Pasar al contenido principal

ES / EN

Unión Europea podría estrechar sus lazos comerciales con América Latina
Sábado, Julio 31, 2010 - 18:18

Los productos europeos han visto mermados su participación en el mercado regional. No obstante, las oportunidades para ambos bloques están a la mano.

La conferencia de Madrid en mayo de 2010 trajo consigo varios Tratados de Libre Comercio (TLC) y acuerdos entre la Unión Europea (UE) y América Latina, situación que obviamente estrecha aún más los lazos entre ambas regiones. Sin embargo, a pesar del avance, no disminuirá la injerencia que China va a seguir teniendo en el comercio regional.

La UE firmó un TLC con Colombia y Perú, como también un acuerdo de asociación con Centroamérica. Las negociaciones para el TLC con el Mercosur también se reanudaron, tras su suspensión en 2004 por diferencias surgidas durante la ronda de Doha. Acuerdos que deberían ayudar a potenciar el comercio bilateral, el que ha sido amenazado por el aumento de los  negocios entre Latinoamérica y China, en constante crecimiento, y que sólo vieron una baja en 2009 debido a la crisis mundial.

Una posición que no decae y que pone una luz de alerta en el frente político, ya que aprensiones políticas podrían surgir entre los bloques económicos, en particular, por la preocupación de la UE sobre la competencia del sector agrícola de América Latina.

Los negocios. Las exportaciones latinas hacia la UE representaron 11,8% del total de los envíos. En contraste, sólo 1,9% de las exportaciones de la UE tuvieron como destino América Latina en 2009, debido a que la mayoría de los envíos del bloque europeo se envían a los países vecinos.

Los productos europeos han visto una merma en su participación en el mercado local. Sin ir más lejos, en el año 2000 sólo 2,4% de sus exportaciones correspondían como destino a América Latina -Holanda es el mayor receptor de los envíos, con 2,6%-, mientras que Estados Unidos se mantiene como el mayor socio comercial de la región, totalizando 34,8 % de los envíos regionales en 2009.

No obstante, las oportunidades para ambos conglomerados están a la mano. Un ejemplo es el acuerdo con Colombia que beneficiará a las empresas locales de flores y azúcar, como también a las industrias peruanas de pesca y manufactureras. Sin embargo, el poco competitivo mercado lechero colombiano podría sufrir con la llegada de productos lácteos más baratos, situación que ya genera rechazo entre los empresarios y los trabajadores locales.

Por su parte, las negociaciones del acuerdo de la Unión Europea con América Central -Panamá, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Belice y Nicaragua- habían comenzando en 2007, pero no prosperaron debido a temas agrícolas, especialmente por las tarifas de importación de bananas, un producto clave para varios países de esa zona. Sin embargo, debería salir a la luz, ya que este acuerdo será positivo para ambos bloques con el consecuente aumento de los salarios.

Asimismo, el aumento de cuotas de importaciones de carnes y arroz centroaméricanos beneficiará a los agricultores, y la UE tendrá mayor acceso a servicios y al mercado automotriz.

Y con China… Estos acuerdos de libre comercio beneficiarán a los países latinoamericanos mediante la diversificación de su base de exportaciones, pero también beneficiará a los países de la UE mediante el refuerzo de cuota de mercado en un contexto de aumento del comercio de América Latina con China.

Las exportaciones hacia el país asiático tuvieron un tropiezo durante 2009, pero durante este año retomará su tendencia creciente. China sigue importando cobre, soya y carne desde Latinoamérica, lo que le permite a los productores latinos tener una opción más de comercialización de sus productos, como una forma de disminuir su dependencia de Estados Unidos y Europa, lo que expone a la región a la vulnerabilidad de una baja en la demanda por parte de éstos, como ocurrió en 2008-2009.

El fortalecimiento de la relación entre la región y la UE debería motivar mayores inversiones europeas en la región. En 2009, la Inversión Extranjera Directa (IED) hacia la región totalizó US$76,7 billones, según ECLAC, lo que presentó una baja del 42% durante la crisis económica.

El aumento del comercio e inversiones creará nuevas oportunidades de trabajo y potenciará el ingreso de los consumidores. Sin embargo, y dado el efecto que la crisis tuvo en las economías del Viejo Continente, la IED hacia América Latina estará bajo su potencial en el mediano plazo.

El desafío mayor será lograr un acuerdo con el Mercosur. Las conversaciones se iniciaron en 1999 y fueron suspendidas en 2004. España, la presidencia actual de la UE, afirmó que espera cerrar el acuerdo hacia finales de este año, con el objetivo de empujar las exportaciones del bloque europeo hacia los países del Mercosur, por cinco billones de euros anuales.

Sin embargo, hay varios obstáculos importantes que deben ser considerados. En mayo 2010, Argentina anunció restricciones a las importaciones de productos que también son producidos en el país, lo que podría tener un mayor impacto en los bienes europeos.

Brasil, por su parte, está presionando para que cualquier acuerdo se firme antes de que el presidente Lula deje el poder, a fines de este año, y potencialmente podría abandonar el marco de trabajo del Mercosur y firman un acuerdo bilateral. Este paso podría beneficiar a las empresas brasileñas, ya que al ser la economía más poderosa de la región, un acuerdo de esta naturaleza podría cementar su dominio.

En 2009, Brasil realizó envíos por US$33,8 billones a la UE, y el bloque envió US$30,4 billones a Brasil, un intercambio que lo posiciona como el mayor socio comercial del bloque europeo en la región.

Perspectivas. Los acuerdos de Madrid son definitivamente positivos para América Latina, permitiendo la diversificación del comercio. Un mayor acceso a los mercados europeos contribuirá a reforzar el crecimiento económico en 2010. Por eso, para este año se espera que la región crezca un 3,9% anual en 2010, tras la contracción del 1,7% en 2009. Este será el caso de países como Colombia y Perú, donde el crecimiento del GDP totalizará 2,3% y 6,3% respectivamente, dejando atrás los magros crecimientos de 0,1% y 0,9% de 2009.

La cumbre de Madrid también implica una mejora en las relaciones diplomáticas, a través de promesas de trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos mundiales como el desarme nuclear y su profileración; reformar las Naciones Unidas y tratar temas de derechos humanos.

La declaración de Madrid también enfatiza en el inicio de una nueva  sociedad de la innovación y el desarrollo de tecnologías que aporten al desarrollo sostenible.

Con tantos acuerdos bilaterales y de bloque firmados, las perspectivas para el tan esperado TLC de las Américas, que incorpore a América del Sur, Norte y Central, se ve distante. Sin embargo, esta aspoiración fallida se verá compensada por un mayor acceso a los mercados europeos.

Autores

AméricaEconomía.com