De acuerdo con la ley, los patrones serán notificados a través de correo y deberán presentarse ante las unidades del Ministerio de Trabajo para comprobar la situación de sus ayudantes domésticos.
Brasilia. Entró en vigencia en Brasil la ley que regula el trabajo doméstico y que establece multas para los patrones que no formalicen a sus empleadas y empleados de este sector, publicó el Diario Oficial.
El texto difundido desde abril pasado fijó un plazo de 120 días para la adaptación de la norma, el cual se cumplió este día, indicó la instrucción publicada en el medio oficial.
De acuerdo con la ley, los patrones serán notificados a través de correo y deberán presentarse ante las unidades del Ministerio de Trabajo para comprobar la situación de sus ayudantes domésticos.
Los empleadores tendrán que presentar en sus citas la llamada "libreta de trabajo" de sus empleados y demás documentos solicitados.
En caso de que el empleador no se presente, se considerará una infracción y se determinará una multa, cuyo valor dependerá de los años de trabajo del empleado.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, los hogares están considerados ambientes "aislados", por lo que los fiscales no podrán ingresar en ellos, pero los empleados domésticos o terceras personas sí podrán denunciar el incumplimiento de la ley.
La nueva legislacion garantiza a las empleadas domésticas los mismos derechos laborales que el resto de los trabajadores.
Fue aprobada el año pasado por el Congreso brasileño y ratificada este año, como parte de una larga lucha por los derechos de un importante número de trabajadoras y trabajadores en el país.
La norma establece una jornada laboral de ocho horas al día y garantiza que el pago sea igual o superior al salario mínimo vigente.
Asegura, además, el pago de horas extras, horario adicional nocturno y seguro de desempleo, entre otros derechos.
La norma se aplicará a cualquier individuo contratado por una persona física o familia en un ambiente residencial o familiar, con un vínculo a partir de tres días por semana.
La ley consiera a estos empleados como "profesionales" responsables de labores de limpieza, lavanderas, cocineras, jardineros, caseros de residencias y choferes particulares, entre otros.
En Brasil existen unos 6,6 millones de trabajadoras y trabajadores domésticos, de los cuales alrededor de 44% (2,9 millones) mantienen un estatus formal que garantiza sus derechos, según datos oficiales.
