Un triunfo de las fuerzas uribistas en los comicios del domingo, dejarían en una buena posición al ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos para buscar alianzas y recibir un sólido respaldo para las elecciones presidenciales.
Bogotá. Los colombianos irán a las urnas el próximo domingo para renovar el Congreso, en unas elecciones que pondrán a prueba la fortaleza de la actual coalición de gobierno e incidirán en futuras alianzas políticas para los comicios presidenciales.
Después del fallo de la Corte Constitucional que dejó al presidente Alvaro Uribe inhabilitado para ser candidato y buscar su segunda reelección inmediata al declarar ilegal un referendo, los partidos y movimientos políticos de su coalición buscarán mantener la mayoría de curules en el Congreso.
Un triunfo de las fuerzas uribistas, encabezadas por el Partido de la U, dejarían en una buena posición al ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos para buscar alianzas y recibir un sólido respaldo para las elecciones presidenciales del 30 de mayo que aspira a ganar para convertirse en el sucesor del actual mandatario y dar continuidad a sus políticas.
"No cambiemos el rumbo, mantengamos el rumbo, hay que estarlo mejorando pero no lo abandonemos", dijo Uribe en una referencia implícita a su obra de Gobierno y al decisivo apoyo que ha recibido de la coalición en el Congreso. "Mi invitación a que todos acudan a las urnas", sostuvo el mandatario en declaraciones a una radio local.
Pero un revés de la coalición con la pérdida de la mayoría de curules en el Senado y la Cámara de Representantes abriría un espacio para el triunfo de un candidato independiente o de la oposición, según analistas.
"La coalición uribista sin Uribe es minoría", dijo el analista político León Valencia quien advirtió que la falta de liderazgo y la proliferación de dirigentes se podrían reflejar en el avance de otras fuerzas políticas en el Congreso y un mejor posicionamiento para las presidenciales.
La analista Consuelo Ahumada advirtió sobre el movimiento de grandes sumas de dinero en varias regiones del país con el aparente propósito de comprar electores para que voten por determinados candidatos reviviendo el fantasma de fraude y de alianzas de políticos con grupos armados ilegales.
Sombra del pasado. Unos 30 congresistas aliados de Uribe que fueron elegidos en los comicios del 2006 perdieron sus curules y terminaron en la cárcel acusados de recibir apoyo de antiguos escuadrones paramilitares de ultraderecha con los que, de acuerdo con las investigaciones, hicieron pactos para garantizar su elección.
Otros 30 legisladores fueron investigados en el mismo proceso que incluyó acusaciones de que los grupos armados ilegales financiaron sus campañas con dinero del narcotráfico.
Los analistas sostienen que después del escándalo se abrieron espacios para una necesaria renovación en el Congreso y que los partidos y electores tendrán la oportunidad de realizar una depuración, aunque los políticos implicados intentarán mantener su influencia con candidaturas de familiares y aliados.
"Hay muchos recursos de sectores mafiosos y los que están en la cárcel han logrado reciclarse a través de sus familiares y amigos que los representan", dijo Ahumada.
La Defensoría del Pueblo también alertó sobre el riesgo que corren las elecciones en 362 de los más de 1.102 municipios del país en donde grupos armados ilegales pueden afectar la transparencia y la libertad del proceso electoral.
La institución reveló que en 30 de los 32 departamentos se podrían registrar presiones y ataques por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de grupos armados conformados por antiguos paramilitares al servicio del narcotráfico.
De acuerdo con la Registraduría Nacional del Estado Civil, 2.476 candidatos entre presentadores de televisión, modelos, actrices, deportistas retirados, ex rehenes de las FARC y experimentados políticos aspiran a 102 curules del Senado y 166 de la Cámara de Representantes.
Más de 29,8 millones de colombianos están habilitados para votar en unas elecciones históricamente marcadas por una alta abstención.
Las Fuerzas Armadas se encuentran en estado de máxima alerta para garantizar el normal desarrollo del proceso y evitar posibles ataques de la guerrilla si intenta sabotear los comicios.
Paralelamente con las votaciones legislativas, los partidos Conservador y Verde elegirán a sus candidatos presidenciales en consultas internas.
