismo para convenciones de hasta 300 personas, y obviamente la idea es que se desarrollen en época no estival", explicó.

¿Qué hacer y donde? Aysén es la región más rica en aguas dulces de Chile, y una de las más puras del planeta, con la tercera extensión más grande de hielos continentales del mundo, emplazados en Campos de Hielo Norte y Sur. La mitad de su territorio corresponde a Áreas Silvestres Protegidas, destacando el “Parque Nacional Laguna San Rafael”, declarado Reserva de la Biósfera por la UNESCO y la cumbre más alta de la Patagonia, el “Monte San Valentín”, con cuatro mil metros.

Para conocer la región, Sernatur aconseja seguir la Carretera Austral, verdadera ruta escénica de la Patagonia. Con más de 800 kilómetros de extensión, el camino internacional permite apreciar la naturaleza, las personas y su patrimonio cultural. Existen diversas actividades relacionadas con el turismo aventura, como un trekking por el Parque Nacional Queulat, rafting por el Río Baker, el más caudaloso de Chile, navegar en kayak las orillas de la Laguna Témpanos y el Lago General Carrera.  O apreciando las Catedrales de Mármol, sin dejar de mencionar el avistamiento de cetáceos y fauna marina en embarcaciones turísticas.

Luis Miranda, de Patagone Travelling, hace excursiones de distinto tipo en la zona para grupos variopintos. Su oferta contempla cabalgatas, trekking y rafting, todos los días. Sus tours son para todas las edades y condiciones físicas. También realiza un trekking especial a la localidad de Cerro Castillo, donde se recorren 56 kilómetros en cinco días, y otro en el que se baja por el río Baker desde la localidad de Cochrane hasta la caleta Tortel. Como se trata de experiencias fuera de lo común, la ventaja para el viajero es que no debe traer nada excepto su saco de dormir y muchas ganas de aventuras, dice el experto, ya que todo lo demás lo llevará el guía.

Eso y una buena coordinación, ya que estos tours no pueden ser improvisados. El ideal es programarse entre un año y una semana antes. Se forman equipos con un mínimo de dos y un máximo de diez personas. Aunque el ideal es 4 a 6 personas. Los programas pueden ser regulares o customizados, en el caso de grupos grandes que buscan una aventura de varios días. 

El que no desee naturaleza indómita, sino que una bucólica contemplación, también tendrá lo suyo en Aysén. 

El Puyuhuapi Lodge & Spa promete una desconexión total, sin teléfono, internet ni televisión. Además es casi inaccesible, ya que solo se llega por agua: la ciudad de Coyhaique está a tres horas y el aeropuerto de Balmaceda a cuatro. Su entorno natural es privilegiado, a 16 kilómetros del pueblo del mismo nombre hasta un fiordo donde se emplaza. 

La propuesta es naturaleza, aventura y desconexión, segun sus dueños. Hay un spa con agua termal, con hidroterapia, piscina y masaje. Ello se complementa con comidas hechas solo a base de productos locales. La capacidad óptima de pasajeros es de 60 personas, gracias a sus 30 habitaciones dobles, con vista al fiordo y las montañas. El hotel está abierto todo el año, aunque están a full durante enero y febrero, por lo que es recomendable reservar dos meses antes, al menos, si es que va a querer esa fecha en especial. 

Lo que viene. El Patagonman promete ser todo un evento. Se realizará el 9 de diciembre. Es cierto que las inscripciones para este triatlón austral ya se cerraron, y aún falta por anunciar a los participantes, pero será un espectáculo digno de verse. Sus promotores explican que "solo 300 atletas serán seleccionados (mediante una lotería) de todo el mundo para reunirse aquí y para desafiarse a sí mismos en un evento sin precedentes dentro de los escenarios de la naturaleza. Una nueva generación de atletas que actúan en sus sueños para encontrar sus límites mentales y físicos".

Se trata de una demandante carrera de 3,8 kilómetros a nado en las frías aguas del fiordo de Aysen, luego 180 kilómetros en bicicleta desde Puerto Chacacubo hasta Cerro Castillo, para concluir con 42 kilómetros en los montes que rodean esta localidad y se espera que atraiga a muchos aficionados del deporte aventura.

¿Gallina de los huevos de oro? Con tanta oferta turística a naturaleza prístina y una apuesta por elevar la cantidad de visitantes es válido preguntarse ¿hasta cuándo seguirá siendo sustentable el turismo que se realiza en la zona?

Desde Sernatur explican que la Corporación Nacional Forestal (CONAF) está realizando un estudio de carga por unidades protegidas, que permitirá identificar cuál es el máximo de personas que pueden visitar una zona. La idea es no poner en riesgo a áreas de naturaleza única y determinar, por ejemplo, qué lugares deben restringirse permanentemente a la visita humana. Por lo pronto, se han determinado ya zonas donde se prohibe acampar y solo se permiten visitas por el día. 

Las principales amenazas detectadas son claras y permanentes: el derrame de combustible en los lagos y ríos y el peligro de incendio en los bosques. Hay que recordar que entre 1920 y 1940, la zona sufrió un incendio masivo, causado por una quema controlada que obviamente salió mal, cuyos efectos nocivos repercuten hasta hoy en el manto vegetal de vastas áreas de la región.

Un símil al que Aysén podría aspirar es la reciente medida de Rapa Nui, que limitó la estadía de turistas a 30 jornadas, para evitar el daño que produce a la pequeña isla la sobrepoblación y el sobreconsumo de sus recursos naturales. 

¿Cómo llegar? La oferta de vuelos para la zona es adecuada para la lejania de la zona, aunque es posible llegar por tierra desde Argentina o por mar desde cualquier parte de Chile.

Desde Santigo existen vuelos cada día que llegan a Balmaceda en poco menos de dos horas y media de viaje. Luego son 56 kilómetros pavimentados hasta la ciudad de Coyhaique. El vuelo desde Puerto Montt también es diario y toma apenas una hora. Desde Punta Arenas (la ciudad más autral del mundo) es una hora y quince minutos de vuelo, pero solo una vez por semana. Las líneas aéreas que hacen este circuito son Skyairlines, Latam y Dapairline. 

Autores

Gwendolyn Ledger