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BofA Merrill Lynch: América Latina y las preocupaciones en torno a los commodities
Miércoles, Mayo 25, 2011 - 10:58

Los commodities han caído tras alcanzar sus máximos a finales de abril 2011. El índice del CRB (Comité de Investigación en Commodities) subió 3%, pero bajó 7,5% en mayo, llevando a los inversionistas a ver impacto en las economías latinoamericanas.

Los principales causantes de la caída fueron las preocupaciones sobre desaceleración económica global y la incertidumbre sobre el crecimiento en China.

El economista de la entidad para China, Ting Lu, considera que hay pocas probabilidades de que el crecimiento PIB chino se detenga abruptamente en 2011 o en los próximos dos años, pero es probable que los mercados asuman una perspectiva bajista para el panorama de crecimiento de China en los próximos mese. Si ese resulta ser el caso, los participantes del mercado se mantendrán cautelosos hacia los precios de commodities en el corto plazo.

Con respecto a los commodities, el estratega en jefe para Commodities, Francisco Blach, proyecta un revés para los precios del petróleo en la segunda mitad de 2011, cerrando el año a US$88.0 dólares/barril. Sin embargo, él aún anticipa que los precios de los commodities se eleven en el corto plazo, reflejando la creciente demanda de los Mercados Emergentes.

Con este contexto, analizando las exportaciones en América Latina, mientras la región mantiene su dependencia de los commodities como el principal motor que impulsa sus exportaciones.  La evolución de los términos de intercambio es el factor clave al que hay que seguir de cerca, aunque se necesitaría una fuerte caída para que éstos llegaran a niveles preocupantes para la economías de Latinoamérica. Asimismo, presentamos un simple ejercicio estadístico para demostrar la importancia de los términos de intercambio para cada nación de América Latina. Argentina y Brasil son los países para los que se espera un cambio mayor en el PIB, producto de modificaciones en los términos de intercambio.

Las exportaciones Latinoamericanas mantienen su dependencia de los commodities

Chile cerró 2010 con una apertura comercial (exportaciones + importaciones como porcentaje del PIB) de 73,7%, y continúa siendo la economía más abierta de la región. México le sigue con 57,7%, y después Perú con 41,8%. Brasil continúa siendo la economía más cerrada de América Latina, con una apertura comercial de tan sólo 18,6%.
 

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Venezuela continúa siendo el mayor exportador de commodities, en términos relativos: los commodities representan el 98% de sus exportaciones (el petróleo es el 95% de sus exportaciones); le siguen Perú (77%), Colombia (75%), Chile (68%), Argentina (64%) y Brasil (58%). La agricultura representa una parte sustancial de las exportaciones en Argentina y Brasil, ambos grandes exportadores de commodities perecederos. La minería es el principal contribuyente a las exportaciones en Chile, Perú y Colombia. Cabe mencionar que los commodities, como porcentaje de las exportaciones totales, han avanzado en los últimos cinco años en Brasil y Colombia, mientras que se han mantenido relativamente constantes en Chile, México y Perú.

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Entre las naciones más grandes, la composición comercial de Brasil continúa positivamente diversificada, con proporciones similares de manufactura y productos agrícolas. Una posible desventaja en Brasil es que algunos productos relacionados a los commodities son clasificados bajo la manufactura, lo cual puede distorsionar las cifras hasta cierto grado. En contraste, México es una de las naciones menos diversificadas (junto con Venezuela y su dependencia del petróleo), con la mayor parte de sus exportaciones vinculadas a la manufactura.

Mayor diversificación de los mercados meta para la exportación. Echando un vistazo a los destinos de las exportaciones Latinoamericanas, podemos inferir que la mayoría de los países han equilibrado sus mercados meta alrededor del mundo, mostrando un elevado interés en desarrollar vínculos comerciales con Asia Emergente, particularmente China. Esto no debe sorprender, puesto que la desaceleración que atraviesan las economías desarrolladas han inducido a América Latina a expandir su comercio con los mercados emergentes.

Estados Unidos mantiene una influencia sustancial sobre México, Colombia y Venezuela. La interconectividad comercial de América Latina ha mantenido su configuración en general en los últimos cinco años: alrededor del 18% de las exportaciones provenientes de las naciones de nuestra muestra se quedan en la región. La economía brasileña es el principal impulsor, dada su demanda de soya argentina, petróleo colombiano y cobre chileno. Estados Unidos aún tiene una influencia sustancial en la región, lo cual explica la gran cantidad de importaciones que recibe de Colombia (40%), Venezuela (40%) y México (75%).

Mayores importaciones de valor agregado, pero la brecha productiva continúa siendo amplia. Las importaciones latinoamericanas continúan encabezadas por los bienes de capital y los bienes intermedios. En términos de composición por país, Argentina comporta la mayor proporción de bienes de capital, seguida de Colombia y Perú. Los bienes intermedios dominan en México, Brasil y Chile. La mayor participación de bienes de consumo aparece en Chile, seguido de Colombia.

Cabe señalar que la inflación importada se mantuvo baja por un periodo de tiempo considerable, dado que la brecha productiva es amplia en el mundo desarrollado. Esto comenzó a cambiar en los primeros meses de este año, con el repunte de la actividad en el mundo desarrollado y la presiones de costos. Sin embargo, al perder moméntum la economía global, la inflación importada debe retroceder.

Los términos de intercambio: el factor clave. Los términos de intercambio se han mantenido favorables para América Latina en la última década, a excepción del periodo de la crisis financiera. Mientras los commodities caen al margen, los participantes del mercado comienzan a preocuparse sobre si hemos alcanzado un punto de inflexión. En nuestra opinión, los términos de intercambio son el principal factor al que hay que estar atentos. No obstante, mientras nos sentimos cómodos con el desempeño de la economía global (y China) en los próximos años, no anticipamos una corrección importante. El escenario más probable es que veamos una estabilización de los precios que mantenga los términos de intercambio a un nivel favorable para la región. El principal problema aquí es que los riesgos para los términos de intercambio probablemente estén más cargados a la baja.

 

Autores

AméricaEconomía.com