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Deudas en pareja: es más fácil juntos
Miércoles, Agosto 30, 2017 - 09:03

Si no se le presta la atención e importancia adecuada, el saldo negativo puede ocasionar desastres a la economía y relación.

Esto se complica más aún cuando dos personas forman un hogar trayendo consigo sus propios patrones de uso del dinero y condición financiera. Estos pueden ser cualquiera de los siguientes:
 
• Un cónyuge endeudado y el otro no
• Ambos endeudados
• Ambos sin deudas
 
Si bien lo ideal es que ambos lleguen al matrimonio sin deudas, no resulta ser lo normal. Ya sea por compromisos individuales previos o bien porque al momento de formar el hogar han decidido comprar a plazos una casa, menaje de hogar, fiesta de boda, entre otros.
 
Lo cierto es que la mayor parte de hogares inicia en saldo negativo, el cual en un inicio puede parecer manejable; sin embargo, si no se le presta la atención e importancia adecuada, puede ocasionar desastres a la economía y relación.
 
 
En mi caso, mi esposa y yo no hablamos al respecto del dinero antes de casarnos, sino un tiempo después. La plática no fue nada planificada, sino por sorpresa: todo sucedió cuando mi esposa, con asombro y preocupación, vio el saldo de mis tarjetas de crédito.
 
Mi deuda en tarjetas de crédito era elevada, me costaba mucho trabajo poder efectuar los pagos mínimos y lo peor era que creía que era normal. Fue la expresión de mi esposa lo que me hizo preguntarme si realmente estaba haciendo algo mal. Ella toda su vida había pagado de contado sus compromisos sin ningún tipo de deuda, por lo que le preocupaba grandemente ver la carga financiera de su ahora esposo.
 
Aún recuerdo la conversación de ese día:
 
Mi esposa: ¿Todo esto se debe?
Yo: Sí, pero no te preocupes todo está bajo control, incluso soy considerado un cliente tipo A (no era una defensa, sinceramente lo creía).
Mi esposa: Hagamos un plan para pagarlo todo, yo te ayudo (no puedo expresar lo suficiente mi gratitud por tener la disponibilidad de ayudarme a pagar con su dinero deudas contraídas por mi persona).
Yo: Gracias, lo aprecio mucho, pero yo me metí, yo debo pagarlo (no fue un acto orgulloso, creía sinceramente que no era justo para ella y que debía hacerme responsable de mi desorden financiero y aprender la lección).
Mi esposa: Entiendo, pero quiero que sepas que estoy para ayudarte siempre (más agradecido aún).
Yo: Gracias, lo sé y lo aprecio grandemente.
Mi esposa: No te endeudarás más, ¿verdad?
Yo: No, definitivamente no.
 
En ese momento no sabía cómo iba a lograr cumplir lo que había prometido, simplemente sabía que debía hacerlo para responder acorde a esa confianza y apoyo. Ese fue el origen de mi búsqueda por aprender acerca del buen uso del dinero y ponerlo en práctica.
 
No solo logré salir de todas mis deudas, aunque me tomó cerca de cinco años hacerlo, sino que esta experiencia me abrió la puerta para compartir todo lo que había aprendido con otras personas que necesitaran alguna guía al respecto. El apoyo que recibí de mi esposa no solo fue de beneficio para mi persona y familia, sino para aquellas personas que han sido expuestas también a estos aprendizajes. Su apoyo trascendió.
 
 
No confundas mi consejo con un cuento romántico, ya que no es una de mis fortalezas, permíteme explicarte este concepto ahora con matemáticas sencillas:
 
• 1 + 1 = 2 (aliado). Ambos se ayudan, será más fácil salir de deudas y los avances serán exponenciales.
• 1 = 1 (indiferente). Cada quien pone de su parte pero no en armonía, se verán resultados positivos pero no será la forma más eficiente.
• 1 - 1 = 0 (opuestos). Un cónyuge pone de su parte pero el otro no, nos estancamos, no se ven progresos.
• -1 - 1 = -2 (enemigo). Ambos cónyuges, en lugar de ayudarse, se atacan el uno al otro, no solo no se resolverá el problema financiero, sino que se agravará más aún.
 
Como puedes ver, hasta las matemáticas nos enseñan que es más fácil sumar esfuerzos para lograr un propósito común, salir de las deudas en pareja. Recuerda que cuando tomaste la decisión de formar un hogar con tu pareja, dejaron de ser dos para convertirse en uno, para lo bueno o para lo complicado.
 
Claro que se necesita más que unirse para salir de deudas, y te compartiré consejos puntuales en posteriores blogs, pero por ahora es necesario agrupar fuerzas con nuestra pareja y proponerse a salir de deudas, porque ¡es más fácil juntos!
 

Autores

César Tánchez/ Prensa Libre