Sin embargo, las propuestas de financiamiento difieren entre iniciativas que van desde una reforma tributaria masiva, hasta otras más radicales, como el uso de ahorros provenientes de cuotas en fondos privados para pagar pensiones de adultos mayores.
Los candidatos más elegibles para ganar la presidencia de Colombia coincidieron con la necesidad de reformar el desequilibrado sistema de pensiones que lograría una mayor cobertura para millones de pobres y redirigir los subsidios.
Sin embargo, las propuestas de financiamiento difieren entre iniciativas que van desde una reforma tributaria masiva, hasta otras más radicales, como el uso de ahorros provenientes de cuotas en fondos privados para pagar pensiones de adultos mayores que no se han destinado lo suficiente para jubilarse y la eliminación de prestaciones y subvenciones.
El sistema de pensiones en Colombia enfrenta el desafío de ampliar la cobertura, siendo sostenible y equitativo, con un déficit de más de US$ 11.300 millones al año que el Gobierno debe cubrir para cumplir con las asignaciones de cerca de 2,4 millones de personas afiliadas al régimen público.
El actual candidato Gustavo Petro, quien encabeza las encuestas para llegar a la Presidencia en agosto, bajo la premisa de "una democratización de la economía", propone quitar el subsidio pensional a los afiliados a cajas privadas para financiar los subsidios del sistema público y dar un bono a unos 3 millones de personas que no tienen un júbilo.
Los fondos de pensiones privados manejan alrededor de US$ 92.000 millones, equivalentes a cerca del 30% del Producto Interno Bruto (PIB) anual del país.
“El derecho a la pensión será una garantía estatal colectiva basada en la solidaridad social y en la apropiación privada de los beneficios en detrimento de los ahorros de todos los colombianos”, dice la propuesta de Petro, que ha despertado temores entre los economistas.
Por su parte, Federico Gutiérrez, el segundo en las encuestas y quien representa el centro de derecha, propone mantener el sistema mixto público y privado, eliminando subsidios por unos US$ 5.300 millones a las altas pensiones y reorientándolos al pueblo. que no cuentan con mesadas.
Además, tenía previsto reducir el período de cotización de las personas que devengan un salario mínimo de los actuales 25 a 22 años en el sistema público, operado por Colpensiones, como una cobertura mensual de unos 88 dólares para 3 millones de adultos mayor que en el actual año con pensión
“Hay reformas importantes que son absolutamente necesarias, una de ellas es esta”, dijo Gutiérrez durante el congreso anual del sindicato de fondos de pensiones, Asofondos, en la ciudad caribeña de Cartagena. “Las grandes reformas tardan en pasar en el primer año”.
Por su parte, el candidato del centro Sergio Fajardo, propone un apoyo de unos US$ 133 mensuales para unos 3,6 millones de personas mayores de 65 años sin pensión ni ingresos, lo que requeriría unos US$ 4.787 millones.
Fajardo, cuarto en intención de voto en las encuestas, exigió que se pagaran los fondos para una reforma fiscal por unos US$ 8.777 millones que se tramitarían en el Congreso.
“Si llenas el florero, la gente no aguanta más”, dice Fajardo, en referencia a las necesidades insatisfechas en el sistema de pensiones.
Guillermo Arthur, presidente de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones, alertó sobre propuestas populistas en medio de una ola de cambios de política en América Latina relacionada con los aportes previsionales, donde países como Chile y Perú han gestionado jubilaciones anticipadas por alivio provisional en medio de la pandemia.
"Queremos pan para hoy y no importa si desayunamos por la mañana", dice Arthur. “Es necesario que entremos en la sabiduría y podamos pensar en las generaciones futuras y no siempre pensar en las generaciones presentes”.
