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Desnutrición crónica baja a paso lento en Guatemala
Martes, Diciembre 8, 2015 - 09:43

Expertos ven lento el avance en la reducción de la desnutrición crónica infantil y señalan que se tienen pocas herramientas para medir el impacto real de las acciones que se toman en el Plan del Pacto Hambre Cero.

Geldi Muñoz Palala para Prensa Libre. Sobre una de las conclusiones del IV Censo Nacional de Talla en estudiantes del primer grado de primaria del sector público y que la Secretaría de Seguridad Alimentaria Nutricional (Sesán) resalta al indicar que la prevalencia de la desnutrición crónica en Guatemala ha disminuido un 8% del 2008 al 2015, los consultados indicaron que se necesitaría ir al grupo de niños menores de 5 años para comprobar los datos.

Pablo Jiménez, coordinador técnico de Alianza por la Nutrición, señaló que los resultados del IV Censo de Talla muestran que la prevalencia de desnutrición crónica tuvo una baja en el 2008 —45,6 %— respecto de 2015 —37.6 por ciento—, pero que al dividir la reducción entre los siete años analizados bajó 1,14 % al año, cuando otros países en la región han reducido la desnutrición crónica hasta en un 6% anual.
Avance muy lento

“Necesitaríamos, para llegar al promedio latinoamericano, como 20 o 25 años. No estamos siendo muy efectivos, y si hoy hablamos de 37,6%, además de que está muy alta, es inaceptable”, afirmó Jiménez.

Mynor Maldonado, de Mejoremos Guate, agregó que la VI Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (Ensmi) mostró que el porcentaje de menores de 5 años con desnutrición crónica en 2008 fue de 49.8 por ciento, y en 2015 fue de 46,5% en todo el territorio. Lo cual equivale a 3,3% en siete años, 0,47& anual.

“Es cierto, ha habido una tendencia medida por dos herramientas diferentes, pero es bajo el ritmo de disminución que hemos venido trayendo con Pacto o sin Pacto”, dijo.

Observaciones

Luis Hernández, director ejecutivo del Grupo de Análisis Estratégicos para el Desarrollo (GAED), afirmó que al comparar los censos de Talla del 2008 y el 2015 da la impresión de una reducción en el indicador de desnutrición crónica, pero asegurar que se redujo en ese valor es un juicio sesgado, porque existen diferencias entre ambos que afectan su comparabilidad.

Una de las diferencias es que en el censo del 2015 hay 74 mil niños menos que en el del 2008, y además de evidenciar baja en la escolaridad, posiblemente los menores que están fuera del estudio, porque no están en la escuela, tienen mayor desnutrición.

Carmen Salguero, de Mejoremos Guate, dijo que es evidente que hay mejoras, pero es necesario evaluar a qué se deben, si son producto de las acciones implementadas por el Gobierno o si de esfuerzos particulares, de las familias o las remesas.

Alianza por la Nutrición exhortó a que se discutan públicamente estos hallazgos, para contar con insumos técnicos que sirvan para que el gobierno de Jimmy Morales pueda plantear acciones que aceleren la reducción de la desnutrición crónica.
Les quitan recursos

A estas carencias se suma la reducción de 420,5 millones en la partida destinada prevenir la desnutrición crónica, cambio que hizo el Congreso en el presupuesto del Ministerio de Salud para el próximo año.