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Análisis: economía de América Latina avanza a dos velocidades
Lunes, Diciembre 3, 2012 - 17:06

La trayectoria de las economías de América Latina se está bifurcando conforme países como Perú, Colombia, México y Chile crecen más rápido que el promedio global, mientras que Argentina y Brasil afrontan desaceleraciones debilitantes.

El cremiento se ha mantenido mejor en países latinoamericanos que han puesto énfasis en políticas de libre mercado.El interés de China por recursos naturales ha impulsado un alza en los precios en materia prima

La trayectoria de las economías de América Latina se está bifurcando conforme países como Perú, Colombia, México y Chile crecen más rápido que el promedio global, mientras que Argentina y Brasil afrontan desaceleraciones debilitantes.

Según una análisis realizado por The Wall Street Journal, la economía de América latina crece a dos velocidades. Indica que en general la reagion ha tendio un buen desempeño durante la última década, gracias al interés de China por los recuersos naturales de la zona, la economía se propulsó con un alza en los precios de materia primas.

Sin embargo, la crisis económica global en los últimos años ha creado una división entre los países que promovieron con mayor energía reformas de libre comercio y mantuvieron un control más ferreo sobre las finanzas publicas y las que aprovecharon la abundancia proveniente del alza en los precios de los commodities para ampliar el papel del Estado en la economía.

Aunque toda la región ha perdido fuerza, el desempeño de las economías más abiertas ha sido mejor. Perú y Chile, por ejemplo, registraron crecimientos de 6,5% y 5,7%, respectivamente, en el tercer trimestre comparado con igual período del año anterior, de acuerdo a información reciente.

Colombia se expandió 4,9% interanual en el segundo trimestre y México avanzó 4,2% en los primeros nueve meses del año frente a igual lapso de 2011, lo que casi triplica el crecimiento de Brasil. Argentina, en cambio, apenas creció 2,4% en el primer semestre, comparado con el mismo lapso del año anterior.

"Esta región de dos velocidades se mantendrá", indicó Neil Shearing, economista de mercados emergentes de Capital Economics Ltd. en Londres. "En un entorno global más débil, algunas de estas economías tendrán un desempeño relativamente bueno comparado con las que enfrentan profundos problemas estructurales".

Perú, en particular, ha tenido una trayectoria notable. Ha promediado un crecimiento anual de alrededor de 6% en los últimos 10 años, el mayor de América Latina, lo cual le ha permitido reducir a la mitad el índice de pobreza durante ese lapso para dejarlo en 27%, según estadísticas del gobierno. Chile no está lejos, al promediar un crecimiento anual del orden de 4,5% durante el mismo período.

En Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez ha nacionalizado buena parte del sector privado, la economía se encamina a una expansión de 5% este año, debido al impulso provisto por el alza del gasto público de cara a los recientes comicios en los que Chávez fue reelecto. Pero muchos economistas privados prevén que el país no crezca o incluso entre en recesión el próximo año conforme el gobierno se aprieta el cinturón.

Si bien países como Perú y Chile acogieron el libre comercio, Brasil aprovechó su posición como exportador de materias primas para crear y fortalecer industrias locales a las cuales protegió mediante regulaciones y altos aranceles a las importaciones.El modelo funcionó, a grandes rasgos, cuando los precios de los commodities se dispararon después de 2003. Pero tales precios ahora están cayendo y la estrategia brasileña se estaría agotando.

Ejemplo petrolero. El caso de la industria petrolera sirve de ilustración. Uno de los mayores descubrimientos de petróleo en el hemisferio de los últimos años generó optimismo de que un país que ya es el mayor exportador mundial de mineral de hierro y otras materias primas pronto se convertiría en una potencia petrolera global.

Pero la producción de crudo de este año podría ser más baja que la de 2011. ¿Qué sucedió? Brasil promulgó leyes que exigen que la petrolera estatal Petróleo Brasileiro realice la mayor parte de la exploración, y que las empresas locales obtengan los contratos para construir barcos y otros equipos necesarios para extraer el crudo desde las profundidades del océano. La industria local, sin embargo, no tiene la escala suficiente para asumir una tarea de tal magnitud

Durante los años del boom de las materias primas, el gobierno izquierdista infló las filas de trabajadores y gastó fuertemente en los salarios públicos. La presidenta, Dilma Rousseff, también ha implementado una serie de medidas de estímulo para apuntalar la economía, incluyendo un plan de US$66.000 millones en agosto para invertir en las carreteras y vías férreas.

"Brasil debería haber registrado un mayor superávit como protección fiscal para cuando el crecimiento se desacelerara", aseveró Shearing, de Capital Economics. "Esencialmente ha extraído todas sus materias primas de la tierra para enviarlas a China y ahora necesita más ahorro y menos gasto, una reestructuración del gasto público y una reforma laboral… lo que no es fácil de implementar".

Argentina, a su vez, ha registrado un crecimiento estelar en los últimos años que en 2011 llegó a 8,95%. Pero esto ha ido de la mano de una mayor intervención del gobierno en la economía y controles comerciales, que han aumentado bajo los gobiernos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su esposo y predecesor, Néstor Kirchner.

El gobierno ha iniciado una serie de polémicas reformas, como una iniciativa para restringir las importaciones a menos de que sean equiparadas por las exportaciones. La idea es que las empresas emplearán los dólares generados por las exportaciones para comprar bienes importados y, de esta manera, reducir la salida de dólares. No ha tenido ese efecto.

Las medidas proteccionistas dañarán el comercio y la industria de Argentina, señalan los economistas. "Crean empleos y demanda a corto plazo, pero no es sostenible ya que las empresas se desarrollan solamente como resultado de las regulaciones, y no de la innovación", afirma Daniel Hoyos, economista de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

México, la segunda economía de la región, parece mejor posicionado para crecer en los años venideros, con una base manufacturera más fuerte, lo que significa que su economía no depende de los altos precios de las materias primas para crecer y que se beneficiaría del alza de los salarios en China, puntualizan los economistas. México exporta más manufacturas que el resto de los países de la región combinados.

Para México, una mayor expansión sería una especie de reivindicación después de pasar años siendo comparado de manera negativa con Brasil. "Todo lo que escuchábamos en los últimos años era Brasil, Brasil, Brasil", apuntó el actual secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade en una entrevista. "Pero cuando ves todo, desde la inflación a la deuda,... tuvimos mucho mejores cifras macroeconómicas".

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