Factores como las habilidades personales, una mayor flexibilidad y transparencia salarial contribuyen a hacer más eficientes los procesos de reclutamiento.

Si durante las últimas cinco décadas la labor fundamental de los selectores de personal fueron el saber identificar y clasificar los conocimientos y la experiencia de un determinado profesional, hoy ese tipo de acciones están siendo cada vez menos ponderadas a la hora de realizar un proceso de selección.

Así lo afirma Andrés Cardemil, director de HumanNet Consultores, quien destaca que en la actualidad son otros los factores que son gravitantes al momento de elegir a un postulante a un cargo determinado como, por ejemplo, los Atributos Personales o Basales. Es decir, aquellos que tiene un individuo que permiten identificar y definir sus principales talentos.

“Como ya se ha venido señalando en diversos estudios en el último tiempo, las mal llamadas “habilidades blandas”, son las que cobran mayor importancia en un mundo y mercado laboral tan dinámicamente cambiante. Los conocimientos técnicos, frente al rápido cambio que experimentan hoy en día las formas de hacer las cosas, caen demasiado pronto en la obsolescencia. Todos los días amanecemos desactualizados, por tanto, frente al mar de información disponible, los conocimientos pueden ir siendo adquiridos con una facilidad nunca antes vista”, manifiesta el ejecutivo. 

En este sentido, explica que capacidades tales como la creatividad, persuasión, disposición a colaborar, adaptabilidad a los cambios y una adecuada gestión del tiempo aparecen como características deseables para una organización que busca alcanzar objetivos exigentes y distinguirse dentro de un mercado muy competitivo. Por tanto, estos atributos son las verdaderas “fortalezas” o “habilidades fuertes” que los selectores buscan identificar y medir en los profesionales de hoy.

“Nuestras aptitudes personales combinadas, y adicionalmente agregando nuestros conocimientos y experiencia, es lo que nos hace únicos. Lograr identificar esas aptitudes y su aporte de valor para la realización de una determinada tarea o función, es el principal desafío de los profesionales que se dedican a la Búsqueda y Selección de Talentos”, recalca Cardemil.

Sin embargo, aclara que, para hacer el match perfecto entre Persona y Organización, se requiere identificar al individuo idóneo para desempeñar un determinado cargo, lo cual implica necesariamente saber evaluar el grado de presencia de estos atributos personales en un candidato.

“Es por ello que hoy resulta fundamental, para quien selecciona personal, estar actualizados en las nuevas técnicas de selección. Por ejemplo, identificar “Estilos de Pensamiento”, y no solamente quedarse con los comportamientos probables frente a una situación dada, ni tampoco descansar en una clasificación de un “Estilo de Liderazgo”, son parte de la actualización que se debe hacer en el proceso de Desaprender para Reaprender”.

Otro factor a considerar para lograr el éxito en la selección de personal se relaciona con ofrecer una mayor Flexibilidad en el actual mundo del trabajo, donde los modelos de negocios basados en lo colaborativo han venido a desafiar las rigideces del pasado.

No obstante, para el experto de HumanNet Consultores, la necesaria Flexibilidad no debe confundirse jamás con una falta de Seguridad social, o con poca Estabilidad Laboral, pues lo que se está transformando en la sociedad de hoy, y más aun en el mundo del trabajo, es la necesidad de darle un mejor aprovechamiento al tiempo disponible. Por tanto, mayor eficiencia y productividad.

“Más Home Office, más teletrabajo, más días libres y jornadas más breves. Más posibilidades para irse y luego retornar a un puesto de trabajo. Experiencias como, por ejemplo, un año sin goce de sueldo, muchos jóvenes profesionales actualmente lo desean o incluso lo demandan. Tener experiencias de vida significativas, junto con una actividad laboral que se enfoca más en los resultados, hoy sí pueden ser compatibles con el apoyo de las tecnologías. La gente es más feliz cuando experimenta mayores grados de libertad, pero a la vez sus objetivos están claros y han sido definidos con anterioridad. Combinar armónicamente la vida personal con el desempeño profesional, en un justo equilibrio, es el principal reto en un mundo del trabajo donde las personas privilegian su bienestar por sobre el sacrificio experimentado”.

Dada la globalización de los mercados y las nuevas tendencias como la igualdad de género y rechazo a las prácticas de acoso, Cardemil señala que se hace necesario propiciar en las organizaciones un Cambio Cultural que fomente el respeto a la diversidad y las diferencias, en un marco de tolerancia.

“Definir y comprender que mi libertad termina donde empieza la del otro, permite fomentar una cultura basada en el Respeto. Sin respeto no hay confianza, y se requiere confianza para trabajar en equipo en una cultura colaborativa que persigue objetivos comunes. Para ello, en una primera instancia, las Empresas deben conocer (diagnosticar) cómo están los comportamientos hoy al interior de la organización, y desde ahí iniciar el cambio cultural, no tan sólo con una nueva definición de Políticas al respecto, sino que también con campañas cotidianas”.

Finalmente, el especialista resalta la Transparencia Salarial como otro elemento que contribuye al buen término de un proceso de selección de personal y que cada vez tiene mayor aceptación en la sociedad. Pagar remuneraciones justas, conforme el trabajo desempeñado, debe ser una norma hoy en día. En este sentido, añade, la transparencia implica terminar con el tabú que encierra el exceso de secretismo.

“No debe tampoco confundirse con la saludable privacidad que debe mantenerse en determinadas condiciones pactadas en forma individual y de acuerdo a las responsabilidades del cargo. Pero sí, debe aumentarse gradualmente el conocimiento público del nivel de renta frente a los diferentes cargos, funciones y responsabilidades. Mientras más transparencia exista, mayor confianza también se generará, lo que a su vez incentiva el mérito, por sobre los contactos o por sobre una supuesta reputación que podría tener mucho de subjetiva”, puntualiza Cardemil.