La oportunidad de vender la soja estadounidense a China se está achicando rápidamente porque los agricultores de Brasil ya han comenzado a cosechar.

Importadores chinos hicieron el lunes su tercera más grande compra de soja de Estados Unidos en un mes, en momentos en que funcionarios de ambos países se reúnen por primera vez desde la tregua acordada en la guerra comercial que los enfrenta, dijeron dos operadores con conocimiento del asunto.

Las firmas estatales chinas compraron al menos tres cargamentos de soja estadounidense el lunes, o alrededor de 180.000 toneladas, agregaron. Uno de los operadores dijo que el total está ya cerca de 15 cargamentos, o alrededor de 900.000 toneladas.

Las exportaciones estadounidenses de soja a China, principal comprador mundial de la oleaginosa, se han desplomado esta temporada por la amarga disputa comercial que enfrenta a ambos países, provocando que la mayor oferta llevara los precios para los agricultores estadounidenses a mínimos en casi una década.

Las compras de China de la cosecha de 2018, estimadas en alrededor de 5 millones de toneladas hasta la fecha, son una fracción de lo que normalmente adquiere en Estados Unidos. Alrededor del 60 por ciento de las exportaciones de soja estadounidense es adquirida por China cada año, y la mayor parte de las compras se concreta en los últimos tres meses del año.

La oportunidad de vender la soja estadounidense a China se está achicando rápidamente porque los agricultores de Brasil, el principal proveedor mundial de soja, ya han comenzado a cosechar.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles de importación a cientos de miles de millones de dólares de productos chinos el año pasado y ha amenazado con presionar a Pekín para que cambie sus prácticas comerciales.

China tomó represalias con sus propios aranceles, incluido uno del 25% a los envíos de soja de Estados Unidos y que sigue vigente.

Funcionarios de ambos países se reunirán en Pekín esta semana. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China destacó el lunes la "buena fe" de su país para trabajar con Estados Unidos en la solución de las controversias comerciales.