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Cuando la industria de la felicidad se hace innovadora y sostenible en Colombia
Martes, Enero 16, 2018 - 08:46

Por Natalia Bayona, vicepresidenta de Desarrollo Internacional de Spain Startup - South Summit.

El turismo se ha convertido en una de las industrias más potentes y reveladoras gracias a su alto crecimiento y dinamismo. Según cifras de la Organización Mundial del Turismo-OMT, entre enero y agosto de 2017, los destinos de todo el mundo acogieron a 901 millones de turistas internacionales, 56 millones más que en el mismo periodo de 2016. En definitiva, un crecimiento del 7%.

Sin duda, América del Sur muestra un crecimiento del 7% y Colombia se ha convertido en la gran revelación. De acuerdo con datos de ProColombia, en el primer semestre de 2017, el turismo receptivo en Colombia creció 46,3%, la llegada de viajeros internacionales a Colombia en 2016 alcanzó los 5.092.052 de visitantes. De acuerdo con cifras del Banco de la República, el turismo se situó como el segundo generador de divisas, superando productos tradicionales como café, flores y banano.

Gracias al turismo internacional, entraron al país más de 5.835 millones de USD.

Es sorprendente como en tan solo seis años, el turismo en Colombia haya crecido el 95%. Recuerdo cuando esta labor de promoción empezó hace 15 años, cualquier logro, desde un artículo positivo en un periódico internacional, hasta ser una opción de compra gracias a los paquetes turísticos con ofertas de nuestras regiones en los catálogos de los tour operadores y mayoristas o el regreso de los cruceros, parecían un sueño para quienes teníamos como labor mostrar la verdadera cara de Colombia y regresarles la confianza a los viajeros internacionales, empresarios e inversionistas para hacer, de este país, una Colombia que a través de su gente lograra enamorar a millones de visitantes gracias a la calidez humana, la diversidad, alegría y las experiencias únicas que solo aquí podrían vivirse.

Gran parte de la tarea de reiniciarse y encontrar un espacio en la industria del turismo se ha realizado y parte de la clave ha sido el trabajo en equipo entre el Gobierno, los gremios, la academia y los empresarios para poner a Colombia en el radar como un destino por descubrir.

El team Colombia se ha visto en más de 40 países, luchando con el objetivo de hacer, del turismo, la industria no tradicional de los últimos tiempos para el país.

Ahora bien, ¿cómo mantener un crecimiento acelerado como este? ¿Cómo seguir escalando? ¿Cómo marcar una tendencia?

Para mí, es el momento de avanzar hacia la siguiente fase donde la innovación y la sostenibilidad van a jugar un rol preponderante. Llegó el momento de crear una ola emprendedora por el turismo. Solo así, lograremos tener más de 10.000.000 de viajeros internacionales para 2025 y estar dentro de los destinos preferidos del mundo.

Siendo más explícita, Colombia necesita crear un verdadero ecosistema de innovación y emprendedores que soporte a su principal sector económico: el turismo.

Así como soñé ver una Colombia volviendo a jugar en el escenario del turismo internacional,  recibiendo visitantes extranjeros cuando era considerado una utopía y con una nueva imagen reconocida a nivel internacional, hoy sueño con la creación y consolidación de un ecosistema emprendedor en torno al turismo que permita que la innovación potencie a los operadores turísticos y hoteleros, tengamos ciudades inteligentes e hiperconectadas y que la experiencia de los visitantes sea cada día tan única que los haga regresar muchas veces más.

Empecemos por materializar mi sueño. Uno de los actores clave de todo ecosistema es la Universidad: ¡donde todo puede empezar! ¿Cuántos de ustedes han estudiado en una escuela de negocios en Colombia? ¿Cuántos han recibido una clase enfocada en turismo? ¿Por qué, si es la principal industria no tradicional del país, no hay un incentivo para que los proyectos de grado sean emprendimientos hacia el turismo? Necesitamos ver más planes de negocio enfocados a dar soluciones a esta industria: la industria de la felicidad.

Esos planes de negocio se materializan en la creación de startups y aquí vuelvo a soñar. ¿Imaginan poder tener startups turísticas que logren vender habitaciones de hotel por horas, sillas de último minuto vendiéndose en los aeropuertos donde hay aviones con plazas disponibles o a través de una plataforma en tiempo real poder aglutinar paquetes turísticos que no han logrado vender las agencias de viajes en baja temporada y que posibles habitantes locales sean quienes presten esos servicios?

Las startups generan soluciones a la industria, acortan la cadena de comercialización y en un mundo tan cambiante como este, cualquier segundo es utilizado para captar la atención de un potencial viajero.

Esas ideas de uso tecnológico vinculado al turismo ya existen en el mundo y sí, el mundo ya está aprovechando la transformación digital, el uso de datos de manera inteligente y apoyando cada vez más a los emprendedores que tienen proyectos que facilitan que las empresas tradicionales innoven de manera más rápida y eficiente. Por estos días, Booking lanzó su convocatoria para acelerar proyectos de turismo sostenible con apoyo hasta de USD500.000. ¡Fascinante!

Ya hemos logrado multiplicar la inversión extranjera directa en hotelería e infraestructura. Ahora bien, ¿qué pasa si nos enfocamos en traer los fondos de capital de riesgo y los corporativos para que apuesten por la innovación?

Crear una cultura de venture capital que ayude a acelerar los procesos de crecimiento de las startups turísticas me gusta, en el sentido en el que los inversores internacionales apostarían por nuestros emprendedores colombianos. Pero quizás, más relevante aún, el giro en el flujo de inversiones hacia la innovación puede cambiar rápidamente el curso de nuestro país.

Pasar de ser un país receptor de inversión tradicional a ser una Colombia que reciba fondos con carteras de billones de dólares que apuesten por el emprendimiento y la innovación. Me gusta este mensaje: de la Colombia viviendo la juventud en materia turística a una Colombia disruptiva, referente y sostenida en sus cifras de llegada de viajeros gracias a una nueva ola de inversión, el emprendimiento donde la innovación es nuestra gran fortaleza.

Necesitamos creernos que podemos ser un país que vive del turismo. Debemos pasar de la táctica a la estrategia en innovación turística.

Crear un ecosistema virtuoso donde los emprendedores escalan gracias a los inversores. Las corporaciones, touroperadores y hoteleros buscan en los emprendedores nuevas soluciones para que sus servicios sean más potentes y un Gobierno que apuesta desde la creación de leyes para el emprendimiento, hasta el fomento por la llegada de capitales de riesgo con fondos público-privados para invertir en las startups más prometedoras y un conjunto de redes colaborativas que permiten que los guías y demás prestadores de servicios se entrenen con el uso de la tecnología y la experiencia cada día este más profesionalizada.

Este es el momento del turismo en Colombia. Debemos aprovecharlo. Si no se innova desde ahora, las cifras de llegada de viajeros no van a ser sostenibles. Vamos a quedarnos en un “one shot moment”: un momento coyuntural.

Necesitamos aprovechar el momento que vive el turismo. Esto se logra con las bases tradicionales que ya se han gestado pero dando un salto cuántico donde el foco de nuestro desarrollo económico esté dado gracias al talento, las nuevas ideas y las apuestas gubernamentales muestren que Colombia quiere posicionarse como el país más innovador turísticamente de la región, el que más crece y el que supo diversificar su económica, con la industria más noble de todas: el turismo.

Autores

Natalia Bayona