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América Latina es líder en atraer inversiones para la lucha contra el cambio climático
Jueves, Noviembre 2, 2017 - 14:07

El informe Creando Mercados para Negocios Climáticos, indica que para desarrollar el potencial y catalizar inversiones privadas se deben impulsar una combinación de reformas políticas y modelos de negocio innovadores.

América Latina y el Caribe es una región líder en atraer inversiones a sectores clave para la lucha contra el cambio climático, indica un nuevo informe de la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo del Banco Mundial. De acuerdo al informe, se prevé que los sectores de transporte y de infraestructura climáticamente inteligente generen más de US$1 billón en inversiones para 2030 en la región. 

El informe Creando Mercados para Negocios Climáticos, indica que para desarrollar el potencial y catalizar inversiones privadas se deben impulsar una combinación de reformas políticas y modelos de negocio innovadores. Ello contribuiría a que América Latina y los países en desarrollo puedan alcanzar los objetivos climáticos fijados en el histórico Acuerdo de París. Treinta y tres países en la región han firmado este acuerdo.

Se ha avanzado mucho. Cinco de los países más grandes de la región —Brasil, Chile, Colombia, México y Perú— lideran el desarrollo sostenible en sectores como el de las energías renovables, la infraestructura urbana ecológica y la eficiencia energética, así como el de las ciudades inteligentes. Costa Rica tiene como objetivo ser la primera nación carbono neutral para el 2021, y de contar con la producción de energía 100% renovable para el 2030.

El potencial de inversiones es enorme: En México por ejemplo se indica que potencial de inversiones de ahora al año 2030 es de US$791.000 millones, fundamentalmente en energía renovable e infraestructura urbana sostenible. En Argentina el potencial es de US$338 mil millones, mientras que en Colombia es de US$$195 mil millones, En Brasil, el potencial de inversiones es aún mayor con US$1,3 billones.

“El sector privado es la clave para luchar contra el cambio climático”, destacó el Director Ejecutivo de IFC, Philippe Le Houérou. “El sector privado cuenta con la innovación, el financiamiento y las herramientas necesarias. Está en nuestras manos ayudar a desbloquear una mayor cantidad de inversiones del sector privado, pero ello también requiere reformas gubernamentales y modelos de negocio innovadores, que en conjunto crearán mercados nuevos y atraerán la inversión necesaria. De este modo se podrá cumplir el compromiso fijado en París".

La apuesta por las ciudades inteligentes y la energía renovable. Con el 80% de su población viviendo en las ciudades, América Latina y el Caribe es la región más urbanizada del mundo. La manera en la que crezcan sus ciudades será fundamental para alcanzar los objetivos de mitigación del cambio climático.

En el sector de la construcción se pronostica que los edificios verdes aportarán US$80 mil millones en oportunidades de inversión hasta el 2025. Países como Colombia, Costa Rica, México y Perú recientemente adoptaron códigos de construcción verde. Como resultado, se espera que los edificios nuevos en dichos países consuman entre un 10 y un 45% menos de agua y de energía.

América Latina se transformó en líder en el desarrollo de sistemas de autobús de tránsito rápido (sistemas BRT). Ejemplos clave incluyen el sistema BRT en Curitiba, Brasil y en Buenos Aires, Argentina. Buenos Aires, que representa casi la mitad del PIB de Argentina y alberga seis millones de pasajeros cada día hábil, ha comenzado un ambicioso plan de transporte de US$400 millones para impulsar la conectividad urbana, disminuir la congestión y reducir la contaminación reduciendo el uso de automóviles. La urbanización de América Latina también impulsa la demanda de agua urbana inteligente y soluciones de desecho de residuos en la región.

Con respecto a energía renovable, las inversiones anuales en tecnologías de almacenamiento de energía en la región llegarán a US$2 mil millones para el año 2025.

