Saber enfocarse en lo que más importa y desconectarse cuando se necesite, pueden ser tareas sencillas con muy positivos resultados y se pueden cumplir fácilmente con el uso de herramientas y funcionalidades.
No es una novedad que la tecnología ha facilitado muchas de las tareas que las personas realizan en sus trabajos y en la vida cotidiana. Nos mantiene en permanente contacto con colegas y seres queridos, nos da acceso automático a información que necesitamos en ese instante y abre posibilidades para captar momentos y sacar el mejor provecho a un sinfín de experiencias.
Esta amplísima variedad de oportunidades requiere que el uso de la tecnología necesite de guías y lineamientos que mantengan a las personas en una relación saludable con sus dispositivos. Si has sentido que la tecnología ha llegado a abrumarte, una buena resolución para el nuevo año puede ser proponerse su uso consciente, entendiendo que la tecnología está diseñada para mejorar nuestra vida y no distraernos de ella.
Para ayudarte con este propósito, es clave entender que la generación de hábitos saludables para ti y toda la familia requiere simplemente de tomar decisiones sencillas respecto al consumo diario de la tecnología. Saber enfocarse en lo que más importa y desconectarse cuando se necesite pueden ser tareas sencillas con muy positivos resultados y se pueden cumplir fácilmente con el uso de herramientas y funcionalidades que, por ejemplo, Google ha desarrollado en su programa Digital Wellbeing.
¿Qué acciones concretas puedes hacer durante el 2019 para mejorar tu vínculo con tus dispositivos e internet? Aquí te compartimos algunos consejos:
1. Ser consciente de tus hábitos: El primer paso es entender más sobre cómo interactuamos con la tecnología; esto involucra especialmente el tiempo que invertimos en este consumo.
La mejor manera de detectar los puntos para mejorar es manteniéndose informado: los dispositivos Android te entregan una panorámica completa sobre su uso, con información del tiempo invertido diariamente, la frecuencia en la que se usan las diferentes app y cuántas notificaciones recibes. Esta evaluación también está disponible en plataformas como YouTube, en la que además puedes programar breaks personalizados para detener el consumo de videos y evitar perder la noción del tiempo.
2. Enfócate en lo que importa: Evitar las distracciones diarias puede lograr que tomes el celular con menos frecuencia durante el día. Se trata de tomar decisiones sencillas respecto de lo que es importante para ese día en particular y qué es lo que puedes ver en otra ocasión.
El ejemplo más concreto es el correo electrónico. Revisar la enorme cantidad de e-mails que llegan a diario puede ser una misión interminable e improductiva. Para solucionarlo, basta con dedicar 15 minutos de tu tiempo para ordenar y asignar prioridades a cada correo; si crees que se pueden responder en menos de un minuto, hazlo en el momento. Si no, categorízalo para leerlo y responderlo más adelante. Para ayudarte con esta tarea, puedes activar la funcionalidad de notificaciones de alta prioridad de Gmail, restringiendo el número de alertas de nuevos correos a aquellos que fueron definidos como importantes.
3. Aprender a desconectarse: En el mundo actual, la idea de abandonar el celular es una fantasía. No se trata de extremos: desconectarse es una tarea difícil, pero puede ser posible en rangos de tiempo necesarios para hacer una pausa y volver al equilibrio.
¿Cómo hacerlo? Con las propias herramientas de la tecnología: YouTube tiene la opción de desactivar sonidos y vibraciones en períodos de tiempo personalizados, lo que puede ayudar a ordenar los horarios de sueño. Algo similar permite el Asistente de Google: puedes activar el modo “No Molestar” por voz, el que silenciará todas las notificaciones y comunicaciones hasta el momento que lo desees.
4. Llegar a acuerdos con la familia: Los hábitos saludables también son colectivos, especialmente si hay niños en la casa. El uso de los dispositivos en los tiempos y formatos adecuados requiere de conversar y lograr acuerdos entre todos los miembros de la familia, los que aplican a todos por igual. Es clave definir los momentos para compartir y dejar claro que, durante estos, las pantallas deben estar apagadas.
Si cumplir con este objetivo se hace difícil, padres y madres pueden ayudarse con Family Link. Esta app permite controlar el tiempo en pantalla de los niños, estableciendo límites de tiempo y hasta bloqueando los dispositivos cuando esos períodos se hayan transgredido. También le permite administrar el contenido adecuado, determinando qué apps son adecuadas para los más chicos y recibiendo informes de consumo. Otra tarea sencilla es descargar contenido especialmente diseñado para ellos/as (divertido y seguro), como YouTube Kids.
Asimismo, es posible buscar ayuda con los expertos que están al alcance la familia. Los profesores pueden ser los mejores aliados al momento de recomendar contenido apropiado, que a la vez sea entretenido y educativo.
Estas son algunas de las sencillas tareas para llegar con éxito a la meta de una interacción saludable e inteligente con la tecnología.
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