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Cómo el outplacement individual puede ayudar a encontrar el trabajo ideal
Miércoles, Septiembre 5, 2018 - 10:00

Si bien el outplacement partió enfocado en los altos ejecutivos, hoy en día se ha extendido a otros profesionales que buscan un mayor desarrollo de sus carreras.

Recibir una notificación de despido suele desencadenar una serie de sentimientos negativos, como decepción, rabia, confusión y pesimismo. Por lo mismo, muchas empresas chilenas han decidido contratar programas de outplacement, de reinserción laboral, para las personas que desvinculan, con el objetivo de ayudarlos a encontrar otro empleo rápidamente y concluir en buenos términos la relación laboral.

“El impacto emocional de quedarse sin empleo es bastante fuerte, sobre todo en los profesionales, porque esperan permanecer en su puesto de trabajo o, en su defecto, cambiarse por algo mejor. El impacto se va a manifestar a través de emociones como, por ejemplo, mayor frustración, incremento en la cantidad de ansiedad, una sensación de pérdida de sentido, pensamientos negativos como de culpa, etc. Allí, el outplacement sirve mucho para hacer el acto simbólico de ‘ok, aquí cierro mi proceso e inicio uno nuevo’, que es algo que no se hace con facilidad, ya que tendemos a quedarnos con los hechos negativos”, indica el coordinador académico de la carrera de Psicología de la Universidad del Pacífico, Felipe Vergara.

Además de su función psicológica, el outplacement entrega nuevas herramientas para que la búsqueda del nuevo empleo sea satisfactoria. Según estimaciones de empresas que se dedican a este servicio, la búsqueda de empleo es altamente más rápida y efectiva, tal como lo manifiesta Lee Hecht Harrison, que reporta que en 2015 el 96% de los participantes de su programa logró reinsertarse en el mercado laboral en menos de 6 meses.

“Outplacement es un proceso de recolocación, de considerar cuáles son los aspectos necesarios para que una persona se vuelva a insertar en el mercado y, ojalá, en el mismo rubro donde se ha desempeñado. Estos programas ayudan a las personas a conocer las condiciones actuales del mercado y contactarlo con las personas correctas”, describe el experto.

Si bien el outplacement partió enfocado en los altos ejecutivos, hoy en día se ha extendido a otros profesionales que buscan un mayor desarrollo de sus carreras. La cantidad de personas que ha optado por estos programas de recolocación laboral ha aumentado significativamente. Según datos de People&Partners y LHH– desde 2012 al 2016 el crecimiento ha sido de un 81%.

Outplacement individuales

Los outplacement individuales permiten conocer las condiciones del mercado, cuáles son los monitores de búsqueda más usados en el momento, y una serie de datos que pueden servir para encontrar un nuevo trabajo.

En esta instancia, se suele identificar cuáles son las habilidades que a lo mejor no estuvieron a la altura de lo que se necesitaba y que ahora la persona va a necesitar aún más. Se pueden hacer test completos y recibir feedback acerca de eso, sesiones para poder elaborar este proceso de desvinculación, es decir, analizar qué se hizo bien o mal, o si la oferta de empleo tiene o no que ver con la persona o no, etc.

Vergara dice que entre los beneficios están:

  1. Aumentar el conocimiento en cuanto al mercado, las fortalezas y debilidades.
  2. Conocer las oportunidades que se pueden presentar: a lo mejor involucrarse en un rubro que la persona no había pensado, pero que es una buena opción.
  3. Descubrir ámbitos que no se han desarrollado en lo laboral.
  4. Compartir con gente que está en la misma situación, poder revisar con otros las experiencias y compartir, lo que hace que se generen estrategias para poder mejorar.

El especialista asegura que un aspecto clave en la efectividad de este tipo de programa es la disposición de la persona a realmente conocerse más en términos laborales y a explorar otras opciones o perspectivas.

“Para que haya un proceso de aprendizaje, tiene que haber un proceso de ‘emocionarse’ con lo que está pasando, es decir, que la persona sea capaz de vincularse con la situación, que el proceso le llegue emocionalmente. Si no se ‘emocionan’ con ello, la trasferencia de conocimiento no va a ser tanta”, concluye Vergara. 

Autores

AméricaEconomía.com