Los mercados de capitales también pueden ser verdes. A medida que los países movilizan capital para mitigar el cambio climático y financiar infraestructura verde, el mercado de bonos verdes se expande con rapidez. En el año fiscal 2017, IFC emitió 19 bonos verdes en seis monedas. En América Latina y el Caribe, las ganancias de los Bonos Verdes de IFC financiaron el año pasado $534 millones de dólares en compromisos de proyectos. De hecho, América Latina lidera todas las demás regiones en lo que respecta a compromisos de inversión de IFC en bonos verdes.

IFC también brindó apoyo a los esfuerzos innovadores del sector bancario colombiano para implementar instrumentos que amplíen el financiamiento para mitigar el cambio climático. Dos de los bancos más importantes del país, Bancolombia y Davivienda, se convirtieron en las primeras instituciones financieras privadas en América Latina en emitir bonos verdes, adquiridos en su totalidad por IFC. Los fondos obtenidos —equivalente a aproximadamente US$265 millones— se utilizarán para financiar proyectos climáticamente inteligentes en el país, dando un ejemplo que podría alentar a otras instituciones financieras de la región a realizar emisiones de bonos similares.

Los siete sectores clave para impulsar negocios climáticos a nivel mundial. El informe identifica siete sectores de enorme potencial para atraer inversión privada. Estos son: la energía renovable, el almacenamiento de energía y la energía solar fuera de la red, los agro negocios, la construcción verde, el transporte urbano, el suministro de agua y la gestión de residuos urbanos. Sin embargo, el informe apunta que para lograrlo es fundamental crear las condiciones de inversión propicias a través de reglamentos e incentivos, y para ello el papel de los gobiernos y reguladores será esencial.
 
Las conclusiones del informe identifican siete sectores con las mayores oportunidades para inversiones del sector privado a nivel mundial:
 
Las inversiones en energía renovable en el mundo podrían ascender a US$$11 billones acumulados para el año 2040. Ello sería posible si se implementan reformas que faciliten subastas de energía renovable, reformas de títulos de propiedad y marcos regulatorios para favorecer almacenamiento de energía.

Las inversiones en almacenamiento solar y de energía fuera de la red pueden alcanzar US$23.000 millones al año para el 2025, si los países usan tarifas diferenciadas, estándares técnicos y de seguridad claros, e incentivos financieros específicos al tiempo que respaldan modelos de negocio nuevos para la energía solar comunitaria tal como Pay-as-You-Go y soluciones financieras innovadoras.

La inversión en agronegocios de billones de dólares puede ser cada vez más «climáticamente inteligente», si los gobiernos garantizan derechos de propiedad, buenas infraestructuras de transporte y regulaciones y políticas fiscales que fomenten la inversión climáticamente inteligente, al tiempo que promuevan mejores prácticas de capacitación de agricultores y utilicen la innovación financiera para proporcionar capital para los agricultores.

Las inversiones en construcciones ecológicas ó verdes podrían llegar a US$3.4 billones acumulados para 2025 en mercados emergentes, si los países adoptan mejores códigos y normas de construcción y crean incentivos financieros tales como la certificación de construcción ecológica y el establecimiento de parámetros obligatorios sobre el uso de energía. Otras reformas importantes deberían fomentar nuevos modelos de negocio de servicios públicos e hipotecas verdes.

Se pueden movilizar billones de dólares en inversiones en transporte urbano sostenible en la próxima década, si los gobiernos emiten disposiciones para permitir inversiones en infraestructura y adoptan planes municipales de tránsito que puedan impulsar innovaciones, tal como el tren ligero.

Las inversiones en abastecimiento de agua potable y saneamiento podrían superar los US$13 billones acumulados para el 2030, ya que los gobiernos necesitarían fijar el precio del agua a niveles predecibles y sostenibles para aumentar la solvencia de los servicios públicos al establecer asociaciones público-privadas y adoptar contratos basados en el desempeño.

Las inversiones en gestión de residuos urbanos inteligentes podrían alcanzar los US$2 billones, si las ciudades trabajan para atraer la participación del sector privado a través del mejoramiento de marcos regulatorios y de cumplimiento, utilizando incentivos económicos y mecanismos de recuperación de costos e impulsando la figura del consumidor consciente sobre los desechos.
 

Autores

AméricaEconomía.com