El peso de Argentina en la economía uruguaya "no se puede discutir", pero "su inestabilidad", su proteccionismo y sus "problemas" con el dólar "han pegado fuerte" en Uruguay.

El Gobierno uruguayo se abraza al de Brasil y sueña con llevar la relación bilateral a niveles de acercamiento inéditos, mientras se distancia de Argentina en medio de reproches públicos y privados por medidas que dificultan el intercambio entre ambos países y en el seno del Mercosur.

Uruguay "ha sido arrinconado" hacia Brasil debido a medidas y posturas argentinas "que le generan dificultades y complicaciones" destacó este sábado a Efe Alfonso Capurro, gerente del departamento Económico de la empresa consultora Ferrere.

El Gobierno de la presidenta Cristina Fernández "resolvió unilateralmente cerrar sus fronteras" y la administración del presidente José Mujica "lo está sufriendo de varias formas", agregó.

El peso de Argentina en la economía uruguaya "no se puede discutir", desde allí proviene por ejemplo la mitad de los ingresos por turismo, que en el año 2012 fueron de unos US$2.000 millones, pero "su inestabilidad", su proteccionismo y sus "problemas" con el dólar "han pegado fuerte" en Uruguay, agregó.

Para Capurro, "resulta muy claro" que hoy las relaciones de Montevideo con Brasilia "están mucho mejor" y hay "avances y muy buenas perspectivas" en comparación con las existentes con el otro socio grande del Mercosur, el bloque formado también por Venezuela y Paraguay, este último suspendido.

A nivel local, los desafortunadas dichos de Mujica de hace dos semanas en los que tildaba a Fernández de "vieja" y "terca" y a su difunto marido y expresidente Néstor Kirchner de "tuerto" fueron interpretados como una muestra de la "frustración" del mandatario por la marcha de la relación bilateral.

Aunque Fernández enfrío este jueves la polémica ironizando con que efectivamente estaba "vieja" y era "medio terca", al trasladar al presidente uruguayo en su avión presidencial hasta Lima para una reunión de Unasur previa a la investidura del venezolano Nicolás Maduro, las aguas parecen todo menos calmas.

Mientras, en los círculos diplomáticos de Montevideo se comenta que Mujica está "obsesionado" con Brasil, como dijo a Efe recientemente una fuente del sector.

El jefe de Estado uruguayo dejó patente esa "fijación" justo el día en que se filtraban sus polémicos comentarios sobre el matrimonio Kirchner, durante un acto con el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

"Brasil tiene que cumplir una responsabilidad histórica, que es no aplastar y pagar la cena", indicó en un foro sindical en Montevideo al reclamar al vecino del norte un mayor liderazgo en el Mercosur.

Además, Mujica anticipó un próximo acuerdo dentro del bloque para que "en 2014 no exista la frontera para la mercadería y la gente" entre Uruguay y Brasil.

El año pasado ya acordó en Brasilia con su homóloga brasileña Dilma Rousseff la creación de un Grupo de Alto Nivel y el diseño de un Plan de Acción para el Desarrollo Sostenible y la Integración con proyectos específicos en áreas como petróleo y gas, construcción naval, energía eólica y biotecnología.

Ese compromiso comenzó a dar sus primeros frutos con el pleno apoyo del Gobierno brasileño al proyecto uruguayo de construir un puerto de aguas profundas en su costa atlántica, en el departamento de Rocha, limítrofe con Brasil.

El proyecto, que supondrá una inversión superior a los US$1.000 millones, ha sido largamente anhelado por las autoridades uruguayas porque permitiría al país gozar de una mayor independencia para la salida de las exportaciones, especialmente de granos y madera.

Actualmente, los buques de carga deben salir del puerto de Montevideo por el Río de la Plata y a través del canal Martín García, compartido con Argentina, y cuyo dragado y mantenimiento es motivo de disputa desde hace años con Buenos Aires.

Capurro asegura que aunque la "alianza" con Brasil "no se refleja tan claramente en los números" de la economía uruguaya, hay "mucha expectativa y seguramente a mediano plazo se verán los beneficios".

Pese a que los capitales de Argentina han vuelto a recurrir a Uruguay como refugio, como quedó de manifiesto la semana pasada en un informe de la prensa de Montevideo que fijaba en 12% el crecimiento de sus depósitos argentinos en bancos uruguayos en 2012, Brasil se afianza como principal destino de las exportaciones a Uruguay, seguido de Venezuela y China.

Más lejos queda Argentina, que a pesar de todo sigue siendo uno de los principales importadores de Uruguay, según los datos oficiales de los primeros meses de 2013.