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Detener las superbacterias costaría US$ 2 por persona
Jueves, Noviembre 8, 2018 - 15:00

El problema de la resistencia a los antimicrobianos ha aumentado en los últimos años por la aparición de bacterias resistentes a múltiples medicamentos.

Detener el aumento de infecciones mortales por superbacterias resistentes a los medicamentos, que matan a millones de personas en todo el mundo, podría costar sólo 2 dólares al año por persona, expuso el miércoles la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El grupo describió la resistencia a los medicamentos como “una de las mayores amenazas para la medicina moderna” y explicó que, si no se hace nada, las superbacterias podrían matar a unos 2.4 millones de personas en Europa, América del Norte y Australia sólo en los próximos 30 años.

El problema de las bacterias infecciosas resistentes a los medicamentos ha existido desde el descubrimiento del primer antibiótico, la penicilina, en 1928.

A menudo llamado resistencia a los antimicrobianos o AMR, el problema ha aumentado en los últimos años por la aparición de bacterias resistentes a múltiples medicamentos y porque las farmacéuticas han recortado la inversión en este campo.

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que, a menos que se haga algo drástico, habrá una era posantibiótico, donde la atención médica básica será peligrosa por el riesgo de infección durante operaciones de rutina, lo que podría ocurrir en este siglo.

Una revisión respaldada por el gobierno británico en el 2014 estimó que para el 2050 el problema podría matar a 10 millones de personas más al año y costar hasta 100 billones de dólares si no se controla.

En el informe, la OCDE manifestó que “una inversión a corto plazo para contener las superbacterias salvaría vidas y ahorraría dinero”.

Propuso un “ataque con cinco frentes”, que incluyen promover una mejor higiene, terminar con la prescripción excesiva de antibióticos, evaluar rápidamente a los pacientes para asegurarse de que obtengan el medicamento adecuado para las infecciones, retrasar las recetas de antibióticos y realizar campañas en medios de comunicación.

Autores

Reuters