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Analistas: políticas descoordinadas explican inflación fuera de meta en Uruguay
Viernes, Noviembre 30, 2012 - 16:56

Los economistas Gabriel Oddone y Alfonso Capurro, de la consultora CPA Ferrere, evaluaron la coyuntura económica y las respuestas de política ante los principales desafíos.

Una política fiscal preocupada por la equidad y no por la estabilidad del ciclo, una política salarial “pasiva” y una política monetaria “tardía e insuficiente” son responsables de que la inflación hoy se encuentre en los niveles actuales, conviviendo además con una caída de la competitividad respecto a la región. La falta de coordinación de la política económica llevará a una desaceleración “más abrupta” de la actividad, con un ajuste mayor en términos de empleo.

En la conferencia titulada “Desincronización macroeconómica dificulta el aterrizaje suave de la economía”, los economistas Gabriel Oddone y Alfonso Capurro, de la consultora CPA Ferrere, evaluaron la coyuntura económica y las respuestas de política ante los principales desafíos.

“La política económica no ha estado del todo coordinada y la hemos visto perseguir demasiados objetivos”, dijo Oddone. Las decisiones tomadas por el gobierno en los últimos años tuvieron una importante incidencia en el nivel actual de inflación de 9,11% –según datos a octubre–, que supera el rango objetivo de entre 4% y 6%.

Aun ajustando el déficit fiscal por factores coyunturales –quitando elementos como el sobrecosto energético del último año–, el déficit fiscal “ha tendido a deteriorarse de forma leve aunque consistentemente”. El grueso de ese aumento se debió a las mayores transferencias del Fondo Nacional de Salud, programas de ayuda del Ministerio de Desasrrollo Social, entre otras partidas. “Son partidas rígidas que tienen un impacto sobre la demanda agregada y los bienes no transables”, sostuvo.

En materia salarial, evaluó una actitud “pasiva” del gobierno. “Hasta hace pocos días el ministro de Trabajo decía que la inflación no iba a ser un tema central de la próxima ronda de salarios”, recordó. Sin embargo, sostuvo que es falaz el argumento que atribuye a la política salarial por sí sola la responsabilidad inflacionaria. “Buena parte del aumento de los salarios se explicó por una tasa de desempleo muy baja”, de 6,4% durante el tercer trimestre del año.

La política monetaria tampoco ofreció un ancla para la dinámica de precios. En 2011, cuando los países de la región hacían frente a la inflación con tasas reales de referencia por encima de 3%, Uruguay mantuvo un interés real de -0,95%. Según Oddone, el Banco Central tuvo “una reacción de compromiso”, a medio camino entre el combate inflacionario y el mantenimiento de la competitividad a nivel regional. “Es una política difusa con un compromiso laxo tanto con la competitividad como con la inflación, no decidida por ninguna de las dos”, explicó.

El economista sostuvo que, de cara al próximo año, el gobierno deberá adoptar “una postura más agresiva y coordinada” en todos los frentes para reencauzar el avance de los precios. Sostuvo que en el actual escenario, donde la inflación sistemáticamente se encontró por encima de la meta oficial “no es de extrañar acuerdos como el de la bebida y otros sectores que tomen como inflación esperada 7% y no 5% (centro del rango objetivo)”.

“Todos los privados creen que el verdadero objetivo del gobierno es una inflación por debajo de 10% y que no se aleje mucho de 8%”, señaló. “Si el nivel de tolerancia es ese, lo mejor sería sincerarlo, mejorar la credibilidad y construir reputación”, concluyó.

Perspectivas

CPA Ferrere descarta la ocurrencia de un escenario recesivo en el horizonte de proyección. Sin embargo, prevé una “desaceleración asimétrica” de la economía local, con sectores que acusan el impacto de un shock regional y otros que mantienen una trayectoria de crecimiento, principalmente aquellos vinculados a la demanda doméstica.

“La economía se encuentra en transición de un escenario de crecimiento acelerado a uno de desaceleración”, explicó Oddone. En ese sentido, enfatizó que “la coordinación no adecuada de las políticas públicas llevará a que esa transición sea más abrupta que en otro caso y que paguemos con tasas más altas de desempleo de lo necesario”.

El experto trazó tres posibles escenarios para el mercado interno. Si se logra moderar el alza de salarios y un nuevo shock regional no obliga a depreciar la moneda, el consumo mantendrá un crecimiento de 4,7% en 2013. En un escenario no tan auspicioso, donde los salarios mantienen su crecimiento y se pierden 70.000 empleos, se desacelerará a 3,7%. Si a eso se agrega una devaluación de la moneda de 10%, la expansión de la actividad interna se reduciría a 2,6%.

En materia de competitividad, la consultora no prevé una tregua por parte de la región. Según explicó el economista Alfonso Capurro, Brasil va a defender una moneda débil. “Si queremos recuperar la competitividad perdida, va a ser por lo que hagamos nosotros y no por lo que suceda en Brasil”, explicó. Por el lado de Argentina, sostuvo, la acelerada inflación en el vecino país incursione en una “carrera devaluatoria complicada” para no perder competitividad, desatando un espiral de mayor valor del dólar que a la vez alienta una inflación más alta. l

Autores

Reuters