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Desafíos del CEO: siete claves para adaptarse a un nuevo entorno
Jueves, Noviembre 12, 2020 - 15:00

Paloma Beamonte, presidenta de Xerox España y Portugal, habló de su experiencia y compartió algunos consejos en encuentro virtual organizado por el Club Excelencia en Gestión.

Los cambios sufridos en los últimos meses han empujado a las empresas a funcionar de forma diferente, a adaptarse a una estructura distinta y a nuevas dinámicas internas, además de interpretar de otra manera el concepto ‘negocio’.

Una transformación acelerada y obligada que Paloma Beamonte, presidenta de Xerox España y Portugal, también se está enfrentando. Su experiencia quedó plasmada en un encuentro virtual, organizado por el Club Excelencia en Gestión y que estuvo enfocado en el nuevo papel del CEO en la actualidad.

Beamonte estuvo acompañada por Ignacio Babé, secretario general y CEO del Club Excelencia en Gestión. En la instancia, Beamonte abordó los desafíos a los que se enfrentan los grandes líderes empresariales en estos momentos de crisis sanitaria y de gran incertidumbre económica, y mostró su experiencia para afrontarlos. Un entorno VICA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad, Ambigüedad) sin precedentes que les ha obligado a reaprender y a reinventarse para mantener sus corporaciones en pie.

A continuación, siete claves para que el CEO pueda adaptarse al nuevo entorno poscoronavirus. 

  1. Seguir modelos de gestión enfocados a la transformación. El Modelo EFQM (Modelo Europeo de Excelencia Empresarial) es útil para medir conceptos intangibles determinantes para la buena marcha de una organización. Sirve como guía para el líder, cuyas principales responsabilidades son la dirección de la compañía, la ejecución de sus estrategias y la consecución de resultados, los cimientos sobre los que se asienta el Modelo EFQM. “A nosotros nos aporta herramientas muy eficaces, como una serie de matrices que nos permiten evaluar cómo podemos hacerlo mejor”, explica Beamonte.
  2. Implicar a los grupos de interés. En estos momentos difíciles, los líderes tienen que conseguir fortalecer al máximo la relación de la empresa con las personas implicadas en sus procesos: trabajadores, clientes, inversores, proveedores. Deben promover modelos de escucha para conocer de forma rápida y sencilla las necesidades del cliente, que ha de estar siempre en el centro. Pero también hay que atender a los empleados, implicarlos en los proyectos de innovación y transformación, fomentar su confianza y promover el talento para crear un valor sostenible desde todas las áreas de la organización. 
  3. Liderar el cambio tecnológico. Una de las claras consecuencias que ha traído la pandemia al mundo empresarial ha sido una adaptación rápida y forzada a nuevas fórmulas de trabajo y comunicación. El teletrabajo, que había tenido un recorrido muy limitado, se ha disparado, y bajo su paraguas han llegado nuevas soluciones tecnológicas de diversa utilidad, según las necesidades de cada organización. Parte de la labor del CEO en estos momentos pasa por detectar cuáles son esas necesidades y cómo darle solución de una manera innovadora, garantizando la seguridad, física y cibernética.
  4. Fomentar la cocreación: La competitividad entre organizaciones e, incluso, entre filiales de una misma empresa, como ocurre con Xerox, debe eliminarse. Y dejar que prime la cooperación y la cocreación a través de acuerdos, de jornadas de formación, de participar en mesas redondas, etc. para potenciar una recuperación conjunta. El objetivo es evitar la pérdida de productividad y de puestos de trabajo, algo que ahora mismo es esencial para que la situación socioeconómica no empeore desde el punto de vista general.
  5. Gestionar la diversidad: Observar las dificultades grupales que se pueden encontrar dentro de una organización (grupos de mujeres, de diversidad sexual, con discapacidad, etc), escuchar sus necesidades e intentar darles solución. Siempre con fórmulas éticas que estén alineadas con el propósito y los valores de la empresa.
  6. Reaprender y reinventarse: Debe cuestionarse el futuro, observar si los valores de la organización son los adecuados en este momento, siempre bajo el paraguas de la ética y teniendo en cuenta cómo el virus ha cambiado nuestra forma de ver la vida. El CEO ha de tener estabilidad para afrontar la situación y flexibilidad para reinventarse. “Hay que asumir que una medida que adaptaste hace tiempo ya no es la adecuada y que debe transformarse. Pero también hay que hacer ver a los empleados por qué ha dejado de ser buena y por qué es necesario cambiarla”, recomienda Beamonte.
  7. Ser ejemplo y fuente de inspiración. Además de ser el origen de todas estas soluciones, el CEO debe dar ejemplo para convencer de que el cambio es necesario. Poner en práctica las soluciones aportadas, corregir las desviaciones que detecte y comunicar toda esta experiencia sin miedo. De forma constante, con claridad y transparencia, apoyándose en los valores que definen a la organización.

Autores

AméricaEconomía.com