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Cursando un MBA con los bolsillos vacíos
Jueves, Octubre 7, 2010 - 16:50

Dejan sus empleos, se endeudan o solicitan una beca. Sin embargo, el retorno es alto y ellos lo saben. Se trata de profesionales de un nivel socioeconómico bajo que con esfuerzo realizan un MBA.

“Cuando buscaba ayuda financiera de alguien que hubiese querido fuese mi  tutor, con un gran puesto en una gran empresa, me dijo: 'un MBA no es para usted, es para personas adineradas, ponga los pies sobre la tierra'. Eso fue lo mejor que me pudo pasar, desde ese momento me dije: 'nada me va a detener, voy a ser MBA y seguiré ascendiendo".

Vladimir Campos, es gerente de Ventas y Mercadeo de la división de Negocios Automotrices Complementarios en Purdy Motor y decidió hacer un esfuerzo por llegar a estudiar un postgrado.

Así como él, varios son los profesionales con una situación económica precaria que dejan de lado empleos, se endeudan o se las arreglan para conseguir becas con el objetivo de integrarse a un postgrado en negocios.

Programas que por lo demás, son bastante caros, tomando en cuenta que para cursar un MBA part time se desembolsa entre US$10.000 y US$ 20.000, considerando el promedio de costo anual de esos programas del conjunto de escuelas incluidas en el ránking MBA de AméricaEconomía 2010.

Así y todo, no hay que ser rico para ser MBA.

En la entidad mexicana Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), explican que el año pasado el 44% de los estudiantes de MBA lo hacía con ayuda financiera.

En la Universidad de los Andes (Uniandes), en Colombia, unos ocho alumnos de la promoción 2009 cursaban un programa de este tipo mediante subvención. Un gran logro para este plantel, tomando en cuenta que en 2005 no había ningún estudiante becado.

En el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) cerca de 116 alumnos pudieron estudiar el 2009 mediante préstamos.

Escasez de becas

“Las becas para estudiar un postgrado en Administración de Empresas suelen ser escasas alrededor del mundo y en algunos casos nulas”. De esta forma Sonia Zurita, directora del MBA de ESPAE, en Ecuador, ejemplifica una de las tantas trabas que deben enfrentar quienes desean ampliar su educación a un postgrado.

Ésto, porque sumado a que las becas son muy pocas, no siempre están displibles para todos los programas. El obtener una requiere el demostrar limitaciones económicas, tener un alto desempeño y mantener las calificaciones una vez ingresado. Las ayudas financieras, por otro lado, significan deuda.

Las dificultades, por tanto, son bastantes. “La explicación más común y con sentido es que el rédito de estudiar un MBA recae directamente en el estudiante ( desarrollo profesional, mejores oportunidades laborales y por tanto mayores ingresos) y menos en la sociedad”, agrega Zurita, directora de la escuela que entrega anualmente una beca para estudiar la maestría en Administración de Empresas.

En la Uniandes tienen al alcance becas completas para los MBA, junto con la existencia de una línea de crédito del fondo educativo. Y la idea es ampliar su impacto, a través de “la reciente creación de una beca internacional, y de la línea de crédito de Gabriel Vegalara (GVL), que existe desde el 2008”, explican en la Facultad de Administración de Uniandes.

Vladimir Campos, por ejemplo, para integrarse al MBA renunció a su trabajo de entonces, pidió financiamiento en INCAE, accedió al fondo de beca Pellas y pidió un préstamo con CONAPE.

“La ayuda financiera me sirvió muchísimo, pero también hay que hacer un esfuerzo. Vendí mi auto y tenía que caminar y tomar varios buses para ir a visitar a mi familia”, dice.

El egresado Rafael Coello, en cambio, pudo cursar un MBA con beca completa en la escuela de negocios ESPAE. “No tenía el dinero para la colegiatura, y no veía factible que una institución financiera me prestara el dinero”, cuenta.

Cumplir el sueño

Así como para Campos, el ingresar y terminar exitosamente el MBA significó cumplir un anhelo, algo similar ocurre con Coello. “Luego de trabajar varios años en el área administrativa y financiera de una empresa, soñaba con empezar mi propia empresa y sabía que me hacían falta muchos conocimientos”.

Conocimiento que efectivamente adquirió. Mientras hacía la maestría consiguió trabajo con un profesor y obtuvo otra para un programa en Georgetown, en Estados Unidos. Se ve, no se trataba sólo de concluir un postgrado costoso y de alta exigencia, sino que también acceder a mejores empleos.

“Los becados en el último año actualmente trabajan en empresas como: Eli Lilly, Fenalco, Garper Energy Solution, Horwarth, Patrulla Aérea Civil Colombiana y Uniandes”, explican en Uniandes.

“Ahora tengo un puesto gerencial en una de las mejores empresas de la región y disfruto mucho lo que hago. Siento que soy más crítico, trabajo más rápido, tomo decisiones con mucha seguridad y con gran sentido común.Ahora tengo un puesto gerencial en una de las mejores empresas de la región", cuenta Campos. 

Autores

Daniela Arce