El BCE dejó sin cambios su política monetaria ultraexpansiva en julio y dijo que no había debatido nada respecto de sus compras mensuales de activos por 60.000 millones de euros, aunque señaló que lo haría "este otoño".
El Banco Central Europeo (BCE) anunciará probablemente en septiembre más que en octubre cambios en su programa de compra de activos, según un sondeo de Reuters entre economistas difundido el jueves.
El BCE dejó sin cambios su política monetaria ultraexpansiva en julio y dijo que no había debatido nada respecto de sus compras mensuales de activos por 60.000 millones de euros, aunque señaló que lo haría "este otoño".
El 56% de un total de 50 economistas encuestados entre el 7 y el 9 de agosto dijo que espera que el banco central haga un anuncio en septiembre, mientras que otro 30% indicó que cree que la entidad regional esperaría hasta octubre.
"El BCE ha marcado el otoño como el período en el que decidirá sobre el programa de compra de activos", dijo Elwin De Groot, economista senior de mercado en Rabobank.
"Creemos que eso significa que el Consejo de Gobierno esbozará sus intenciones más allá de este año en septiembre o quizá octubre, dejando la reunión de diciembre para (definir) detalles como la cantidad exacta del ajuste inicial", añadió.
Poco después de la reunión del banco en julio, cuatro fuentes con conocimiento directo del debate revelaron a Reuters que funcionarios del BCE veían octubre como la fecha más probable para decidir el retiro de los estímulos a la economía y consideraban que diciembre sería demasiado tarde.
Las previsiones de que el BCE comience a dejar atrás su política ultraexpansiva se han visto impulsadas por el robusto crecimiento de la zona euro, cuya economía superó a la de Reino Unido y Estados Unidos en la primera mitad de 2017.
El último consenso en una encuesta de Reuters de un crecimiento del 2% este año en la región es el más alto desde que comenzaron a realizarse los sondeos hace más de dos años. Se prevé que la zona euro crezca un 0,4% cada trimestre de aquí a fin del año próximo. Pero la inflación -que el BCE quiere por debajo pero cerca de 2% y que se situó en 1,3% en el último dato- no se aceleraría.
Si bien las subidas de precios no alcanzarían el objetivo del BCE al menos hasta 2020, la mayoría de los economistas no espera que eso impida al banco central dejar atrás su política de estímulo, que ha inflado el balance de la entidad a más 2 billones de euros.
