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Cosentino, de Schneider Electric "tomará 100 años alcanzar la equidad de género en posiciones de liderazgo"
Jueves, Marzo 9, 2017 - 13:19

"Debemos trabajar, internamente y externamente, en la concientización de empresas, ejecutivos y jóvenes para atraer a más mujeres al mercado laboral", recalcó la ejecutiva.

La presencia de mujeres en el mercado laboral, incluyendo posiciones de liderazgo y con salarios equivalentes a los hombres para cargos similares, es uno de los temas principales en la agenda a nivel mundial. Este desafío es una de las prioridades para Tania Cosentino, presidenta de Schneider Electric para América del Sur. Con presencia en más de 100 países, la firma viene implementando e impulsando una transformación en sus políticas de inclusión y género que sirven como modelo para un sector, tradicionalmente, masculino. Considerando la línea evolutiva de las mujeres que ocupan posiciones de liderazgo, en Brasil el 8% no sale de casa, mientras que en Schneider Electric Chile la cifra de mujeres en posiciones de liderazgo llega a un 26%.

“Las estimaciones dicen que tomará 100 años para alcanzar la equidad de género en posiciones de liderazgo. No podemos esperar tanto. Debemos trabajar, internamente y externamente, en la concientización de empresas, ejecutivos y jóvenes para atraer a más mujeres al mercado laboral, mostrando de forma efectiva que todas pueden llegar a altos cargos y la transformación social y económica que esto conllevará.”, asegura Tania Cosentino. “Estudios confirman que la equidad de género trae consigo mejores resultados financieros para las empresas. Asimismo, la diversidad genera más innovación y lograr una equidad en los diferentes mercados, sería el equivalente a inyectar los PIB de China y Estados Unidos a la economía mundial”, agrega la ejecutiva.

Como activista influyente en el debate de género, Tania afirma que es necesario, y posible, acelerar este cambio en el mercado. Los números obtenidos por la compañía durante su gestión reflejan esta situación. Con el objetivo de superar el 42% del total de contrataciones femeninas durante el 2016, la compañía busca acelerar el proceso de igualdad de género en el mercado laboral. En América del Sur, esta cifra ya ha alcanzado el 48%. En la región, las mujeres ocupan el 33,5% de los colaboradores y ocupan el 24% de los puestos directivos.

En este contexto, la participación de los hombres en este debate y el rol de los padres en la deconstrucción de los estereotipos son dos claves en la estrategia para el cambio, dice Cosentino. Esto, porque aún son los hombres quienes, en la mayoría de los casos, contratan o ascienden al personal de las empresas. El sesgo inconsciente es otra de las barreras a destruir.  “Las mujeres están expuestas desde la infancia a los mensajes que refuerzan y perpetúan una imagen de fragilidad, la importancia de la belleza por sobre la inteligencia; mientras que los niños reciben mensajes que refuerzan la inteligencia y el poder, y se valen de arquetipos de héroes y guerreros. En la adultez, estos mensajes continúan presentes en el subconsciente de la mujer y pasan a ser parte de su sistema de creencias, haciendo esta tarea más difícil”.

La transformación que ha sido promovida dentro de Schneider lleva consigo iniciativas integradas. Internamente, los compromisos locales han sido reforzados. Además de aprovechar la contratación de mujeres, la empresa dedica recursos financieros para garantizar una igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres en posiciones similares, apoyando de la misma forma al grupo de mentores para trabajadoras con potencial de asumir posiciones de liderazgo. Asimismo, la firma evalúa periódicamente la evolución del female talent pipeline de la región, buscando siempre tener un hombre y una mujer como finalistas en el proceso de selección de posiciones claves.

Se construyó una cultura inclusiva basada en la igualdad de trato de todos los empleados, cuidando su seguridad, la salud y promoviendo oportunidades para todos, que son los pilares del Código de Ética de Schneider. Igualmente, para no dejar lugar a dudas a cualquier preconcepto en la empresa, se creó un canal de denuncias anónimas para malas prácticas.

Imágenes | Cortesía

Autores

AméricaEconomía.com