Importantes investigadores y economistas del gobierno advirtieron que una inversión excesiva reduciría la eficiencia del crecimiento económico y exacerbaría la sobrecapacidad de algunas industrias.
Pekín. China necesita una cantidad apropiada de inversión para generar crecimiento económico, pero Pekín no debería lanzar una nueva ronda de estímulo fiscal agresivo, dijeron académicos influyentes en comentarios publicados este miércoles por destacados diarios apoyados por el Estado.
Los dichos se dan después de los comentarios de esta semana de un funcionario de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC, por sus siglas en inglés), quien dijo que es poco probable un paquete de estímulo económico de gran escala del tipo revelado durante la crisis financiera mundial.
Los importantes investigadores y economistas del gobierno advirtieron que una inversión excesiva reduciría la eficiencia del crecimiento económico y exacerbaría la sobrecapacidad de algunas industrias.
"No es necesario que China lance otro enorme plan de estímulo de 4 billones de yuanes. Nosotros debemos contener cualquier impulso por realizar inversiones excesivas", dijo Liu Yuanchunm, profesor de la Universidad Renmin, según el oficial Diario del Pueblo, el periódico que expresa las opiniones del gobernante Partido Comunista.
Chen Bingcai, profesor de la Academia Nacional de Gobierno, dijo que China no debe expandir abiertamente la inversión ni sacrificar un crecimiento de calidad por un alto crecimiento. La escuela de Chen enseña y entrena a muchos dirigentes de alto rango del gobierno central.
"Si Pekín vuelve a un nuevo auge de la inversión, la llamada anterior de ajustar la estructura económica resultaría ser nada más que palabras vacías", dijo Chen según una cita difundida por el diario oficial China Securities Journal.
La economía de China está en camino este año a crecer un 8,2% su ritmo más lento desde 1999, según la previsión promedio de los economistas consultados en el último sondeo de Reuters.
Pekín ha dado a conocer una serie de medidas recientemente para impulsar el consumo interno y la inversión privada con el objetivo de proteger a la economía de los vientos en contra por una desaceleración en el crecimiento de la demanda de exportación.
Estas medidas incluyen la aprobación rápida de la inversión en infraestructura, ofrecer subsidios para la compra de aparatos domésticos de ahorro de energía y fomentar que más capital privado entre en un puñado de sectores que están dominados por empresas estatales.
