El director general de la Organización Mundial de Comercio abogó para que los países administren mejor sus recursos considerando que se está reavivando el escenario de 2008 con la crisis alimentaria y la consiguiente inflación global.
Ginebra. Las restricciones a las exportaciones son la principal causa del actual alza de los precios mundiales de los alimentos y los países deberían hallar otras formas de garantizar sus suministros domésticos, dijo el sábado el jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El director general de la OMC, Pascal Lamy, dijo que apenas unos años después de la crisis alimentaria del 2008, los crecientes precios están avivando la inflación global y fomentando disturbios políticos en varias naciones.
Hace dos semanas la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dijo que el índice de precios de alimentos había alcanzado un récord máximo en 2010, excediendo los niveles de 2008.
Lamy sostuvo que en esta ocasión una de las razones son las malas condiciones climáticas, como por ejemplo la sequía del año pasado en Rusia y sus vecinos del Mar Negro.
Pero los límites a las exportaciones tienen un rol clave en las crisis alimentarias y algunas personas las consideran como la principal causa en el alza de precios del 2008, afirmó Lamy en una conferencia de ministros de Agricultura en Berlín.
"Las restricciones a las exportaciones desatan pánico en los mercados", indicó.
Por ejemplo, señaló que no hubo un desequilibrio fundamental en el mercado del arroz en el periodo 2007/2008, pero el comercio internacional del cereal cayó en un 7 por ciento en 2008 respecto de los niveles de 2007, en buena parte debido a los límites sobre las exportaciones, manifestó.
El incremento en los precios de los cereales durante el periodo 2010/2011 tiene mucho que ver con las restricciones a las exportaciones en Rusia y Ucrania, impuestas después de que ambos países fueran impactados por una severa sequía, dijo.
Esas medidas perjudican a las naciones importadoras y pueden impedir que el Programa Mundial de Alimentos adquiera los suministros que necesita para ayudar a comunidades que sufren de hambruna.
Lamy dijo que los países que imponen estas restricciones fueron movidos por la necesidad de evitar que sus propias poblaciones pasen hambre, pero aseveró que había otras formas de alcanzar este objetivo.
"La respuesta al problema debe residir en una mayor producción de alimentos a nivel global, más redes de seguridad social, más ayuda alimentaria y posiblemente más reservas", afirmó.
"Diría que lo que al menos debemos explorar es la exención de la ayuda humanitaria de alimentos en los vetos a exportaciones", añadió.
Las reglas de la OMC permiten a sus miembros reducir o vetar las exportaciones para garantizar sus propios suministros de alimentos, y en el 2008 los esfuerzos de Japón para que las naciones afronten más obstáculos al limitar sus ventas al exterior tuvieron poco respaldo en la comunidad global.