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Conozca las razones por las que Slim pagó US$905M por Nextel en Brasil
Martes, Marzo 19, 2019 - 15:27

Las frecuencias que pasarán de Nextel a Claro tienen el potencial para dar cobertura de servicios inalámbricos fijo/móvil al 97% de la población brasileña, unas 199 millones de personas, y al 96% de los territorios más importantes que generan el PIB del gigante Brasil.

América Móvil pactó con NII Holdings la compra del 100% de los activos de Nextel Brasil en US$905 millones, que incluye el traspaso de 3,3 millones de usuarios y distintos bloques de espectro en las bandas de 1.9 GHz y en 1.7/2.1 GHz o AWS repartidos en todo el país, que en conjunto reforzarán a Claro de AMX como el segundo operador del mercado local con 59,7 millones de clientes móviles, sólo por detrás de Vivo de Telefónica que en 2018 redujo inversiones y clientes en su negocio brasileño, y por delante de TIM Brasil, cuya matriz, Telecom Italia, también entró en números rojos el año pasado.  

Las frecuencias que pasarán de Nextel a Claro tienen el potencial para dar cobertura de servicios inalámbricos fijo/móvil al 97% de la población brasileña, unas 199 millones de personas, y al 96% de los territorios más importantes que generan el PIB del gigante Brasil.

Por ello la operación se interpreta como una acción de fortalecimiento de AMX en infraestructura y espectro radioeléctrico, de cara al advenimiento de nuevas tecnologías de comunicación como las redes de 5G hacia América Latina y frente a Telefónica de España por el liderazgo del sector de telecomunicaciones en la región, ante el hecho de que Brasil, el baluarte de aquel grupo a través de la marca Vivo en este continente y su cuarto negocio más importante en el mundo, reportó una caída de 15.8% en sus ingresos durante 2018 en el negocio fijo/móvil combinado y bajas de 13.4 y 19.4% por rubros separados, además de una reducción de 14.1%  en su Capex en el año.

Pese a estos números desafortunados, Vivo de Telefónica es el primer operador móvil de Brasil, con 73,1 millones de usuarios al cierre de 2018, aún con una pérdida de 1,7 millones de clientes frente a 2017. TIM Brasil empezó 2019 con  55,9 millones y la financieramente también emproblemada Oi inició el año con 37,7 millones de abonados. El mercado móvil de Brasil tenía 229,21 millones de usuarios en diciembre de 2018, de acuerdo con la consultora Telracom.

El acuerdo, por su parte, también complicará los planes de expansión de TIM en Brasil, el único negocio de Telecom Italia en Latinoamérica y ahora aparece la duda de si un acuerdo con Oi será la alternativa para TIM, que hace unos meses ya había peleado a AMX los activos de Cemig Telecom.

La mexicana AMX compró además al operador, que por un lado, representa el equivalente del volumen de usuarios que su subsidiaria Claro perdió en los últimos dos años por diversos motivos de mercado, y por el otro, que fue Nextel quien pudo capotear mejor la sangría generalizada de clientes que impactó a otras marcas en el mismo tiempo, al pasar de 2,58 millones de abonados en 2016, a 3,3 millones en 2018, y cuando todo el mercado móvil brasileño perdió en conjunto 14,8 millones de líneas en dos años por la depresión económica que padece el país sudamericano.

El desembolso de US$905 millones por parte de América Móvil también significa un mensaje a los gobiernos recién estrenados en México y Brasil, más allá de suponer la segunda mega-inversión del grupo en 2019 tras los US$648 millones dirigidos en enero a Telefónica por los activos de Movistar en El Salvador y Guatemala. Es un aviso de que AMX, impedida por título de concesión y política regulatoria para entrar al negocio del video en México, apuesta por otros mercados como el Brasil de Jair Bolsonaro y su política económica de aperturas, que con esta noticia en telecomunicaciones se anotó en menos de cinco días US$1.521,2 millones en inversión extranjera directa, porque entre el jueves y viernes la española Aena y la suiza Zurich Airports también ganaron concesiones para operar varios aeropuertos regionales brasileños durante treinta años.

Analistas consideran que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y el Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil (Cade), como entes reguladores, pasarán la compraventa del 100% de Nextel Telecomunicações y sus demás marcas relacionadas con este grupo económico en lo que toca a la prestación del servicio mismo, pero que podrían generarse aprietos en temas de frecuencias, pues AMX rebasará los topes de espectro o “caps” en las bandas que se encuentran por debajo de 1 GHz (450, 700, 850 y 900 MHz) en Sao Paulo y regiones del Amazonas y otras tierras pegadas a la frontera con Venezuela y el Atlántico.

En las bandas que se hallan bajo 1 GHz, existen dos topes; uno se fija en una tenencia de 71.4 MHz de frecuencias por operador y otro en 81.6 MHz, de acuerdo con una política regulatoria de noviembre de 2018 establecida por la Anatel, por lo que América Móvil rebasaría esos límites al llegar a 74 Megahertz de señales en Sao Paulo y 79 MHz en la región norte en las llamadas bandas de cobertura tras su acuerdo con Nextel, plantea desde Buenos Aires el analista Juan Gnius, que sigue el mercado brasileño de telecomunicaciones.

América Móvil ya es líder en TV de paga e Internet de banda ancha en Brasil, con casi el 41% de un mercado y en 30% del otro, y en móviles tiene cerca del 26% del negocio nacional. La compraventa de Nextel viene entonces a convertir a AMX en el grupo o uno de los grupos más poderosos del mercado brasileño y con interés en reforzar su posición en la región latinoamericana tras la compra de Movistar Guatemala y El Salvador, refiere Jorge Fernando Negrete, director en Digital Policy & Law (DPL).

De esta manera, Nextel, más que su 1,3% de participación en el mercado móvil de Brasil, empodera a América Móvil de Carlos Slim y este grupo está hoy en una posición de aprovechar las oportunidades para expandir su participación en los mercados ante la introducción de tecnologías como 5G que redefinirán el sector de telecomunicaciones, platica desde Caracas el gerente de proyectos regulatorios de Artifex Consulting, Gerardo Mantilla

Autores

El Economista (México)