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Colombia: gremios industriales reportan blindaje poco eficiente
Jueves, Abril 3, 2014 - 08:20

Después de un año y tres meses de entrar en vigencia el decreto 0074 de 2013 para el control de contrabando en confección y calzado, los gremios tienen opiniones divididas.

En enero de 2013 nació el decreto 0074 con el propósito de fijar un arancel mixto para las importaciones de confección y calzado tan pronto ingresaran a puerto colombiano, de 10% del valor del par de zapatos más US$5. Una entrada en vigencia que representó una luz en el camino para la industria y que empezó a mostrar resultados positivos a corto plazo: los 6,93 millones de pares que entraron al mercado en marzo de ese año se convirtieron en 3,72 millones al mes siguiente, y en 2,63 millones en mayo.

En enero de 2014, la viceministra de Desarrollo Empresarial, María del Mar Palau, anunció durante el lanzamiento de Colombiatex de las Américas, la continuidad del decreto que había empezado a regir el año pasado, con el propósito de buscar diferenciar los precios artificialmente bajos de los reales del mercado para darles un beneficio en arancel a los que importan formalmente.

Tres meses después, Eduardo Visbal, vicepresidente de comercio exterior de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), afirma que: “Con la expedición del decreto 0074 se subieron exageradamente los aranceles en calzado y confección, lo que tiene efectos perversos porque grava discriminadamente a los más pobres —el 30% de lo que se comercializa en el país proviene de contrabando— en relación con los más ricos”. Y añade que se le advirtió al Gobierno que aumentaría el contrabando, porque depende de la diferencia de precios. “Las cifras de producción, empleo y ventas del calzado han mostrado una caída dramática en los últimos trece meses, por encima del 7% en comparación con los demás sectores”.

Un punto de vista que se muestra contrario a lo que opina Carlos Eduardo Botero, presidente del Instituto para la Moda y la Exportación (Inexmoda), quien considera que “la medida sí ha funcionado desde 2013, pero se ha potenciado con la renovación de este año por la concertación entre industriales y comerciantes”. Sin embargo, reconoce que “aunque ha ayudado muchísimo, por ejemplo, para las empresas que no tenían en su portafolio el mercado internacional, el panorama cambia radicalmente con un conjunto de temas internos que refuercen la competitividad y contribuyan a la lucha contra el contrabando”.

Una realidad que llevó al presidente Juan Manuel Santos a comprometerse con la implementación de medidas que fortalezcan el sector de calzado nacional, después de recorrer el pasado lunes el barrio Restrepo de Bogotá, cuando los comerciantes le contaron que “por cada contenedor de calzado legal que entra al país, entran cinco o diez en forma ilegal”. “Y no están entrando por las fronteras en Brasil, a través del Amazonas, no; están entrando por El Dorado, por Buenaventura, por Cartagena, y ahí lo que tenemos es que hacer una operación como la estamos haciendo. Ustedes verán dentro de muy pronto mucha gente de la DIAN en la cárcel, porque ahí hay una complicidad con cierta gente por fuera que está permitiendo que eso suceda”, advirtió el mandatario.

No obstante, empresas establecidas, como Cueros Vélez, siguen renovando su catálogo de productos con el lanzamiento de líneas femeninas y masculinas, accesorios, gafas, perfumes y fragancias con impacto nacional e internacional, pues para Cesar Maldonado, gerente general de la compañía, “el decreto 0074 ya empieza a mostrar resultados que dan aires de tranquilidad. Sin embargo, mientras Colombia exporta US$50 millones en calzado, las importaciones suman US$500 millones. Este es un sector que genera mucho empleo y que requiere atención especial del Gobierno”.

Un sector que, al igual que el de confección, tiene gran impacto en la economía nacional. De acuerdo con Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), “los textiles representan el 0,8% del Producto Interno Bruto (PIB), 7,5% del producto interno manufacturero y generan 460 mil empleos directos, cifras que muestran que va por la ruta correcta. Sin embargo, aún hay grandes desafíos por afrontar, como el de profundizar el desarrollo del espíritu de cadena y contraatacar el contrabando. Colombia está en mora de reconocer los daños que este le produce a la economía”.

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ELESPECTADOR.COM