"Sería adecuado tener un no europeo, porque un par de ojos frescos podría ver los problemas europeos con mayor objetividad", dijo en una entrevista con el diario español El País.
Madrid. Un director gerente no europeo del Fondo Monetario Internacional (FMI) podría reclamar unas medidas más duras y realistas para afrontar la crisis de deuda de la zona euro, dijo el presidente del banco central de México, Agustín Carstens.
Carstens es el único rival de la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, para el puesto de director gerente del FMI.
"Sería adecuado tener un no europeo porque un par de ojos frescos podría ver los problemas europeos con mayor objetividad", dijo en una entrevista con el diario español El País.
En otra entrevista con la publicación Expansión, Carstens agregó que tiene más experiencia y autoridad que Lagarde.
Grecia, Irlanda y Portugal han recibido rescates internacionales para combatir una crisis de deuda que amenaza con absorber a otros países periféricos de la zona euro.
Mientras tanto, los economistas temen que los niveles de deuda soberana de Grecia sean insostenibles.
La dimisión de Dominique Strauss-Kahn como máximo responsable del FMI ha dado lugar a pedidos de los países en desarrollo de romper al dominio europeo del principal cargo del organismo.
"Creo que los países emergentes hemos sido socios fiables en la economía internacional en estos años y se nos debería reconocer", expresó Carstens.
Los países de la Unión Europea han volcado su apoyo a Lagarde, argumentando que es vital que un europeo esté al frente del FMI en el momento que trabaja con la zona euro para evitar el impago de la deuda griega y unas consecuencias financieras más amplias.
El mexicano señaló que la única forma de solucionar la crisis de la zona euro era mediante la adopción de medidas duras, aunque no explicó cuáles podrían ser.
"Quedan tragos amargos que pasar y ahí la comunidad internacional debe dar su apoyo, pero mi experiencia me dice que no hay un sustituto a tomar esas medidas difíciles", sostuvo.
La reestructuración griega o irlandesa no es una solución mágica, señaló, si se hace en solitario y no se toman las medidas de fondo. Sería, en todo caso, una medida de última instancia y dentro de un paquete integral, agregó.