Pasar al contenido principal

ES / EN

Análisis: Sudamérica anticipa nuevas guerras cambiarias, pese a su costo
Lunes, Diciembre 17, 2012 - 17:08

Datos de bancos centrales revelan que Brasil, Chile, Colombia y Perú han comprado cada uno US$135.000 millones para poder mantener un control sobre sus monedas desde mediados del 2010.

Las intervenciones en el mercado de monedas le han costado a los bancos centrales de América del Sur casi US$14.000 millones en los últimos dos años y medio, pero mantendrían su defensas si una nueva ola de dinero barato vuelve a generar nuevas guerras cambiarias.

Los ministros de Hacienda de Latinoamérica, reunidos el viernes en Chile, dijeron que el relajamiento monetario en los países desarrollados podría perjudicar la competitividad de sus exportaciones, al provocar una apreciación de las monedas en la región, un problema con el que han estado lidiando desde la crisis financiera mundial.

Datos de bancos centrales revelan que Brasil, Chile, Colombia y Perú han comprado cada unos US$135.000 millones para poder mantener un control sobre sus monedas desde mediados del 2010, poco antes de que la Reserva Federal (Fed) estadounidense anunciase un estímulo monetario conocido como QE2.

La Fed avisó de otra nueva ronda de alivio monetario y el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, dijo que la decisión del miércoles de aumentar más las compras de activos en Estados Unidos es "fuente de preocupación" para todos los mercados emergentes con una crecimiento sano y un tipo de cambio flotante.

Tasas de interés bajas en las economías desarrolladas alientan a los inversores a buscar retornos más altos en mercados emergentes que crecen con más fuerza, como América Latina, pero los mayores ingresos de capitales son una presión alcista no deseada sobre las monedas, lo que encarece las exportaciones.

"Esta es la tercera ronda de alivio cuantitativo y está comenzando en un nivel en el que los tipos de cambio son mucho más fuertes", dijo Siobhan Morden, estratega de Jefferies para América Latina.

Morden considera que las intervenciones de los bancos centrales son el motivo de mayor preocupación para quienes invierten en deuda local.

Analistas opinan que la baja inflación en Perú, Chile y Colombia sumado a presupuestos saludables dan a los bancos centrales margen para seguir comprando dólares, lo que aumenta sus ya grandes reservas.

Ese escenario contrasta con la anterior ronda de alivio monetario, cuando muchos países lidiaban con una inflación atizada por una rápida recuperación económica.

Hasta ahora, la mayor parte de las compras de dólares han sido compensadas con operaciones de mercado, como la emisión de bonos, para drenar o neutralizar el exceso de liquidez.

Pero esas operaciones tienen un alto costo debido a la diferencia entre los bajos rendimientos de la deuda de Estados Unidos y las más altas tasas de interés locales.

Según estimaciones de Thomson Reuters, el costo de oportunidad de las compras de divisas entre mediados del 2010 y noviembre del 2012 bordea los US$13.900 millones, más de US$11.000 millones sólo en Brasil, sin considerar las fluctuaciones de la moneda.

El costo de Brasil refleja sus tasas de interés de referencia, que estaban en 12,5% a mediados del 2011 antes de un agresivo ciclo de rebajas las dejara en un mínimo histórico de un 7,25%, mientras que los tipos oficiales de Estados Unidos estaban y están cerca de un 0%.

La intervención le ha costado a Chile, Perú y Colombia entre US$500 millones y US$1.000 millones a cada uno, según estimaciones sobre la base de cifras de los bancos centrales sobre retornos de sus activos en reservas.

Brasil ha aplicado controles estrictos a la inversión extranjera y ha intervenido con fuerza en los mercados, mientras que las naciones andinas en general han evitado los controles de capital. Analistas esperan que esos países sigan dependiendo de las intervenciones en los mercados a futuro.

Si bien este año Brasil y Chile han reducido o suspendido sus intervenciones, Perú y Colombia siguen siendo muy activos en el mercado, pese a que la diferencia de sus tasas con las de Estados Unidos es mayor de lo que era a mediados del 2010.

Colombia ha incrementado el ritmo de intervenciones monetarias con la compra de un 18,5% más de dólares en los 11 meses a noviembre del 2012 frente a todo el 2011.

En Chile, los operadores están preocupados por el peso, que se ha apreciado un 9,5% este año.

Perú ha adquirido la cifra récord de US$13.000 millones en lo que va del 2012 y también ha limitado la capacidad de los bancos de realizar apuestas grandes en el mercado cambiario, al aplicar normas más rígidas para los futuros.

La baja inflación en Perú, Colombia y Chile implica que los bancos centrales de esos países tiene menos motivos para temer al impacto que crea la intervención en los mercados cambiarios, dado que inyecta moneda local y deja a los bancos centrales a la espera de ver la demanda que genera el papel local que ofrecen para absorber los fondos adicionales.

Brasil confundió a muchos en diciembre cuando intervino para fortalecer su moneda, luego de una depreciación abrupta justo cuando cifras del tercer trimestre mostraron un crecimiento menor a lo esperado.

Anna Szterenfeld, analista de Economist Intelligence Unit, dijo que es probable que Brasil enfrente una menor presión alcista de su moneda por los recientes recortes en las tasas de interés, en la comparación con el período del QE2 cuando las tasas subían.

"Algunos inversores en búsqueda de rendimiento -Brasil los llamaría especuladores- no considerarán a Brasil tan atractivo como antes", afirmó.

Autores

Reuters