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Brasil relaja objetivos de déficit presupuestario hasta el 2020
Miércoles, Agosto 16, 2017 - 09:52

El Gobierno anunció medidas de recorte de costos junto con los nuevos objetivos, en un intento por demostrar el compromiso del presidente Michel Temer con la disciplina fiscal incluso después de que su equipo económico redujo las previsiones de crecimiento económico el próximo año.

El gobierno de Brasil relajó el martes sus objetivos presupuestarios hasta el 2020, retrasando las perspectivas de una caída del déficit federal luego de que los legisladores se negaran reiteradamente a subir los impuestos en la economía golpeada por la recesión.

El Gobierno anunció medidas de recorte de costos junto con los nuevos objetivos, en un intento por demostrar el compromiso del presidente Michel Temer con la disciplina fiscal incluso después de que su equipo económico redujo las previsiones de crecimiento económico el próximo año.

La revisión, anunciada semanas antes que lo previsto, subraya la dura batalla de Temer para ganar respaldo a sus medidas de austeridad en medio de un escándalo de corrupción y de cara a las elecciones generales del próximo año.

La reacción del mercado fue apagada, ya que los inversores no esperan un salto del gasto público a pesar de las nuevas metas. La agencia calificadora Standard & Poor's mantuvo la nota soberana de Brasil en "BB" y cambió su panorama a "negativo".

El Gobierno de Brasil revisó al alza su objetivo de déficit fiscal primario para el 2017 y el 2018 a 159.000 millones de reales (US$49.700 millones), frente a unas metas previas de 139.000 millones de reales este año y 129.000 millones de reales en el 2018.

El país apuntará a un déficit de 139.000 millones de reales para el 2019, frente a un objetivo anterior de 65.000 millones de reales. Para el 2020, buscará un saldo negativo de 65.000 millones de reales, frente a la proyección previa de un superávit de 10.000 millones de reales.

Brasil perdió su calificación crediticia de grado de inversión en el 2015 después de incumplir sus objetivos durante años. Temer, quien reemplazó a la presidenta Dilma Rousseff en el 2016, se comprometió a establecer metas realistas y a cumplirlas para recuperar la credibilidad de los inversores.

Miembros del equipo económico de Temer, incluido el ministro de Hacienda Henrique Meirelles, querían esperar hasta septiembre para considerar una meta presupuestaria menos rígida, pero accedieron a adelantar las discusiones debido a las presiones derivadas de una coalición dividida en el Congreso que se ha rehusado a subir los impuestos.

La mayoría de las medidas de reducción de costos anunciadas el martes necesitarán la aprobación del Congreso. Entre ellas se incluye un aplazamiento por un año de los aumentos salariales del sector público y la reducción del sueldo de entrada para los nuevos funcionarios públicos.

El Gobierno no anunció unas concesiones previstas de infraestructura. Pronosticó un crecimiento de un 2% en 2018, por debajo de una estimación anterior de un 2,5%.
 

Autores

Reuters