Años de historia pasan por la celebración del Año Nuevo. Varias son las tradiciones, los rituales y las costumbres para tener en cuenta en este especial momento.
Se dice que lo que se hace durante las primeras 24 horas del nuevo año demarca de alguna forma la buena o la mala suerte del período que viene. Se trata, sin duda, de creencias sin base científica, mantenidas sólo por la tradición y hasta por la curiosidad.
Otras consideraciones suman elementos más protectores, como la idea de tomar conciencia sobre las energías que están en juego y hacer todo lo posible por atraer las buenas ondas y espantar las otras.
Aquí se anotan algunas costumbres que crean esa aura positiva que tanto se desea para el año que viene:
1. Bailar al aire libre: Se cree que si se baila al aire libre y alrededor de un árbol en la noche del 31, habrá mucha suerte en el amor y prosperidad en los próximos 365 días.
2. Estrenar un buen look: Se espera que la muestra de una vestimenta bien pensada (no algo tan elaborado, sino que más bien buscado) atrae la buena fortuna, pues demarca un planteamiento frente al devenir.
3. Obsequiar cosas: Se cree que regalar objetos con figura de elefante, cerdo u oveja trae buena suerte al receptor. Desde la antigüedad que los animales siempre son vistos como un bienestar, como una muestra de que la naturaleza siempre estará proveyendo.
4. Sin lágrimas: Siempre en esta fecha las personas buscan evitar la pena, ya que se cree que llorar o lamentarse el primer día del año atrae malas energías.
5. No prestar nada: Se estima que el hecho de desechar algo puede se considerado como una actitud desagradecida frente a la vida. Claramente este tipo de creencias surgen desde períodos complejos en la historia, cuando la necesidad y los requerimientos hacía valorar cada pequeña cosa que se tenía. Hoy es visto como una actitud austera.
