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Competencia desleal de Salud Digna en México
Martes, Abril 24, 2018 - 06:30

Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.

Un creciente descontento entre la industria de laboratorios de análisis y diagnóstico ha detonado el agresivo crecimiento de la marca Salud Digna en México con sus servicios de diagnóstico e imagenología, salud visual y asesoría nutritiva aprovechando las ventajas fiscales que le da su posición como asociación supuestamente sin fines de lucro cuando en los hechos se está convirtiendo en un emporio con gran impulso comercial.

Esta empresa fundada hace 14 años por el empresario y político sinaloense Jesús Vizcarra, lleva un increíble ritmo de expansión que muchos quisieran. Empezó como una iniciativa del que fue alcalde y luego excandidato a la gubernatura de Sinaloa la cual al final no ganó, pero su proyecto de Salud Digna nacido con un objetivo meramente social, sí le redituó al grado de que hoy tiene 60 sucursales en 19 estados del país.

Opera como Institución de Asistencia Privada (IAP) y ello le permite gozar de facilidades fiscales y algunos otros beneficios debido a que se entiende que su principal objetivo sería la asistencia social atendiendo a población de bajos recursos económicos.

La situación es que la expansión de sucursales de Salud Digna en los últimos años ya no está necesariamente en zonas marginadas, sino en grandes ciudades y en colonias que no son de alta marginación.

De ahí que el Consejo Mexicano de Empresas de Diagnóstico (Comed), presidido por José Carlos Pérez, ya pidió la intervención de la Comisión Federal de Competencia (Cofece) que lleva Alejandra Palacios para que verifique la posición de Salud Digna, pues considera que está compitiendo en forma desleal con el resto de los participantes, pues juega con su rol social aprovechando su capacidad de dar precios bajos ejecutando estrategias comerciales totalmente lucrativas hacia segmentos socioeconómicamente medios o altos.

Lo que está sucediendo es que en algunas ciudades en el norte del país donde Salud Digna tiene mucha fuerza están quebrando laboratorios que al no tener las ventajas fiscales no están en capacidad de competir con los bajos precios que sí puede dar Salud Digna.

Otro punto adicional es que Salud Digna no sólo se está enfocando a segmentos de alto ingreso sino también está dirigiendo su estrategia de ventas hacia empresas privadas ofreciendo paquetes con checkups y otros productos para la planta laboral.

Jesús Vizcarra es también dueño de Su Carne, la principal procesadora de carne en México y una de las principales empacadoras de Norteamérica. No hay duda que es uno de los empresarios más exitosos del país, pero con Salud Digna está jugando en la línea de lo permitido aprovechando el respaldo que le da en cada ciudad ser integrante de las Juntas de Asistencia Privada y el trato preferencial recibido del Sistema de Administración Tributaria (SAT).

José Carlos Pérez, quien es también director general corporativo de Grupo Proa –líder en el mercado con Laboratorios El Chopo- nos comparte que con la experiencia en su empresa que lleva 66 años en el mercado y conociendo la estructura de costos de este negocio, es evidente que hay subsidios cruzados y otras alternativas a las que recurre Salud Digna de tal forma que queda un suelo disparejo para los demás jugadores.

No se trata de que desaparezca Salud Digna, pero lo que sí pide la Comed es que el regulador entre a verificar y garantizar que haya una sana competencia.

Autores

Maribel R. Coronel / El Economista