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Déficit presupuestario de EE.UU. se elevará a niveles récord en 2010
Lunes, Febrero 1, 2010 - 07:10

Según las proyecciones del gobierno de Obama, el saldo negativo se ubicará en US$1,56 billones, equivalente a 10,6%, en el año fiscal que finaliza en septiembre. Para 2011, se prevé un déficit de US$1,41 billones

Washington. El presidente estadounidense, Barack Obama, proyectó este lunes que el déficit presupuestario se elevará a un nuevo récord en el año fiscal de 2010, pese a su promesa de responsabilidad fiscal, aunque proyectó un leve descenso para 2011.

El gobierno de Obama prevé que para el año fiscal que concluye el 30 de septiembre del 2010 se registrará un déficit de US$1,56 billones, equivalente a 10,6% del Producto Interno Bruto (PIB), dijo la Casa Blanca.

El incremento es en parte debido al gasto asociado a un paquete de medidas de estímulo económico definidas el año pasado. La proyección se compara con los US$1,41 billones del año fiscal 2009.

Para el año fiscal 2011, que forma parte del presupuesto que debe ser aprobado por el Congreso, el gobierno de Obama espera que se reduzca a 1,27 billones u 8,3% del PIB, nivel que la Casa Blanca prevé declinará gradualmente a 3,9% para el año fiscal 2014.

Sin embargo, el déficit no disminuirá hacia la meta de Obama de 3% del PIB para fines de su mandato, pero cumpliría otro objetivo: reducir a la mitad la brecha que existía cuando asumió la presidencia.

Se prevé que el déficit caerá a US$706.000 millones en 2014 antes de comenzar a crecer nuevamente para alcanzar los US$1,003 billones en el año fiscal 2020. En los próximos 10 años, el saldo negativo sumaría un total de US$8,532 billones.

Equilibrio. El presupuesto, de US$3,834 billones, busca alcanzar un equilibrio entre fomentar la creación de empleo en el corto plazo y hacer frente a los problemas fiscales de la nación durante la próxima década.

La solicitud de presupuesto prevé una reducción del déficit de US$1,2 billones durante los próximos 10 años, en gran parte a través de la aplicación de un impuesto a los grandes bancos, la eliminación de preferencias tributarias para las empresas de petróleo, gas y carbón, un congelamiento de tres años al gasto discrecional no relacionado con la seguridad y el término de reducciones de impuestos para las familias más ricas que datan del gobierno de Bush.

Con información de Reuters y Dow Jones Newswires