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Desmienten efectividad de 28 terapias alternativas para el cáncer
Miércoles, Enero 25, 2017 - 06:00

La presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer se puso en la misión de comprobar que la homeopatía y la angeloterapia, entre otras, no sirven para combatir esta enfermedad.

El Espectador. A Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), además de luchar contra su diagnóstico, le tocó enfrentar una cantidad de mitos y leyendas que rodeaban su enfermedad. Hierbas, dietas, terapias para la bioemoción y hasta hongos, le fueron llegando, uno tras otro, como recomendaciones para curarse.

“Estaba harta de ver cómo engañaban a las personas con cáncer”, afirmó al periódico español El País. Así, para combatir la pseudociencia que, veía, se iba abriendo paso entre los pacientes con cáncer, decidió publicar el documento Mitos y pseudoterapias, una compilación de 28 pseudoterapias y alrededor de 78 mitos que rodean esta enfermedad. Su idea, junto a la de su asociación, es cuestionarlas bajo la luz de la ciencia.

Este es un ejemplo de cómo el Gepac busca abolir los rumores de calle:

 “Mito 4: El cartílago y extracto de tiburón son buenos contra el cáncer”.

“Realidad: Según este mito los tiburones no tienen cáncer y el cartílago de tiburón cura el cáncer. No existe ningún estudio que haya demostrado que el cartílago de tiburón sea eficaz como tratamiento con el cáncer. Es más, se han encontrado tumores en varios ejemplares de tiburón”.

Para ayudarse durante el proceso, Barragán y su equipo se basaron en dos tipos de conocimiento: las frases y rumores de pasillo que rodean el cáncer y, para desmentir, acudiendo a expertos de la Asociación para Proteger al Paciente de Terapias Pseudocientíficas. A esto, explica, se sumó información referenciada y con citas que avala cada una de la información.

“Mito 28: Tener una depresión aumenta el riesgo de tener cáncer”.

“Realidad: No hay ninguna evidencia científica que concluya que el tener o haber tenido depresión aumente el riesgo de tener cáncer.”

Es otro de los ejemplos que se pueden leer en el documento. De hecho, según explicó Barragán a El País, hay dos tipos de terapias. Las dietas anticáncer que, aunque no son peligrosas, generan una moda sin sentido. Y las del tipo neurológico, como la bioemoción, donde se afirma que el cáncer es una manifestación del desequilibrio del paciente. "Encima, resulta que tenemos la culpa de estar malos", aclaró Barragán al periódico español.

Así, pasando por el uso de loza de porcelana para cocinar, el uso del microondas o si la soja reduce el cáncer, en Mitos y pseudoterapias se ponen las cartas sobre la mesa.

En cuanto a la reciente advertencia realizada por la Agencia de normas alimentarias de Estados Unidos (FSA, por sus siglas en inglés), en la que se determina que las tostadas quemadas tienen propiedades cancerígenas. El libro advierte:

“Realidad: La creencia de que tomar tostadas quemadas provoca cáncer no tiene fundamento porque, si bien el carboncillo tiene un componente cancerígeno, si consumo debería ser masivo para que se considerara factor de riesgo. El alcohol y el tabaco tienen más riesgo que el carboncillo de unas tostadas quemadas”.